Después de taaaaaanto tiempo sin publicar absolutamente nada, he vuelto. Este el primero de lo que planeo sean 365 drabbles basados en las imágenes de la artista Kuri Cousin. Había visto desde hacía años que muchas autoras tomaban este reto de los 365 Momentos Brief, y tuve la idea de tomarlo también hace como dos años. Pero nunca se dio.

Así que estoy aprovechando a que ya estoy graduada, y no estoy trabajando (por ahora) para escribir, cosa que había dejada abandonada. Tengo planeado ingresar a la universidad el próximo año, así que no sé qué tan seguido podría publicar estos drabbles en el futuro. Pero por eso mismo elegí que fueran drabbles, pequeños y al grano, que one-shots que seguramente me tomarían más tiempo y podrían forzarme a abandonar el fanfic. ¡Pero estoy decidida a que eso no suceda! Y mi meta serán llegar a las 365 (o tal vez 366) pequeñas historias para dejar este fic en Complete.

Esta es mi contribución personal a Vegeta y Bulma. Fue por esta pareja que empecé a leer fanfics de Dragon Ball, así que se los debo. Últimamente no he leído casi nada de ellos, y es porque me aburrí un poco de la pareja, y decidí empezar a leer más sobre Gokú y Milk, mis nuevos favoritos. Esta cosa es todo un reto a muy largo plazo contra la procrastinación. Maldita perra, me consume.

El orden de publicacion de los drabbles no seguirán el mismo que el listado de imágenes de Kuri Cousin, y tampoco tendrán orden cronológico, los he escogido al azar. Y los títulos de cada drabble llevan el mismo que su respectiva imágen en el sitio web (según el Traductor de Google) Jaja

Espero que sea de su agrado.


Dragon Ball © Akira Toriyama

Imágen 160.

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Traje de gala

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—¡Te miras como todo un pequeño caballero!– Bulma acababa de terminar de arreglar a su pequeño hijo, lo admiraba desde los zapatos de charol brillantes hasta el cabello perfectamente peinado a un lado. Ciertamente, Trunks no deseaba vestirse de esa forma tan… ridícula. Su padre estaba recostado en el marco de la puerta mirando hacia a la nada, con una nada inusual mueca de fastidio, solo que esta vez perfectamente justificada.

A Vegeta le apretaba el corbatín. Bulma había insistido e insistido, y él se había negado y negado, y no de la manera más amable; a usar ese traje tan incómodo. Pero después de una buena jugada por parte de ella en las "negociaciones matrimoniales", se dejó hacer. Pero estaba empezando a arrepentirse de ser tan blando con su mujer. Contempló el semblante de su hijo, adivinaba no muy diferente al suyo, expresando completa exasperación. Pero ambos estaban dispuestos por ver feliz a la mujer más importante en sus vidas en la cena de su cumpleaños.

A Bulma, amante de las fiestas, se le había ocurrido la fantástica idea de realizar algo diferente para su siguiente cumpleaños. Quería una celebración con lujo y elegancia, al que acudirían personajes de la alta sociedad con los que tenían relaciones las Corporación Cápsula, así como sus amigos de toda la vida. Estaba especialmente emocionada luciendo su sexy vestido de gala negro con brillantes y gran escote. Un muy revelador escote.

—¿Vamos? —preguntó ella con una enorme sonrisa en el rostro.

—Esto no es necesario, Bulma. —se quejó él en voz baja.

Ella se acercó a él caminando de manera seductora, aprovechando que su hijo estaba demasiado ocupado tratando de estirar el incómodo corbatín.

—¿Crees que es por la cena? No, no, no. —le susurró peligrosamente al oído, haciéndolo tensar la mandíbula—. Quiero quitarte yo misma ese traje al volver. Llámalo fantasía erótica.

Dicho esto le guiñó un ojo antes de darse la vuelta y tomar de la mano a su hijo para ir a la gran cena en su honor. Aunque esperaba con más ansias lo que sucedería posteriormente. Con Vegeta sucedía lo mismo, esperando hace trizas ese caro vestido. Esa podía ser su nueva fantasía erótica.