HISTORIA DE UNIVERSO ALTERNO, LOS PERSONAJES DE RANMA 1/2 NO ME PERTENECEN, SINO A RUMIKO TAKAHASHI

¡Hola!

Me inspiré y acá está mi participación para la dinámica "Sextember3" de la página de Facebook Fanfics y Fanarts de Ranma Latino.

Acá está el resultado =P

Segundo año consecutivo que participo en esta dinámica =D

Por cierto, gracias por la invitación =D

ONE SHOT de dos capítulos, dramático y lemonoso =P

- Los personajes hablan: aaaa

Pdta: Disculpen cualquier error que se me haya podido escapar…

Sin más disfruten

.

.

.

"Mi delirio"

.

.

.

La vida desde que tengo memoria, siempre ha sido ruda conmigo, pues desde que tengo memoria y en estos 28 años de edad que tengo actualmente, siempre me ha costado mucho.

Sé que no siempre es así, pues dentro de todo, he tenido mis momentos de felicidad. Cortos, pero los he tenido.

Salgo de mis pensamientos cuando escucho…

- Akane, ya es momento que salgas… ya es hora… - dice Taro, que es uno de los encargados del lugar.

Es muy agradable, pero serio y solitario a la vez.

Aunque alguna vez quiso intentar algo conmigo; sin embargo, yo no le di cabida, pues no quiero relacionarme con alguien y menos en el trabajo.

- Bien, ya voy… - le respondo algo desganada; sin embargo, debo recomponerme, pues de esto vivo o vivimos mejor dicho, pues de esto vivimos mi persona especial y yo.

Suspiro con mi antifaz en mano, para luego colorármelo.

Es por temas de seguridad y tranquilidad meramente, aparte de que bueno, me queda completamente bien, haciéndome ver más enigmática.

Me levanto de mi asiento, reviso mi maquillaje y mi vestuario ceñido y pequeño color negro con algunas lentejuelas. Lo reviso justo a la altura de mi busto, pues me coloqué un brassier push up para mejor realce de mis senos que si bien no son enormes (algo que pude hacer ahora, pues a veces por el traje, ni sostén a veces puedo usar), tienen un buen tamaño, así como también reviso mis glúteos en el espejo que tengo en mi camerino, pues la parte de abajo es corte bikini y no quiero tener algún contratiempo sobre todo en esas partes, algo que casi me pasa un par de veces antes, además de que quiero verme bien, pues aunque sea algo pesado este trabajo, me gusta dentro de todo, pero ya dije… la vida a veces es ruda.

Salgo al escenario, las luces se encienden y comienzo a bailar según lo planificado al son de la canción que está sonando. Bailar es algo que me encanta… pese a las circunstancias.

Muevo mis caderas de lado a lado y toda yo lo mejor que puedo, además de que trato de sonreír como puedo y que se vea así, como siempre lo hago. Creo que hasta puedo ser actriz sinceramente, ya que finjo muy bien.

Estoy haciendo mis movimientos sensuales, además de tocarme mientras bailo para dar más énfasis al asunto, desde mi cuello, pasando por mis senos, mis caderas y hasta lo que pueda sin que se vea grotesco, pues la canción es sumamente… sensual, cuando sale el tubo para mi momento de pole dance.

Sí, mi rutina tiene algo de eso, pero es algo que me gusta dentro de todo, además que me ayuda a tener mejor físico.

Los hombres presentes, milagrosamente están tranquilos dentro de todo, aplaudiendo, diciendo cosas que no logro escuchar del todo por la música, sonriendo y sentados aunque con asuntos levantados entre sus piernas… y digo milagrosamente pues hay algunos faltosos que muchas veces quieren subirse al escenario para intentar tocarme, lo bueno es que la seguridad es muy buena aquí.

Todo gracias a Mousse.

Sonrío con más ganas, pues realmente me ha salvado de varios hombres… calenturientos y muy animados, algo que siempre se nota por las carpas entre sus piernas, así como ahora.

