Hola a todos amigos y amigas de Ff sé que les dije que les traería un nuevo episodio de mi padre es qué, pero decidí mejor mostrarles el prólogo de la continuación del tan aclamado Vegeta en Equestria II, aquí lo tienen, espero que lo disfruten, la animación de este fic estará lista en el verano, por ahí de Junio o Julio, no sé, pero bueno, suscribanse a mi canal "yordisz 2d" para que no batallen y les llegue la notificación jejej, bueno, sin más que decir, comencemos con esta nueva aventura.

Pd: Un yocto segundo es aproximadamente 1x10E-24 segundos, infinitamente pequeño.


- El comienzo de la incertidumbre -

Las sombras que brindaban la basta vegetación de aquél bosque oscurecían con ligereza el panorama, el sol permanecía radiante en su punto más alto, acogiendo con luz cálida a la vida del planeta, la armonía reinaba con perfección en todos los alrededores, a unos kilómetros de distancia se encontraba el asentamiento más poderoso de tierras equestres, la capital Canterlot, donde las hermanas reales gobernaban con justicia y sume benevolencia, en este particular día que no había muchas audiencias, ambas hermanas tomaban el té bajo la sombra de uno de los muchos árboles que decoraban el patio del castillo en los jardines reales, a metros de ellas se encontraban patrullas de guardias reales haciendo sus rondines de seguridad en el perímetro como solían hacerlo siempre que las princesas se dirigían a zonas muy abiertas.

La hermana mayor miraba con serenidad el líquido café claro que bailaba en pequeñas olas dentro de su taza, emanando un vapor olor a miel que inundaba sus fosas nasales, sus ojos reflejaban profundo pensamiento, mas su lenguaje corporal explicaba que se encontraba en profunda relajación, su melena aurora brillaba destellante contra la luz del sol. Frente a ella se encontraba su hermana menor, acostada sobre su estómago con las patas delanteras cruzadas, sus ojos permanecían cerrados y una sonrisa menguante adornaba sus labios, las alas a sus costados se movían ligeramente al son del viento.

-Luna. -La voz de la yegua de pelaje blanco atrajo suavemente la atención de la menor, haciendo que abriera los ojos para mirar en su dirección. -He estado pensando en algo que comienza a preocuparme.

-Soy toda oídos, hermana. -Le invitó Luna a proseguir, mientras alzaba su taza de té con su magia y le daba un sorbo, para escuchar con atención. – Qué pensamientos te atormentan. -Preguntó.

-Ya han pasado 5 años desde que Goku y el príncipe Vegeta departieron de nuestro lado. -Comenzó Celestia, observando por primera vez a su hermana a los ojos.

-Sí, es imposible olvidar a ambos, simplemente hicieron mucho por nuestro reino, les estaremos eternamente agradecidos. -Aseguró la yegua de pelaje azul marino, agachando la mirada con algo de melancolía, pues nuevamente los recuerdos que compartía con el príncipe volvían a su mente. -Pero siento que no es eso lo que hace que tengas ese gesto en tu rostro.

-Estás en lo cierto, no es eso lo que me preocupa. -Respondió Celestia, mientras que en su magia atrapa una flor que se encontraba en la vegetación que la rodeaba, para ponerla frente a su rostro, apreciándola con delicadeza. – Recuerdo que en una de sus pláticas, el príncipe Vegeta y Goku comentaban acerca de tiranos que ya habían enfrentado, y que siempre aparecía uno más poderoso que el anterior que amenazaba con acabar con la existencia de todo. -Depositó la flor a un lado, para mirar de nuevo a su hermana. – Nosotras, ni uniendo nuestras fuerzas pudimos derrotar a la última amenaza ¿Qué pasaría si aparece algo más poderoso que lo anterior?. -Preguntó, mientras la incertidumbre invadía su interior. -¿Qué será de nosotros en un caso así?.

