"¿Me podrías ayudar con algo?" Pregunto tímidamente Rena, y aunque era una pregunta inocente que daba a lugar a un millón de posibilidades, nunca se imaginó que le estaría pidiendo este tipo de cosas a su mejor amiga.
"Claro" Respondió Jurina muy tranquila, estaba acostumbrada a que Rena acudiera a ella para cualquier tipo de cosa, la personalidad tímida he introvertida de su amiga de la infancia, hacía que la mayoría de las veces la tuviera que sacar de varios apuros "¿Tienes una presentación o algo?"
"No realmente" Rena aparto la mirada preparándose para lo que estaba a punto de confesar, pero a quien más podía acudir si no era a Jurina, ella tiene la experiencia necesaria "No te rías de acuerdo" Le advirtió, conociendo a Jurina, ya se podía imaginar su sonora carcajada.
"Solo dilo, me estas poniendo nerviosa" El como Rena no paraba de jugar con sus manos y el que se estuviera sonrojando no le daba buena espina a Jurina.
"Bueno veras es que a mi….." Las palabras de Rena a penas y se pudieron escuchar como un murmullo, con lo que le había costado tomar el coraje para tan siquiera preguntarle a Jurina, y ahora las palabras simplemente no salen como ella las ensayo.
"Que dijiste, habla duro Rena, es conmigo con quien hablas" Jurina ya se estaba sintiendo irritada, creía que desde hace mucho tiempo ya habían pasado por esa etapa en la que Rena a duras penas y podía modular tres palabras.
"A mí me…." Incluso Rena se estaba exasperando consigo misma, tenía que decirlo, seguramente Jurina la ayudaría.
"Rena no te en-"
"ME GUSTA ALGUIEN Y NECESITO QUE ME AYUDES A GUSTARLE A ELLA" Rena alzo la voz como nunca en su vida lo había hecho, dejando a Jurina perpleja no solo por el tono de voz de Rena, sino por la repentina petición de su amiga.
"Eh?" Su asombro no podía ser más, en que momento la modesta y sutil Rena se había enamorado, en que momento la perdió de vista, quien era la persona que le había robado el corazón, y porque sentía que el pecho le dolía de repente "¿Quién te gusta?"
"Su nombre es Furukawa Airi, es de la clase 3-2" Porque se le iluminó la cara cuando dijo su nombre, Jurina nunca antes la había visto en este tipo de estado.
"¿Porque quieres que te ayude?" Jurina no podía si no hacerse más y más preguntas, todo había pasado muy rápido, y definitivamente era algo que no se esperaba.
"Has tenido una cantidad de novias incontables Jurina, tu sabes mucho más de esto que yo" Ciertamente Jurina era popular, pero su relación más larga no había durado más de 3 meses, nunca llego a sentir amor por ninguna de ellas, siempre había algo que le faltaba o tal vez no era a quien ella realmente quería.
"¿Estas segura que te gusta?" No sabía porque hacia esas preguntas tan estúpidas, sabía que a Rena le gustaba esa chica Airi, ese brillo en sus ojos se lo decía, pero muy en el fondo, y sin saber ni siquiera porque, Jurina deseaba que todo esto fuera una simple broma de mal gusto.
"Muy segura" Rena se sonrojaba con el solo pensamiento, había decidido que era momento de actuar, no quería seguir observando desde lejos.
"Está bien" Respondió cortantemente Jurina aparentemente enojada, ni ella misma sabia porque se sentía tan enfurecida, Rena no había hecho nada del otro mundo, y aunque el nudo en su garganta quería que respondiera un rotundo no, jamás dejaría de ayudar a Rena en lo que sea que necesitara, después de todo se prometió protegerla de todo y todos.
"Gracias gracias gracias" Rena no cabía en su emoción, tanto que se abalanzo sobre Jurina para abrazarla, seguramente ella podrá hacer que Airi se fije en ella, Jurina definitivamente la ayudara "Eres la mejor"
La felicidad de Rena contrastaba terriblemente con el estado de Jurina que ni ella misma sabe cómo describir, tal vez simplemente estaba sorprendida, debería sentirse feliz por su amiga no es así?, pero por más que intentara no podía, el mero pensamiento de Rena junto a alguien más simplemente no le gustaba para nada.