Algunos, descaradamente incluso se comienzan a tocar, al parecer según ellos sin que se den cuenta, algo que sé que pasa y no porque me dé cuenta realmente siempre yo de eso (aunque sí alguna vez me di cuenta pero me hago la loca para no vomitar y parar con mi show), sino que al limpiar he escuchado que las pobres chicas de limpieza, encuentran cosas lechosas y raras pegadas en el suelo, lo que indica que siempre hay alguien que se toca hasta botar su ser en pleno show.

Debo decir que al inicio me daba miedo y hasta asco hacer esto, pero luego me animé y animo yo sola pues mi ego de mujer sube al lograr ese efecto en sus pantalones de estos hombres que vienen especialmente a verme a mí, ya que no es por ser egocéntrica, pero soy la portada de este night club.

Suspiro mientras hago lo que hago, disimuladamente claro está.

Me siento sexy y eso es lo que debo demostrar. Sonrío coquetamente.

Tomo el tubo entre mis manos y comienzo a bailar y a hacer mis piruetas, subiendo y bajando del tubo plateado ubicado en el medio del escenario.

Estoy en mis piruetas y movimientos sugerentes sin perder el ritmo, cuando entre la multitud de hombre animados y calenturientos, veo ese par de ojos azules que todas las noches que vengo a bailar y dar mi show, veo que me miran intensamente, los cuales siempre me perturban y logran desconcentrarme.

¡Maldición!

Siempre pasa lo mismo… aun así, siempre logro distraerme con ese tipo… pero siempre logro recomponerme recordándome lo que debo de recordarme siempre.

¡Soy una mujer impedida de ver a quienes me ven con otros ojos que no sean más que por tema laboral!

¡Además ya tienes a tu otra mitad en tu vida!

Me recompongo, hago poses sobre el suelo ahora, subo nuevamente al tubo y continúo con mi show, hasta que este termina, por fin.

.

.

Ya cambiada y luego de revisar que mi pago ya esté en mi cuenta, es que me dispongo a salir de este night club.

Son la una de la madrugada. Hoy salí algo más temprano que otras veces.

Lo bueno, es que mi departamento no es tan alejado de aquí, pues son tan solo unas veinte cuadras, lo malo es que eso no es seguro para mi persona favorita o para mí por temas de seguridad.

Por fin, después de un largo, día, puedo ir a disfrutar con mi amor…

Suspiro… así es la vida.

Estoy caminando, cuando de pronto dos tipos me comienzan a seguir.

Con esa alarma y muy asustada, comienzo a caminar mucho más rápido. Tomaría un taxi, pero eso implicaría un egreso más, egreso que no puedo asumir, pues aunque la paga es buena en mi trabajo de la noche, más que en el de la mañana, no puedo darme ese lujo, ya que tengo cosas más importantes en las qué gastar.

Camino y camino, hasta que sin darme cuenta termino en una calle cerrada y todo por querer desviarlos, lo malo es que la que terminó desviada fui yo.

¡Mierda!

¡¿Qué voy hacer ahora?!

Akane piensa… piensa…

- ¡Estaba seguro que es ella! Ufff preciosa… después de verte bailar me calentaste mucho y tuve que tocarme solo, pero debo decirte que quería más… y por esa maldita seguridad que no permitía nada… ahora que estamos solos… te haré gritar hasta que ya no puedas más… - dice uno de ellos, el más viejo al parecer.

Siento que comienzo a temblar de miedo y frustración, pero no quiero demostrar, pues como sea debo de salir de aquí.

- Y debo decir que ese antifaz no te hace justicia a tu preciosa cara… quisiera vértela haciendo gestos mientras te penetro duro… - dice el otro asqueroso más joven según parece.

Abro muy asustada los ojos, más de lo que creo que ya estaban.

Así que estos tipos asquerosos y malogrados estaban ahí…

Muero de miedo… quiero llorar, pero me contengo.

