Ilusión y Decepción
—¿Que haces? —Pregunto la chica. Su acompañante le sonrió, pero su pregunta fue totalmente ignorada.
—¡Mira! —El chico exclamo señalando la flor que tenia en sus manos, para luego ponerla en el cabello de la chica en frente suyo. —¡Ta-da! ¡Mira que linda te vez, Emilia-Tan!
—¡Subaru! —Lo regaño ella avergonzada y con las mejillas levemente enrojecidas, pero sonriendo a la vez.
Rem, quien observaba la escena desde lejos, también sonrió y se alejo a paso lento del lugar en dirección a la cocina.
Una vez allí, oyó lo que menos necesitaba oír en ese preciso momento: sus risas felices y despreocupadas.
Subaru y Emilia reían sinceramente, tranquilos y con notoria felicidad y cariño en el ambiente.
Los platos que sostenía en sus manos cayeron y se rompieron. Probablemente obra del destino para materializar más el dolor de su roto corazón; roto como aquellos blancos platos de porcelana.
¿Desde cuando habían empezado a humedecerse sus ojos? No lo sabia. Pero ahora podía sentir, dos, cuatro, y el número aumentaba, de lágrimas cayendo por sus mejillas sin control alguno.
Pero... Subaru también era así con ella algunas veces, le regalaba flores o salían juntos de compras al pueblo.
Entonces, ¿por que se sentía tan rota y triste?
Oh, claro. Era distinto. Era cariño distinto. Probablemente el la veía como su hermanita menor o algo así.
Él ya la había rechazado y le había dicho sobre sus sentimientos por Emilia. Ya sabia que no tenia y seguramente tampoco tendría una oportunidad de ser correspondida en un futuro.
Pero mientras recogía los trozos de lo que solían ser platos, se preguntaba; ¿por que él era así? ¿Acaso no veía que le estaba dando esperanzas con sus acciones, que la ilusionaba? Lo más seguro es que no.
Cada vez que le acariciaba el cabello, regalaba flores, caminaban juntos, o le decía que se veía linda, su corazón saltaba y una ilusión crecía en su interior.
Una ilusión que pronto se esfumaria cada vez que lo veía con Emilia. Cada vez que Subaru. estaba con la chica de cabellos plateados, aparecía un sonrojo en sus mejillas y en sus ojos un brillo especial.
Y eso era suficiente para que se decepcionara y sus sueños cayeran y se estrellaran con la tan dura llamada realidad.
Maldición. Ni ella misma entendía sus sentimientos por la situación. Por un lado estaba feliz e ilusionada, porque el era tierno con ella y le decía cosas bonitas, pero por otro lado eso le dolía y decepcionaba, porque le mostraba algo que no podía tener.
Ilusión y decepción; un feliz inicio y un desesperanzador final. Sentirse de ambas maneras a la vez era algo contradictorio.
—¡Auch! —Se llevo su dedo a su boca, pues se había cortado con los platos que recogía.
—¿Hermana? —La llamo Ram entrando a la cocina. —Se que deberías haber preparado la mesa.
Pero al encontrarla y verla en ese estado, con ojeras rojas, lágrimas en su rostro y un dedo ensangrentado, suavizo su rostro. No dijo nada mientras la vendaba, no necesitaba decir nada, y estaba segura de que Rem también lo prefería así. Y una vez su herida vendada, la abrazo.
Y Rem se preguntaba que tan patética veía.
Salio más cortito de lo que esperaba, pensé que seria un oneshot.
¡Solo vi la primera temporada, así que no me vengan a Spoilear! :C.
*Se prepara para el hate*.
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No me agrada del todo Rem.
No me malinterpreten, no la odio ni a ella ni a Emilia, pero no me llamaron mucho la atención. Subaru si que me cae mal.
Pero sentía que tenia que escribir algo. ¡Dejar un Review no te cuesta nada! Solo digo xD.