Daban ya las 12:30 de la madrugada, no era hora para que una chica de 17 años estuviera despierta, y mucho menos cuando al día siguiente tiene escuela, pero aun así Matsui Jurina estaba con los ojos bien abiertos a pesar de la hora, había estado dando vueltas en su cama por más de una hora, la certidumbre le estaba quitando el sueño. Furukawa Airi, había escuchado su nombre un par de veces pero no recuerda realmente nada de ella, había estado visitando sus cuentas sociales pero todas se encontraban bloqueadas.
Miro la hora en su celular, ya se había resignado al insomnio repentino cuando el nombre de la persona perfecta llego a sus ideas, sabiendo que aun estaría despierta marco su número, no sin asegurarse de no hacer mucho ruido, sus padres la matarían si se enteran que sigue despierta.
Uno dos y tres timbres fue lo que tuvo que esperar para que la otra chica contestara su celular.
"¿Qué haces llamándome a esta hora Jurina?" Fue el saludo con el que respondieron al otro lado de la línea.
"Igualmente estabas despierta" Jurina podía incluso escuchar el sonido del televisor a través del teléfono, seguramente debe estar jugando algún videojuego, fue lo que pensó Jurina "Necesito que me hagas un favor"
"Cuando no, que necesitas" Jurina sonrió a cuan fácil accedió su amiga.
"Toda la información que puedas conseguir de Furukawa Airi" Siendo su amiga una friki de los computadores y de la tecnología en general, no debería tardar mucho en averiguar todo de la chica.
"¿Para que necesitas eso?" Jurina pensó en contarle, pero se retractó al instante, no creía que Rena quisiera que le contara a todo el mundo que le gustaba alguien, y Jurina misma no se sentía en la capacidad de decirlo en voz alta aun.
"No preguntes" Agradeció que su amiga no insistió en el tema, eso es lo que más le gusta de ella, sabe cuándo darle espacio a las personas.
Justo como lo pensó, en menos de 10 minutos en los que hablaron por celular de cualquier tema random, le llego un correo con información básica de Furukawa Airi.
"Hay lo tienes, no preguntes donde lo conseguí" Tampoco pensaba hacerlo, Jurina aprendió que es mejor no saber algunas cosas.
"Gracias Mayu, te veo mañana" Se despidió de esta última para centrar toda su atención al correo que recién le había llegado.
Furukawa Airi, 17 años escuela XXXX tercer año de secundaria, al parecer la chica venia de una familia más que rica, su padre es dueño de una franquicia de hoteles, además de esto tiene las mejores notas de su salón, pertenece al club de artes y por si fuera poco, también es linda.
Esta era toda la información que había, ahora recordaba donde había escuchado su nombre, Airi había ganado un concurso de manga el año pasado, pero ya que Jurina no está muy interesada en ese tipo de cosas, rápidamente se olvidó del suceso.
Junto con la información, había unas cuantas fotos de Airi, en donde se podía ver su lujoso estilo de vida, con que era ese tipo de personas las que le gustaba Rena, aunque Jurina sabía que su mejor amiga no estaba detrás del dinero de Airi ni mucho menos, claramente era alguien exitosa, además que parecía carismática. Jurina lanzo su teléfono al otro lado de la cama con frustración, aun sin conocer a Airi, podía sentir que esta no le agradaba.
Desde que era pequeña Jurina siempre ha tenido esta facilidad para hablar con las personas, siempre era el centro de atención sin importar que hiciera, con tan solo cruzar dos palabras con ella ya quedabas fascinado. Jurina siempre le gusto toda la atención que obtenía, con tan solo 8 años ya sabía cómo usar su carisma natural a su favor, para ella era fácil hacer que las personas (incluyendo los adultos) hicieron lo que ella quisiera tan solo con una sonrisa, todos a excepción de la chica transferida.