-No lo sé hermana, pero tendríamos que luchar de nuevo, hasta nuestros últimos alientos. -Aseguró Luna, alzando la mirada al cielo. -Nos enteramos gracias a ellos, que el cosmos, en la infinita lluvia de estrellas hay lugares que, albergan vida como nuestro reino, las posibilidades son infinitas. -Uno de sus cascos delanteros se tensó. -Solo nos queda rezar porque nada así suceda de nuevo, ya que incluso los creadores de la vida no podrían ayudarnos.

-Sin la ayuda de Goku y el príncipe, es seguro que estamos condenados. -Anunció Celestia con un pequeño nudo en la garganta.

-¡Hermana!. -La voz alzada de Luna sobresaltó ligeramente a Celestia. -No permitiré que piensas de esa manera, recuerda lo que nos dijo el príncipe antes de partir a su hogar, que entrenáramos y nos volviéramos más fuertes para estar listas ante cualquier amenaza. -Se alzó en sus cuatro cascos, mientras un aura de color azul claro adornaba su cuerno y iluminaba con una intensidad superior a la luz del sol. -Desde ese día he estado entrenando, practicando mis hechizos para volverlos más poderosos, no le fallaré a la petición del príncipe ¡tú deberías de hacer lo mismo!. -Apuntó con un casco a Celestia, quien se alzó de su lugar igualmente, la preocupación sin abandonar su gesto.

-No seas ingenua Luna. -Masculló con desesperación Celestia. -Ambas sabemos que no importa qué tanto entrenes tu magia, jamás podrás superarte a tal grado como lo demostró el príncipe y Goku. -Soltó un suspiro pesado, mientras observaba a su hermana con ojos afilados. -Somos princesas, no guerreras, no podemos estar todo el día entrenando, nuestros súbditos también nos necesitan.

-¡Si no podemos ganar una batalla contra el enemigo no habrá súbditos a los cuales atender Celestia!. -Exclamó Luna con el ceño fruncido y ojos afilados igual que su hermana. -¡La ingenua eres tú! La debilidad que desbordas te convertirá en presa fácil para los tiranos que amenacen con destruir por lo que hemos trabajado durante mil años. -Dejó salir su ira creciente en un solo suspiro. -Siempre fuiste así de blanda Celestia, un blanco fácil contra tus enemigos.

-¡Fue gracias a eso que tu sigues con vida Luna!. -Vociferó con ira Celestia, provocando un gesto de impresión en su hermana menor y que un silencio se apoderara por completo del ambiente, pero la ira no terminaba ahí. -¡Si hubiese sido como tu querías te habría matado en aquél momento!. -La ira no le dejó ver las dos lágrimas que se habían formado en los ojos de su hermana, fue un momento después que entendió lo que había hecho, pero era tarde para arrepentirse.

La yegua de la noche se dio media vuelta, dándole la espalda, mientras habría sus alas majestuosamente, sin mirar hacia atrás en algún momento.

-Luna… yo lo sient-…-

-Estaré en mi habitación por el resto de la tarde, te veré en la cena, Celestia. -Anunció con frialdad la yegua de la noche, lo que hizo que el corazón de la alicornio mayor se estrujara ligeramente.

-Hermana… -Murmuró Celestia, mientras observaba como la alicornio de la noche despegaba vuelo hacia su ala del castillo, suspiró ligeramente. -Al parecer le príncipe era el único que la podía entender mejor.

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En Ponyville, más específicamente el castillo de la princesa Twilight, las 5 amigas de la yegua color púrpura se encontraban discutiendo en el salón principal, mientras Spike, sentado en el lugar de la alicornio de la amistad, observaba con un gesto mortificado a sus amigas.

-¡Nuevamente está así!¡la pobre ni siquiera puede volar por el estrés!.- Exclamó Rainbow sobrevolando el mapa cutie mark, sus amigas siguiéndola con una mirada mortificada. -Esta mañana vine a recoger una copia del nuevo libro de Daring Doo, pero solo encontré un absoluto desorden de libros por donde quiera ¡y ella por ningún lado!.

-Tranquilízate querida, ya sabes cómo es ella cuando algo nuevo la apasiona. -Comentó Rarity, mientras sorbía un té que el dragón de ahora tamaño mediano le había traído, curiosamente solo a ella. -Estoy segura que se compondrá en unas horas.