¿Este será mi fin?

¡No!

¡No puede serlo!

¡Tengo que luchar como siempre lo he hecho en toda mi vida!

Felizmente sé algo de artes marciales… algo de lo que mis padres me enseñaron… antes de… perderlos en ese accidente de hace años…

Comienzo a querer escapar, hasta que llego a la pared que me cierra el paso…

Volteo y los veo bajándose los pantalones… mostrándome sus asquerosos miembros erectos… y comienzan a estimularse…

Me siento morir y con muchas nauseas…. Pero no, no… debo salir sea como sea de esto.

Me jalan del brazo, pero a uno de ellos le doy una patada certera en sus partes, que para su desgracia están al aire. Cae al suelo quejándose de dolor.

Sonrío por eso aunque no sé cómo pues es un logro. Ahora me falta uno.

Quiero patear al otro sujeto, cuando me toma del pie con el que quiero patearlo y hace que caiga al suelo de espaldas.

- ¿Te creíste muy valiente verdad? Pero no preciosa… siempre gano… - y me pega una fuerte cachetada, tumbándome al suelo.

- Por favor… por favor… no me hagas nada… - comienzo a decirle en un ruego, pues muero de miedo y he comenzado a llorar de pavor.

- Jaja cualquiera piensa que me estas rogando para que me hunda en ti de una vez… pero sí, no te haré nada más que disfrutar… y perdón pero por tu culpa es que ahora tendrás un enorme moretón en tu bello rostro… - dice el asqueroso este.

Y comienza a querer sacarme mis jeans.

Yo pataleo y pataleo mientras mis ojos lloran y tiemblo de miedo. Comienza a besarme el cuello…

Tengo que luchar como sea, aunque sienta que no puedo. Lloro más.

Me siento asqueada de mí misma. Siento como mis lágrimas bajan hasta por mis orejas.

Siento que voy perdiendo mis fuerzas, así que mientras sigo tratando se zafarme de este viejo asqueroso, cierro los ojos, pero sin dejar de luchar… pase lo que pase.

Solo sigo llorando y pienso en mi amor.

¡Tengo pavor!

Mi corazón late muy rápido, lo que origine que me sienta agitada.

¡No quiero que esto pase!

- ¡AYUDAAA! – grito como puedo, recuperando el habla, pues el llanto no ayuda y mi nerviosismo tampoco.

Recién pude hablar, pues antes como que ni hacer ruidos podía.

Siento que voy perdiendo mis fuerzas. Solo lloro.

De pronto, y contra todo pronóstico, de un momento a otro siento que el viejo asqueroso ya no está sobre mí, pues mis ojos siguen cerrados con fuerza.

Los abro y nuevamente veo ese par de ojos azules que siempre logran desconcentrarme.

¿Estaré soñando?

Me incorporo como puedo del suelo, arrinconándome sentada. Sigo temblando y mis lágrimas no cesan.

Noto como hay un par de hombres más allá, casi en la entrada a este callejón, pero atentos a la pelea del sujeto de ojos bonitos frente a mí.

Veo como golpea a ambos hombres hasta que estos quedan completamente noqueados tirados en el suelo, pues el que golpee yo se había levantado dispuesto a unirse al viejo despreciable que estaba sobre mí.

De pronto, el sujeto de ojos bonitos se acerca a mí. Yo temiendo de lo que pueda hacerme, bajo mi cabeza y como que me abrazo yo sola, pues no tengo ni fuerzas a estas alturas, además de que mi jean sigue algo abierto y casi a la altura de mis muslos.

Me quiero morir… siento que sigo temblando.

Hasta que lo escucho hablar al parecer cerca de mí, algo que no notaba pues solo miraba al suelo con los ojos llorosos y tocándome donde me pegaron.

- Hola… soy… soy Ranma… Ranma Saotome… ¿Estás bien? Por favor dime que sí… - me dice casi como un ¿Ruego?