"Mucho gusto mi nombre es Mastui Rena" La chica de cabello negro se presentaba a la clase, la primera impresión que Jurina tuvo de ella, era que no podía ser más normal, era algo insípida, simple y por cómo le costaba levantar la mirada, dedujo que debía ser tímida
"Espero que la traten bien, siéntate al lado de… Jurina" Concluyo la profesora.
La chica nueva camino lo más rápido que pudo hasta el puesto que le asigno la profesora, una vez en su asiento Jurina la observo por un momento, de cerca era algo linda, su piel es muy blanca, Jurina se preguntaba si estaría enferma o algo así.
"Espero que seamos amigas" Le sonrió Jurina, actuando de la misma manera que lo hace para complacer a todos, como todos suponen que Jurina es, pero la chica a su lado no hizo más que asentir levemente con su cabeza.
Los días pasaban y Jurina seguía intentando acercase a Rena, solo para que esta la rechazara una y otra vez, le ofrecía dulces pero Rena no los tomaba, intentaba iniciar una conversación pero la chica de cabello largo solo respondía con un cortante sí o no, incluso le llego a ofrecer su jugo favorito, pero la respuesta siempre era la misma. Jurina ya se comenzaba a sentirse irritada, porque esta chica es tan antipática, pensaba Jurina, a quien no le cabía en la mente que existiera alguien capaz de rechazarla.
"Hoy jugaremos a los quemados" Les informo alegremente su profesora de educación física, Jurina no podía estar más feliz, nadie era mejor que ella en el juego, pero casi pudo escuchar un quejido de Rena, aunque pensó que nada más lo había imaginado.
Se formaron los equipos en orden alfabético y se dio comienzo al juego. Jurina sentía que estaba jugando sola, el equipo que se le asigno no hacia completamente nada, solamente ella había logrado golpear a un par de oponentes, pero por cada rival que saliera, 3 de su equipo eran golpeadas.
Para cuando se dio cuenta, el grupo rival estaba casi completo, cuando en su equipo solo estaban ella y… Rena, quien parecía estar a punto de llorar, Jurina no sabía cómo Rena había logrado llegar tan lejos, y la mirada aterrada en los ojos de Rena despertó algo en Jurina, no disfrutaba para nada verla así, y no se podía explicar el porqué.
Presa del miedo al ver como los rivales estaban a punto de lanzarle balones a la cara, los reflejos de Rena fueron acuclillarse y cubrir su cabeza, estaba lista para recibir el impacto de los balones de goma, pero estos nunca llegaron; cuando se atrevió a levantar su vista, lo único que vio fue la pequeña espalda de alguien que al parecer la estaba protegiendo de todos los balones.
"Solo quédate ahí" Jurina no sabía que estaba haciendo, se estaba poniendo a ella en peligro solo para proteger a Rena, pero su cuerpo se movió solo cuando vio que las pelotas se dirigían a gran velocidad hacia una indefensa Rena.
Como podía esquivaba las pelotas sin dejar que estas llegaran a Rena tampoco, pero eran muchas y una se le escapó por un lado, Rena estaba fuera del juego, y cuando se giró para ver si se encontraba bien, un balón la golpeo a ella, el juego había terminado, y había perdido.
Jurina se sentía frustrada, nunca había perdido un juego de quemados, pero en este momento algo más importante parecía ocupar su cabeza.
Aun en la mitad del gimnasio, Rena seguía en cuclillas aun después de que el juego acabara, Jurina preocupada se acercó a ella, temía que tal vez el balón la hubiera golpeado en el rostro.
"Rena, estas bien" Se apresuró a preguntar, pero no estaba preparada para lo que paso a continuación.
Rena alzo su cabeza, una tierna he inocente sonrisa curvaba sus labios, y sus ojos parecían brillar, Jurina se quedó sin palabras ante la deslumbrante escena que estaba presenciando.
"Muchas gracias por protegerme" Dicho esto dejo un suave beso en la mejilla de Jurina para después caminar hacia la profesora que los estaba llamando.
Jurina se quedó pasmada en su lugar, sentía como sus mejillas o más bien todo su rostro comenzaba a calentarse, su mano se dirigió al lugar en el que los suaves labios de Rena habían estado, "Se ve muy linda cuando sonríe" era el único pensamiento que cruzaba por la mente de Jurina.