-No lo sé terroncito, siempre que sucede esto tenemos que venir a jalarle las riendas, frenarla como la mula que es. -Anexó Applejack.

-¿Ven? Applejack opina lo mismo, debemos encararla directamente. -Aseguró Rainbow.

-No lo sé, podría ponerse mal… -Murmuró Fluttershy.

-¡Qué tal! ¡Ya terminé de recargar mi cañón de fiestas para la fiesta que le haremos a Twilight!. -Exclamó Pinkie con una sonrisa de oreja a oreja.

-Ponis, esperen un segundo, en este momento Starlight está hablando con ella. -Las calmó con prontitud el dragón de ahora el tamaño de Big Mac. -Estoy seguro de que-…- No terminó de hablar porque las puertas de la sala secundaria se abrieron de golpe, dejando ver a una unicornio lila con un ceño que podía partirle en dos la cara.

-¡Me rindo! ¡intenté de todo y aún sigue de neurótica!¡no sé que le pasa a esa yegua loca!. -Vociferó, mientras cruzaba el salón ignorando a todos. -¡Me voy a mi cuarto!. -Masculló, dando un portazo a otra de las muchas puertas que se encontraban ahí. Todos permanecieron en silencio un par de segundos.

-Bueno, es nuestra luz verde. -Aseguró Rainbow, volando a la habitación de la alicornio en cuestión. Las otras cuatro yeguas y dragón la siguieron en silencio.

Llegaron a la habitación y al escuchar un llanto con bastante volumen se apresuraron a entrar, para encontrar a la yegua de pelaje púrpura de pansa en el piso con las alas y cascos delanteros cubriendo su rostro, mientras las lágrimas seguían rodando por sus mejillas moradas y redondas.

-¡Twilight qué sucede!. -Exclamó con suma mortificación y angustia el dragón, inclinándose al lado de la yegua y alzándola del suelo para atraparla en un abraza, mientras esta por reflejo se aferraba a él con fuerza, procediendo su llorar. -Twilight, vamos di algo.

-Terroncito ¿por qué lloras?.-

-Si querida ¿por qué la angustia! –

Las otras amigas permanecieron en silencio, dándole tiempo a que se calmara, mientras que el pequeño dragón seguía acariciando su melena con sus garras delicadamente. Eventualmente el llanto se convirtió en sollozos y los sollozos en pequeños hipos que se fueron regulando rápidamente, hasta que la respiración de la alicornio volvió a la normalidad.

-Querida… -Rarity, junto al resto de amigas se acercaron a la princesa, posando un casco sobre ella, mirándola con preocupación y tristeza. -¿Qué es lo que pasa? .-

-Sabes que puedes contarnos lo que sea Twilight, somos tus amigas ¡vamos!. -Aseguró Rainbow, mientras la observaba a su mejor amiga sufriendo.

-Yo... chicas… -Twilight dejó salir un suspiro por su boca, mirando a las yeguas frente a ella con ojos brillosos. -¿Recuerdan las pesadillas que tuve de un ser bípedo que acababa con toda la existencia poni antes de que llegara el príncipe Vegeta?. -Las cinco asintieron.

-Sí, pero después mencionaste que eso que veías en tus sueños poseía una maldad únicamente como la de Cooler y Freezer. -Comentó Rarity.

-Si, bueno. -Twilight soltó otro pequeño hipo. -Esas pesadillas volvieron. -Reveló, mientras observaba como sus amigas y Spike iban abriendo sus ojos gradualmente, al igual que sus bocas.

Esas palabras provocaron que una tormenta de escalofríos recorriera el cuerpo de las cinco yeguas y Spike, sus corazones comenzaron a latir con potencia, al igual que la transpiración se les disparaba, comenzando a formarse gotas de sudor sobre sus frentes.

-Es… si esta es una broma es momento de que la termines Twilight. -Pidió Rainbow, mientras todos los bellos de su cuerpo se ponían de punto y su mirada iba de izquierda a derecha desenfrenadamente, los pensamientos asaltaban su mente a mil por segundo, posibles escenarios, posibles catástrofes, todo era horrible. Las otras cuatro yeguas se encontraban en un estado similar.