Levanto la cabeza muy avergonzada y muerta de miedo, cuando lo veo mejor…

Él se puso en cunclillas para estar a mi altura.

El hombre frente a mí es muy guapo. Es alto de contextura delgada pero al parecer bien formado… tiene el cabello negro con una peculiar trenza. Pero sus ojos… sus ojos son los más bonitos que haya podido ver alguna vez… aunque se parecen a los de… mejor me olvido de eso.

- Yo… yo… ¿Cómo es que tú… - no termino, pues me cuesta hablar por la impresión.

- Tranquila… no te haré daño… ¿Estás bien? ¿Te llegaron a tocar más allá? Por favor dímelo… cuando vi lo que sucedía y darme cuenta que eras tú… no dudé ni un segundo en salvarte de estos enfermos… - dice él… Ranma… creo que se llama así.

¿Y cómo es que llegué aquí? Pues… salí tarde del night club hasta que escuché lo que sucedía, luego al acercarme me si cuenta que eras tú… por esos enormes y bellos ojos pese al antifaz que sueles usar, aunque ahora… lamentablemente se veían completamente diferentes… además de tu cabello inconfundible…

- Yo… yo… muchas gracias… en serio… muchas gracias – y sin pensar en nada, me tiro a los brazos de mi salvador. Nuevamente retomo el llanto anterior.

Él contra todo pronóstico, pues somos unos desconocidos, me recibe.

Yo solo lloro… lloro mucho, pues realmente estaba y estoy muy asustada.

- Sh… sh… tranquila… ¿Pero no te hicieron más de lo que se nota verdad? - me vuelve a preguntar preocupado.

- No, llegaste a tiempo… yo… tenía miedo de que lograran su cometido, pero aun así moría de miedo… - digo tratando de acomodarme algo.

- Me alegro haber podido llegar a tiempo… felizmente que demoré un poco más en el night club, pues suelo irme al instante de lo que terminas tu show… justamente por preguntar por ti… y ¿Te duele? ¡Esos bastardos! ¡Lo pagarán caro! – me dice tocándome el rostro.

- ¿Preguntaste por mí? y sí… – le digo ya separada de él, bajando la mirada y toda mi cara.

- Eh… sí… y alguien debe revisarte… - dice rascándose la cabeza nervioso con su otra mano.

- Entonces… tú eres quien me vas a ver siempre ¿Verdad? Pues tus ojos son inconfundibles… - le digo.

- ¿Te diste cuenta de mí? y alguien debe revisarte… – pregunta avergonzado y dejando de tocarme.

- Pues sí… - ahora me avergüenzo pese a mi estado de temor aminorado ahora.

Esto no fue mi culpa como algunas personas dicen cuando pasan estas situaciones, pero realmente me siento mal y mi corazón sigue latiendo muy fuerte.

- Eso es realmente bueno… me refiero al conocerte por fin… aunque no pensé que sucediera así… - se levanta y me carga entre sus brazos- Ven… dime dónde vives para poder dejarte allí mismo… pues no soportaría que te vuelvas a poner en peligro. - me dice- Por cierto… Michael, lleva a estos dos a la policía y di lo que sucedió… dice a uno de esos hombres que estaba ahí esperándolo al parecer.

Además, alguien debe revisarte y curarte lo del rostro…

- Como ordene señor Saotome. - dice ese hombre vestido de negro cumpliendo su orden.

- Bien… vamos… emm ¿Cuál es tu nombre? – me pregunta.

- Akane… Akane Tendo… y no… no por favor… solo quiero ir a casa… - le digo en un ruego porque solo quiero ir ahí, a casa.

- Es muy… lindo… como… tú… pero… - me responde ¿Tímidamente? Después de todo lo que hizo y está haciendo por mí… no comprendo.

- Gracias… y por favor… solo quiero ir a mi casa… por favor…- le digo.

Y subimos a una camioneta que estaba siendo manejada por el otro de sus hombre que estaba por ahí también.