Al día siguiente Jurina no tuvo más opción que despertarse para un día más de escuela cuando la alarma de su celular sonó, no habría dormido más de cuatro horas, sabía que tendría que tomar más de una taza de café para sobrevivir el día entero.
"No sé cómo haces esto todos los días Mayu" Jurina comento después de un largo bostezo cuando se encontró a Watanabe Mayu en la entrada del colegio "Siempre trasnochas pero al otro día parece como si hubieras dormido toda la noche"
"Se llama experiencia" Le respondió muy orgullosa de sí misma la más bajita. Las ojeras de Jurina se podían ver a un kilómetro de distancia, y cada dos por tres bostezaba como si fuera su única misión en la vida "Te ves terrible"
"No dormí bien anoche"
Ambas comenzaron a dirigirse a su salón de clase, el cual se encontraba en el tercer piso ya que eran de ultimo grado, pero aunque solo eran unas cuantas escaleras, el camino a su aula siempre tardaba más de lo que debía, ya que en cada esquina había un grupo de chicas esperando para dar sus buenos días a la estrella del club de tenis, Matsui Jurina.
"No se cómo lo soportas" Se quejó Mayu, ya que de alguna manera siempre se veía en medio de la cantidad de fans de Jurina, y no es que le agranden las multitudes.
"Se llama experiencia" Le respondió Jurina con una sonrisa burlona.
Cuando finalmente lograron llegar al tercer piso y por ende a su salón de clases, Jurina solo tuvo que dar un paso adentro para recordar el motivo de su insomnio; en una esquina del salón se encontraba a lo que la mayoría describiría como una chica invisible, de ese tipo que pasa siempre desapercibida y tampoco busca ser reconocida por nada ni nadie en especial, pero para Jurina era todo lo contrario, siempre que posaba sus ojos encima de Matsui Rena parecía como si esta brillara, sus ojos siempre lograban encontrarla sin importar cuanta gente estuviera a su alrededor, casi como si fuera una especie de imán, que nunca falla en obtener toda su atención.
Jurina le había atribuido a esto el hecho de que siempre ha velado por la seguridad de Rena, porque simplemente sentía que era natural el estar siempre pendiente de todos los movimientos de la otra Matsui, así que era normal el que sin importar cuando o donde, su atención siempre se veía robada por ella.
"Buenos días" Jurina camino directamente hacia Rena ignorando cualquier otro saludo
"Buenos días" Junto con las sonrisa de Rena, Jurina sentía que su día por fin daba comienzo "No dormiste bien anoche verdad" Rena dijo burlonamente al notar las grandes ojeras alrededor de los ojos de Jurina.
"Que lista eres" Le respondió Jurina sarcásticamente.
"No olvidaste… aquel tema verdad" Rena le susurro a Jurina, al mismo tiempo que sus mejillas tomaban color.
Y ahí está de nuevo, ese dolor punzante en el pecho y esa extraña sensación en la boca del estómago, Jurina se había estado sintiendo de esta manera desde la inusual confesión de Rena.
"Si claro claro" Jurina se forzó a responder con la mejor sonrisa que pudo encontrar, ni siquiera sabía que se supone que debía hacer.
"Jurina, Rena" Escucho que alguien llamo sus nombres, al girar se dio cuenta que eran sus otras dos amigas, Miyazawa Sae y Suda Akari junto con Mayu; agradeció internamente el buen momento en que interrumpieron.
"Hablaremos de esto después"
Junto con esas cuatro personas, Jurina sentía que podía ser ella misma, no había necesidad de sonrisas falsas, ni ninguna de ellas esperaba nada de ella, porque al parecer, todas las personas que conoce ponen sus expectativas en ella, ya sea en sus competencia deportivas o en los estudios, ha escuchado que incluso la llaman la chica prodigio, y aunque en un inicio le gustaba como las demás personas parecían alabarla y adularla cada que podían, llego el momento en el que se cansó y todo se volvió abrumador.