-¡Cómo crees que bromearía con algo como esto Rainbow!. -Exclamó furiosa la alicornio.

-Calma Twilight, son tus amigas, solo fue una duda. -Le sugirió Spike, logrando lo deseado, pues la yegua se volvió aflojar en los brazos del dragón.

-Lo siento chicas, he estado tratando de prepararme para todo lo que venga, por si algo malo vuelve a suceder, buscando hechizos prohibidos y demás. -Comentó con tristeza y una actitud rendida, sus ojos color morado se cerraron, derramando dos nuevas lágrimas. -Pero en el fondo y al final, sé que nada de lo que hagamos será suficiente, simplemente, seres como el príncipe ya no podrán ayudarnos nunca más, y ellos eran los únicos con poderes titánicos para derrotar a esa clase de amenazas.

-Vamos Twilight, no pienses así. -Mencionó Applejack, con el ceño semi fruncido, mientras Fluttershy asentía junto a Pinkie pie, quien tenía el cabello lacio por la angustia que la estaba invadiendo.

-Nos enfrentamos a Storm King, contamos con la ayuda de los hipogriffs, de los griffins y ahora Torax y Ember seguro que podrán ayudarnos. -Aseguró Rainbow, con un gesto lleno de confianza. -Podremos derrotar a los aliens que vengan a invadirnos.

-Además querida, si mi memoria no me falla el príncipe mencionó que todos los de la raza de Freezer ya están muertos, es imposible que existan amenazas de ese calibre. -Secundó Rarity, mientras despojaba una gota de sudor de su frente con una pequeña manta de seda. -Son solo sueños ¿No has tratado de consultarlo con la princesa Luna?.

-¡No! ¡ustedes no lo entienden!. -Exclamó Twilight nuevamente alterada, saliendo del abrazo de Spike, para ponerse a caminar de izquierda a derecha en señal de estrés y pensamiento.

-¿No entender qué Twilight?. -Preguntó Pinkie pie, con una ceja arqueada.

-No es nadie como Freezer el que parece en mis sueños, es alguien… -Cerró los ojos con fuerza, otro par de lágrimas encontraba su lugar en el piso.

-¿Qué es Twilight?. -Preguntó Fluttershy con ligera timidez. Las demás amigas mirando expectantes.

-El… el ser que ahora veo en mis sueños exterminando a todos es… el señor Goku. –

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-¿Qué sucede Flurry?¿Por qué no has salido de tu habitación en todo el día?. -Preguntó la princesa del amor desde el marco de la puerta a su hija de 6 años de edad, la pequeña potra alicornio se encontraba envuelta en una cobija color azul que le había regalado su padre. -Me tienes preocupada, los sirvientes mencionaron que ni siquiera has ido a comer.

-No tengo ganas mamá, déjame sola, no me siento bien. -Respondió cortante la pequeña princesita, con el ceño arrugado.

-Hay días en los que sueles ponerte así sin que nadie te moleste ¿no le puedes contar qué sucede a tu madre?. -Insistió con mortificación y tristeza Cadance por su hija.

-No mamá, déjame sola ya te dije que no tengo humor. -Respondió la pequeña de pejale blanco y risos azul morados rosados, haciéndose más bolita entre las frazadas de su cama. Cadance dejó escapar un suspiro pesado, permaneciendo ahí por algunos segundos, hasta que desistió y se dio media vuelta.

-Sabes que, no solo soy tu madre, si no también tu mejor amiga con la que puedes contar para lo que sea. -Miró por encima de su hombro, para ver como el gesto de su pequeña se suavizaba un poco. -Incluso si se trata de problemas y secretos, si me necesitas ya sabes dónde encontrarme.

La princesa del amor caminó en silencio hasta su trono, donde las audiencias la aguardaban, sus súbditos no eran para nada exigentes y caprichosos, es por eso que las necesidades no eran tan palpables a la hora de las peticiones, pero como princesa, y por juramento propio, atendería a sus súbditos incluso con las tareas mas simples y sin sentido de ser necesario.