Trato de acomodarme lo mejor que puedo, pues se notaba un poco de mi ropa interior. Me sonrojo por vergüenza y aun con miedo, me acomodo. Ranma solo mueve la cabeza hacia el otro lado para darme privacidad, algo que agradezco, pero aun así noto un sonrojo en su rostro.

En el trayecto comenzamos a hablar más…

- Akane… mañana te acompañaré para que los denuncies correctamente, ahora solo quise que los llevaran a donde la policía para que se quedaran ahí… - me dice él.

- Yo… - me siento aun afectada por lo sucedido. No sé qué habría sido de mí si Ranma no intervenía para ayudarme.

- Debes hacerlo… - dice viéndome a los ojos, ojos con rastro de lágrimas.

- Si… tienes razón… - le digo.

- Y más bien… lo de tu rostro… yo te puedo curar… - me dice limpiando el rezago de lágrimas que tengo cerca a mis ojos.

- Gracias… - le digo en una mueca que pretendía ser sonrisa, pues la mejilla derecha me duele mucho.

Debo estar horrenda, pero eso es lo de menos.

Y entre miedo, temor y algo de mejoría… llegamos a mi edificio. Seguramente se sorprendería, pues Ranma parece ser un hombre con recursos y bueno pues yo… solo vivo en un lugar modesto.

Llegamos y bajo de su camioneta para subir a mi departamento, pero con lo que no contaba es que Ranma me acompañaría hasta mi mismo departamento, para cumplir su ofrecimiento de curarme al parecer. Incluso le dijo a sus hombres que lo dejaran subir solo. Al parecer son su seguridad o eso creo por sus trajes negros y hasta audífonos y todo eso como en las películas de millonarios.

Aun atontada, asustada y algo perpleja, tácitamente acepté su ofrecimiento.

El hombre que fue a la policía llegó a donde estábamos, pero sin los hombres que llevó, es decir al parecer los dejó como me contó Ranma.

Al abrir la puerta… noto como mi amor está sobre el sofá dormido, seguro cansada de esperarme…

Ingresamos del todo y enciendo la luz.

Ranma solo observa curioso y sorprendido al parecer al ver quien duerme en el sofá. Seguro se quedó esperándome, como suele hacerlo cuando regreso a estas horas.

- Yo pensé… - dice él pero no termina.

- ¿Qué cosa? - le pregunto.

- Que… eras soltera… ¿Y tu… tu esposo? – dice agachando la vista. – Creo que debo irme… - dice ¿Decepcionado?

- No tengo esposo… - le respondo deteniéndolo.

- ¿Eres madre soltera? Perdón… no debo entrometerme… - dice de nuevo.

- Descuida… ella es mi amor… - digo acercándome a donde duerme mi niña y tocarle la frente.

- Es muy linda… se parece a ti… - dice él viendo a mi Sakura. Algo que es verdad, pues tiene el mismo color de mi cabello y la misma nariz y color de tez.

Solo que sus ojos, cuando despierte no son como los míos.

- Gracias… - le digo.

- Sí que lo es… - me dice.

- Gracias… - y creo que me ¿Sonrojo?

No, eso no puede ser… al fin y al cabo solo es la persona que me salvó de algo muy feo que casi me sucede y alguien amable.

Estoy a punto de decirle algo, cuando Akari sale del baño. Pensé que se había ido ya a su turno, pues es enfermera y por lo tanto, pensé no encontrarla ya.

Ella siempre me cuida a mi pequeña cuando puede. Ella es mi mejor amiga.

- Akane… ¡¿Pero qué te pasó?! Y tú… ¿Quién eres? – dice Akari asustada al verme y ahora dirigiéndose a Ranma.

- Yo… - agacho la mirada, pues vuelven los horrendos recuerdos a mí…

- Ella… fue atacada por dos sujetos… - interviene Ranma al notar mi estado.