"Me debes una revancha en la práctica de hoy Jurina" Sae la desafío una vez más, cuando normalmente su oponente no quisiera volver a enfrentarla, Sae nunca parecía aflojar su determinación.
"Te venceré cuando quieras" Le respondió Jurina feliz de tener una rival que no se rindiera.
Mientras Jurina discutía con Sae y Mayu, a un lado se encontraban Akari y Rena, en algún momento se habían vuelto buenas amigas, y Jurina no podía estar más agradecida, Rena nunca había sido buena para hacer amigos, pero en secundaria comenzó a abrirse más, a pequeños pasos, pero peor es nada.
"Muy bien clase, a sus asientos" La profesora había llegado, a lo que todos los estudiantes hicieron lo que esta mandaba, comenzó entonces a dar la información de diferentes materias, que profesor no podría venir y que trabajo debían entregar "Y por favor no se les olvide, que los exámenes de admisión están cerca" Les recordó una vez más que estaban en tercer grado, y que era momento de tomar decisiones.
"Últimamente hasta la comida me recuerda los exámenes de admisión" Se quejó Mayu que estaba sentada al frente de Jurina, quien en realidad parecía tener la mente llena de otras cosas.
"Jurina ven un momento" La profesora la llamo, y saliendo de salón, porque al parecer nadie más podía escucharlas, la profesora le dio unas buenas noticias "Lo de tu beca ya se está discutiendo, y va en buen camino" Le dijo con una sonrisa.
Jurina no podía estar más emocionada, sabía desde que entro a la secundaria que tendría que aplicar por una beca, incluso si sus padres no se lo decían, sabía que pagar por la carrera universitaria que Jurina quería era algo complicado para el presupuesto de sus padres.
"Muchas gracias Shinoda-sensei" Jurina no tardó en hacer una reverencia, su profesora es quien más la había estado ayudando y aconsejando.
"Incluso podría ser mejor, pero no te lo diré hasta que no esté confirmado" Fue lo último que dijo antes de comenzar a alejarse.
El resto de la tarde paso de lo más normal, una clase aburrida tras otra, lo único que hay para destacar era el comportamiento de Rena, quien durante todo el día no dejaba de enviarle esas miradas cómplices Jurina, casi como recordándole con la mirada cada que podía que tenían un asunto pendiente.
"¿Y bien?" Pregunto Rena acercándose a la otra Matsui, al ver que al final del día no habían hablado ni una sola vez del tema, y que igualmente Jurina empacaba sus cosas sin intenciones de hacerlo.
"Lo siento, ya hablaremos mañana tengo club" Jurina sentía que había evadido una bala, aunque sentía una carga de conciencia también, Rena parecía muy entusiasmada con la idea y ella ya le había dicho que la ayudaría.
"Yo también tengo club, hablamos de regreso a casa" Rena tomo por sorpresa a Jurina, nunca antes había escuchado que Rena estuviera en un club.
"¿Desde cuándo?" Pregunto Jurina curiosa, estas eran buenas noticias, Jurina siempre había intentado convencer a Rena de hacerlo, asegurándole que era una buena manera de conocer otras personas, pero esta siempre terminaba por negarse.
"Desde hoy" Se podía notar la felicidad y la emoción en el rostro de Rena.
"¿A cuál club?"
"Al club de arte" De repente la felicidad de Jurina parecía disminuir al recordar quien más pertenece al club de artes, quien al parecer era la verdadera razón.
"No sabía que estabas interesada en el arte" Jurina intentaba disimular la intranquilidad que le produjo la noticia.
Rena simplemente sonrió juguetona, sabía que Jurina no podría hacer todo por ella, por lo que decidió comenzar a poner de su parte también. De verdad se estaba esforzando, nunca antes había estado en un club, y el tener que presentarse a un nuevo grupo de personas sin la presencia de Jurina le ponía los pelos de punta, pero no podía depender siempre de ella.
"¿Entonces vienes por mi cuando salgamos?" Pregunto Rena una vez llegaron a los vestuarios y tendrían que partir caminos.
"Si no te preocupes" Jurina le vio el lado bueno al asunto, de esta manera podría echarle un vistazo a la tal Airi.