-Cadance. -La voz de Shinning Armor atrajo de sus pensamientos a la alicornio de pelaje rosado, quien por reflejo y pequeño susto se detuvo en seco y alzó las alas de sus costados. -¿Qué te sucede? Parece que estuvieras en otro mundo querida. – Observó el semental de pelaje blanco.

-Lo siento querido, es solo que me preocupa nuestra hija, se ha estado distanciando mucho del mundo últimamente. -Explicó la alicornio del amor. -Tan solo en este día no ha salido para nada de su cuarto.

-Hmm, ya veo. -Comentó en voz baja el semental. -¿Qué hay de Sunburst?¿Él no ha visto nada extraño en ella en sus clases?.

-Me ha dicho que se encuentra muy distraída y con desinterés. -Respondió Cadance, agachó un poco la mirada, colocando de nuevo las alas retraídas a sus costados. – la escuchó decir que "nada tenía sentido", es algo muy extraño viniendo de una niña como ella. – Alzó la mirada para conectarla con la de su esposo. -No sé que hacer Shinning.

-Hablaré con ella esta noche, querida. -Aseguró Shinning, mientras abrazaba a la fémina frente a ella con una pata a lo que la alicornio correspondió con un beso en los labios.

En las afueras del bosque Everfree, un lugar ubicado en medio de Ponyville y Canterlot estaba sucediendo algo anormal, la densidad del aire estaba incrementando bestialmente, tanto que el suelo debajo comenzaba agrietarse y comprimirse con dirección al centro del planeta, la temperatura aumentada descontroladamente, los árboles se encendían en llamas, en un instante, una luz blanca cegadora cubrió por completo el área.

¡BOOOOOOM!. Una explosión se expandió en un radio de kilómetros, la luz se disipó dejando ver un enorme cráter al fondo de la tierra, en el centro de la anomalía, la vibración del impacto pudo sentirse desde Sweet Apple Acres, hasta la punta más alejada de Canterlot. Las nubes de polvo comenzaron a dispersarse y asentarse nuevamente, dejando ver a dos figuras humanoides al fondo del lugar. De inmediato aparecieron varios Flash de magia deferentes color al comienzo del cráter, dejando ver a las mane 6 listas para lo que fuese necesario, de lado contrario se encontraban las hermanas reales, acompañadas de la nueva comandante de la guardia real, Fizzlepop conocida en el pasado como Tempest Shadow, acompañada de una pequeña escolta de guardia del batallón de Celestia y el de Luna también. Las yeguas de las puntas contrarias intercambiaron miradas de mortificación y entendimiento.

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El torneo del poder estaba llegando a su límite, sólo quedaban dos universos combatiento, el 7 y el 11, del primero únicamente Vegeta permanecía en pie, Número 17 ya se había sacrificado para darles tiempo a recuperar un poco de energía, Freezer había sido borrado por Zeno sama al intentar atacar desde las gradas a Toppo en su modo Hakaishin cuando este lo eliminó, Goku tenía tiempo de haber sido eliminado desde el tercer enfrentamiento contra Jiren, donde por tercera vez alcanzó la etapa que incluso los dioses de la destrucción veían intocable, el ultra instinto, pero su cuerpo, agotado por todas las batallas sin descanso cedió por completo, no tuvo suficiente tiempo para acertar un golpe definitivo, su estamina había sido drenada por completo de su cuerpo, luchó hasta el final, pero al no poder dominar la parte ofensiva del ultra instinto no pudo hacer nada. El príncipe de los saiyajin, casi al borde del desmayo por su exhaustiva pelea contra el guerrero más poderoso del universo 11 seguía con las manos apuñadas en alto.

-Maldita sea… -Murmuró bajo su aliento, respirando enormes cantidades de aire por la boca y nariz. -Ni siquiera Kakarotto con su nuevo poder pudo hacerle frente, tengo que intentar algo o estaremos eliminados. -El sudor y la sangre descendían por su rostro y cuerpo como si de lluvia se tratase.

-Admite la derrota, guerrero Vegeta. -Mencionó con voz profunda Jiren, mirándolo con ojos afiladas y gesto ligeramente neutro. – No podrás ganar esta batalla. -Anunció.