- ¡¿Qué?! ¡Akane! ¡¿Te hicieron algo?! ¡Dime amiga! ¡Dime por favor! - dice desesperada acercándose a mí para verme y abrazarme.

- No… felizmente Ranma intervino a tiempo… - le alcanzo a decir.

- ¡Gracias a Kami! Y ¿Ranma? – dice ella abrazándome fuerte para luego soltarme y verme tanto a mí como a Ranma.

- Pues… yo soy Ranma… mucho gusto… - dice él.

- ¡Muchas gracias! ¡Akane es como mi hermana! ¡Pero quiero matarlos a esos sujetos! ¡Akane tienes que denunciarlos! ¡Y que los castren a esos desgraciados! - dice mi hermana por elección.

- Ranma me dijo lo mismo… y es algo que haré mañana… - digo.

- Ay cariño… ve a tomar un baño… yo tengo que irme… mañana hablamos o mejor dicho más tarde… ¡Tienes que denunciar a esos mal paridos! Quisiera quedarme más, pero no puedo… lo siento hermana… Te quiero mucho y gracias de nuevo Ranma… Akane… te dejo en buenas manos… soy Akari por cierto… – dice Akari, me da un beso en la frente y un abrazo, se despide de Ranma y de mi bebé y se va.

Estando en eso, me acerco más a ver a mi bebé… es increíble que no se haya despertado cuando habló Akari. Debe estar agotada.

- Y… ¿Cómo se llama? – me pregunta Ranma haciendo referencia al bultito del sofá.

- Sakura… - le respondo, pues Sakura es mi orgullo.

- Bonito nombre… ¿Solo viven ustedes dos acá? - pregunta él.

- Sí… solo ella y yo – le respondo.

- Entiendo… bueno ¿Tienes lo necesario para que te pueda curar? O ¿Envió a Jonathan a comprar algo? - dice Ranma acomedido.

- No, no te preocupes… ya vengo con el botiquín…, pero… antes quisiera… quisiera darme un baño… me siento…. me siento… sucia…- le digo a Ranma de tan solo recordar a ese viejo asqueroso tocándome… de nuevo las lágrimas comienzan a brotar de mis ojos.

- Akane… entiendo… shhh…tranquila… gracias a Kami como dijo tu amiga no pasó a mayores, pero aun así esos imbéciles mal nacidos deben pagar…- dice Ranma y luego me abraza.

Me siento protegida entre sus brazos como hace tiempo que no me sentía.

Lo abrazo y nos separamos avergonzados al parecer.

- Bien… - me responde y me voy al baño para asearme y posteriormente, traer el botiquín, que es en donde tengo mi botiquín.

- Gracias… - le digo en serio.

- No hay problema estaré aquí hasta que salgas… no importa cuánto te demores… - me dice él.

Podría estar asustada de dejar a mi hija con un desconocido, pero no sé por qué Ranma me da paz y tranquilidad.

Sé que mi pequeña estará bien.

Ingreso al baño para asearme.

.

.

Luego de ducharme, y ya estando sentados frente a frente en el sofá que estaba vacío, con él curándome… comienzo a hacerle preguntas, pues esto es muy raro, pero al final de cuentas es un hombre elegante que se ha portado muy bien conmigo y me ha salvado la vida… algo por lo que estoy y estaré muy agradecida con él, aunque siga siendo a final de cuentas un desconocido, algo que me hace algo desconfiada. Aun así, pese a eso… curiosamente no me siento tan… rara con él como cuando conozco recién a alguien, algo extraño a decir verdad, ya que me resulta algo complicado relacionarme con las personas que recién conozco.

Estamos en eso, cuando le pregunto, pues se le nota nervioso…

- Así que ¿Me reconociste por mis ojos y mi cabello? - le pregunto para bajar su nerviosismo o eso me parece.

Creo que Ranma es muy tímido… y no pareciera después de haberlo visto golpear a esos… tipos que prefiero no recordar, no al menos ahora pues volveré a recordar todo cuando haga mi denuncia.