-¡Cállate insecto!. -Gritó furioso el saiyajin, mientras, con la última pizca de fuerza que le quedaba, adquiría de nuevo su transformación del super saiyajin royal blue. -¡Ya me tiene arto tu arrogancia! ¡Un bastardo como tú que solo pelea interesadamente por olvidar sus traumas no merece la victoria!. -Exclamó, sus manos estaban tan apuñadas que comenzaba a salir sangre de ellas. -Crees que tienes la fuerza absoluta, pero en el fondo solo eres alguien débil y patético, temeroso y traumado por tu pasado, tu obsesión no te llevará a nada basura. –

¡PUUM!¡PAACKS!¡TUUM!¡TUUM!. Una ráfaga incesable de golpes bañó por completo el cuerpo del príncipe, impacto tras impacto recibido por parte de Jiren, podía sentir como sus huesos se hacían pedazos, mientras que sangre nueva salía de su cuerpo, por su boca, nariz, oídos.

-¡Vegeta! ¡qqqrrrgggaaah!¡Maldiciooon!. -Exclamó con furia latente Goku, observando como masacraban al otro saiyajin desde las gradas, sus compañeros de equipo, Bills y Whiss miraban con tristeza y desesperanza lo que sucedía frente ellos.

-Universo 7, ya han perdido, será mejor que vayan despidiéndose. -Comentó Velmod entre carcajadas burlescas y altaneras, Bills sentía como la ira lo invadía, pero nada podía hacer al respecto mas que limitarse a observar y esperar el mejor de los casos, aunque eso era imposible.

-Aaggh. -Exclamó Vegeta, escupiendo sangre por montones de su boca, uno de sus ojos totalmente hinchado, morado y con sangrado constante, su cabello azul marino volvió al color negro carbón, se desplomó de rodillas frente al guerrero del universo 11, quien detuvo su brutal ataque en ráfagas. -No… perderé… por… Cabba… Bulma… Trunks… el universo 7… -

-Puede que desaparezcas de la existencia, orgulloso guerrero Vegeta. -Anunció Jiren, alzando una mano frente al saiyajin, comenzando a formar una pequeña esfera de ki rojo. -Pero tanto tú, como Son Goku vivirán en mis recuerdos por siempre, ha sido una buena pelea, pero esto tiene que terminar. -El alien gris lanzó el ataque contra su enemigo, cubriéndolo por completo en la esfera de poder.

BOOOOM. La explosión cubrió una pequeña porción del campo de batalla en ruinas. El saiyajin, aún dentro del ataque continuó su camino hasta el abismo de la nada, desapareciendo para volver a reaparecer sobre las gradas junto a sus camaradas del universo 11, todos permanecían pálidos y en silencio, el sudor y los nervios los carcomían por dentro, sabían que su fin se avecinaba.

-Nooo… -Murmuró Bills el corazón se detenía en su pecho.

-Todos los combatientes del universo 7 han caído, por lo tanto, el universo 7 será eliminado -Anunció con voz sombría Daishinkan.

Los zenos se miraban entre ellos con un poco de preocupación y remordimiento, libraban una batalla interna por la cual decidir si eliminaban o no ese universo, ya que ahí se encontraba su primer y único mejor amigo Goku, comenzaron a hablar en voz baja entre ellos.

-Jaja, lo hiciste bien, Vegeta. -Mencionó Goku, con un ojo caído y aún lleno de heridas. -Jiren es un guerrero formidable, realmente es asombroso. -Comentó con una sonrisa alegre, eso asombró a todos, sin duda Goku incluso en los peores momentos sabía sonreir.

-Todos pelearon bien, estoy orgulloso de ustedes. -Comentó Bills, mientras sentía como algo descansaba en su hombro, levantó la mirada para ver como Whiss le dedicaba una sonrisa melancólica.

El príncipe de los saiyajin mantenía la mirada baja, mientras las lágrimas desbordaban en silencio por sus ojos, había fallado, había fallado como guerrero, como padre, como amante, como maestro, su debilidad no le permitió mantener su promesa, estaba totalmente débil y devastaba, odiaba con toda su existencia ese sentimiento, la impotencia que sentía le hacía sentir que estaría mejor muerto, o borrado de la existencia.

-¿Qué sucede Zeno samas?. -Preguntó Daishinkan al ver que estos aún no borraban al universo 7. Tenemos que proceder para otorgarle el deseo al guerrero Jiren.

-Si si, solo estábamos discutiendo algo. -Anunciaron los Zenos infantilmente mientras miraban de nuevo al frente.

A diferencia de las otras ocasiones, esta vez solo un Zeno levantó la mano, iluminándola de un color blanco, al igual que lo hacían todos los del universo 7 a excepción de Whiss, antes de que este aplastara su mano en un puño, el segundo Zeno alzó la suya iluminándola de un color rojo, mientras que dicho color envolvía los cuerpos de Goku y Vegeta, nadie mas que Daishinkan se percató de esto, pues un Yoctosegundo después todo el universo desapareció por completo, solo quedando Whiss sentado en su lugar acompañado de los demás ángeles.

Daishinkan invocó al super Shenron.

-Cuál es tu deseo ¿Guerrero Jiren?. -Preguntó el gran sacerdote. El mas poderoso Pride Trooper cerró los ojos, cruzándose de brazos, mientras esbozaba una sonrisa arrogante.

-Mi deseo será poseer el entendimiento de la fuerza que va mas allá de la fuerza absoluta. -Ordenó Jiren, mientras los camaradas del universo 11 miraban con una sonrisa alegre a su campeón.

-Qué desagradable deseo, los mortales son demasiado egoísta, ya veo porque 8 universos tenían un nivel de mortales tan bajo. -Ambos Zenos comentaron, alzando sus manos. -Por eso todos, incluso los que no participaron, serán borrados. –

Una sonrisa diabólica se dibujó en el rostro de Daishinkan, al escuchar los gritos de sorpresa y ver los gestos de shock y asombro de todos en las gradas. Los demás ángeles permanecieron inexpresivos en sus asientos, casi como unas estatuas.

-Empezaremos de cero, creando nuevos universos. -Exclamó el Zeno de la derecha. -¡Borrar!.

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Vegeta abrió y dio un salto de la cama donde se encontraba, bañado totalmente en sudor, respirando pesadamente por la boca, recuperó sus sentidos observando que aún se encontraba con su traje azul roto hasta la cintura, las enormes heridas que llevaba en su cuerpo habían sido limpiadas y vendadas, sintió como una corriente fresca de aire recorría su espalda, observó que sus botas blancas se encontraban al lado de la cama donde se encontraban, se las colocó rápidamente, todo mientras trataba de procesar qué estaba sucediendo, sus últimos recuerdos fueron antes de ser borrados por Zeno, observó como un par de telas de seda cubrían la luz azul de la noche que quería entrar en la habitación, caminó cuidadosamente hasta pasar por ellas, saliendo y dejando ver un palco de gran tamaño, que daba vista a un paisaje hermoso bañado por la luz de la luna, mientras que abajo podían verse luces de todos colores en las casas y edificios que podían verse desde su punto de vista. Caminó hasta la esquina del palco, no entendiendo qué estaba sucediendo, sus pensamientos recorrían a mil por segundo.

-Príncipe Vegeta, qué bueno es ver que ha despertado, al parecer el señor Goku aún sigue inconsciente. –

Los ojos del saiyajin se abrieron a más no poder, mientras sus pupilas se dilataban a pequeños puntos, el sudor comenzó a perlar su frente, al igual que aún con el dolor en su cuerpo, podía sentir que las piernas le temblaban ligeramente. Lentamente y como pudo, se dio media vuelta para ver a alguien que no pensó ver jamás de nuevo en su existencia, no podía articular palabra algunas, simplemente estaba inmutado.

-¿Esta llegada también fue inesperada príncipe? Lo noto muy nervioso. -El saiyajin sintió como un par de alas azul oscuro lo rodeaban con delicadeza y ¿ternura?

-L-Luna… -

-Príncipe, al parecer hay mucho de qué hablar. -Observó la alicornio de pelaje azul oscuro.