- Eh… pues… sí… y ese viejo enfermo y desgraciado… lo pagará muy caro… - dice él terminando de limpiarme la mejilla y parte del labio, pues mi mejilla derecha está hinchada y tengo parte del labio roto gracias a ese viejo imbécil.

- Pero si según yo mi antifaz era muy bueno para evitar eso… y gracias de nuevo. - le digo.

- Pues… quizá puede servir para los que no te han visto bien… además creo que no soy el único que te reconoció… y de nada – me responde Ranma.

- Tienes razón… creo que debo dejar ese trabajo… - digo acongojada, pues así como Ranma me reconoció, esos dos sujetos me reconocieron.

Tengo que tener cuidado, pues hasta mi hija puede correr peligro.

Debería cambiar de empleo, pero no es tan fácil…

Necesitamos el dinero.

- Es peligroso Akane… ¿Y no has pensando en otro empleo? Sería lo mejor como tú misma lo dices… - me dice preocupado.

- Pues claro que sí, de hecho tengo otro en las mañanas… soy camarera en una cafetería del centro… y de noche, pues bueno… algunos días voy al night club. – le digo. - Pero no es tan fácil…

- Entiendo y lo sé… - dice desviando la mirada de mí.

- Claro… si siempre que voy te veo por ahí… - le digo ya que siempre siento su mirada intensa sobre mí.

Y de pronto me entra una duda… o dudas…

¿Qué hace un hombre como él en un lugar como ese?

Debe tener pareja o esposa… ¿Será un infiel?

Pero parece ser una buena persona más aun después de salvarme…

¿Será un acosador?

No parece…

Pero… quien sabe…

- Eh… yo… pues… es que… - dice tartamudeando y al parecer sin saber qué responderme.

- Jajaja tranquilo… entiendo, te gusta el show… - digo para aligerar el ambiente… aunque tengo mis dudas ahora.

- Pero… ¿En vez de dar esos shows? ¿Y si haces otra cosa? Y qué bonita te ves cuando sonríes… - me dice lo que causa que desvíe ahora yo la mirada y me ponga avergonzada.

¿Por qué me pongo así?

Es un desconocido al fin y al cabo…

¿Será que hace tiempo no me relacionaba con alguien?

O ¿Será porque hace tiempo que no salgo con nadie? ¿Y con tan solo unos cuantos piropos me pongo así? Bueno piropos… reales al parecer creo.

Quizá sea eso...

Por favor Akane… me digo mentalmente.

Realmente desde que terminé con el padre de mi bebé, nunca estuve en alguna otra relación amorosa o sexual, pues primero era mi hija y luego yo hasta la fecha, además de que ni cabeza tenía para esas cosas pues el dinero era el tema primordial, pese a que Akari siempre me decía que quizá estar con alguien quizá me ayudaría en algo en mi soledad.

Aun así miedos y temores me invadían por mi hija, pues cuantos casos de han visto en donde las parejas de las madres intentaron o lograron hacerles cosas a sus hijas… por eso descartaba la idea.

Pese a ello, no quitaba que de vez en cuando, me diera placer sola en la soledad de mi habitación… pues a veces el cuerpo lo pide y al no tener con quién y por seguridad, mejor sola que mal acompañada.

- Sí, pero en ese lugar me pagan bien… además me gusta bailar… - le digo saliendo de mis pensamientos.

- Pero con esos hombres que parecer perros en celo… es peligroso… demasiado… y no solo por ti, sino por tu hija también… - dice tomándome del rostro para verlo a los ojos. Esos bonitos ojos que tiene.

Nuevamente siento que me pierdo en ellos.

¿Pero qué me sucede?

Bajo la mirada a mis rodillas.

- Sí… - digo bajando la mirada, de nuevo. – Es verdad, pero es que ahí me pagan bien y teniendo una hija que solo está bajo a mi cuidado es una gran responsabilidad…

- Entiendo… y si… podría ofrecerte empleo en mi empresa… quizá no bailarías, pero estarías más tranquila… y la paga sería buena…

¿Y su padre? Disculpa mi intromisión. – dice él.

Levanto la mirada, abriendo los ojos y noto que ahora es Ranma quien mira hacia sus rodillas.

- No te preocupes… su padre… pues…

Actualmente Sakura tiene ocho años de edad, por lo que la tuve a los veinte.

Yo era una joven algo tonta e ingenua… luego de que fallecieran mis padres… siendo hija única y sola… me involucré con un chico un poco mayor que yo… yo era toda inocente dentro de todo y me dejé embaucar por él ya que parecía sincero y que de verdad me quería…

Luego salí embarazada y él, Shinnosuke, en vez de hacerse responsable, solo, solo se marchó dejándome con todo a mí sola… posteriormente, me enteré que estaba con otra chica y que se fue lejos por problemas con las drogas y con la ley…

Así que con el pasar del tiempo… solo hemos sido mi pequeña y yo… y así hemos salido adelante… siempre.

¿En serio? Pero no quisiera causarte problemas…

- ¿Y ya no supiste algo más de ese… Shinnosuke? Y no serían problemas… podrías trabajar en presidencia… conmigo… – me pregunta y dice Ranma.

- Pues no y no quiero enterarme tampoco nada de él… - le digo, pues cuando Shinnosuke se fue, me dolió en el alma, pero eso ya quedó atrás. En el pasado.- ¿De verdad? ¿Eso podría ser? – pregunto esperanzada.

Creo que todo esto es muy bueno para ser verdad.

- Y Sakura… ¿Nunca te preguntó por su padre? y claro… desde mañana mismo si quieres podrías comenzar… - me pregunta de pronto Ranma.

- Pues no… a la fecha no, aunque alguna vez me dijo que yo era como si fuera ambos… es muy madura para su edad, pero estoy segura que en algún momento lo hará y debo estar preparada para ello… y gracias… muchas gracias… - le digo muy agradecida, aunque avergonzada, pues seguramente más tarde mi cara estará peor de lo que me la noté en el espejo del baño.

- Entiendo… Akane… ¡Y perfecto! Por otro lado… quería… - me dice él.

- Muchas gracias en serio… eres un ángel para mi… pero no creo poder empezar mañana mismo… y dime Ranma… - le digo pues estoy realmente agradecida, tomándole las manos y dándole ánimos de seguir hablando, pues él mismo se corta.

- No te preocupes, seguramente hablando tendrás tiempo del club, y recuperada empiezas a trabajar conmigo…

Por otro lado, sé que todo esto es muy precipitado… y que quizá la forma no fue la más… adecuada o normal para conocernos… pero…

- ¿Pero? - le digo para incitarlo a que continúe.

- Akane… quisiera… seguir frecuentándote… ¿Podría? Por favor…– me dice Ranma casi en una ¿Súplica?

- Pero… si nos veremos ahora en el trabajo… - le digo lo obvio y contenta dentro de todo, pues esto causa gran emoción en mí…

- Lo sé, pero no me refería exactamente a la relación de empleador y trabajador… sino más que eso…

- ¿Sino cómo? – le digo confundida y soltando sus manos.

- Pues… me refería a algo más… como… amigos o quizá más que eso… pues realmente no quiero ser solo tu amigo…

- ¿Qué? – le digo perpleja y avergonzada.

- Me gustas Akane… me gustas mucho desde que te vi por primera vez y quiero conocerte mejor… por favor…

Abro mucho los ojos sonrojada y sorprendida ante su declaración.

Sus ojos bonitos y azules me miran expectantes ante mi respuesta.

¿Qué me está pasando con este hombre que acabo de conocer?

.

.

.

CONTINUARÁ…

Serán dos capítulos, pues juntos hacían una lectura bastante extensa, así que me decidí en partirlo xD