Press me to your lips,
(Presioname
contra tus labios,)
And I'll suck the poison out.
(Y succionaré el veneno)
37mm - AFI
Capitulo 10. Unido a ti.
-Ya no aguanto más... de verdad... estoy harto completamente. ¿Es que soy tan horrible? Ella siempre exige más y más... nunca somos lo suficientemente valiosos a los ojos de ella, ¡Se supone que es nuestra madre! ¡No deberia ser todo así!... ¡Miralo a él! ¡Date cuenta de en lo que se está convirtiendo!... todo por llegar a ser aunque sea un poco de lo que ella desea... hace poco lo escuché llorar... era de noche, él creyó que ya me habria dormido, pero pude escuchar sus sollozos en mi recamara... Walburga es un maldito demonio que merece la muerte...
-¿La odias?
Suspiró audiblemente a la vez en que se arrellanaba más en aquel cálido pecho que lo protegía suavemente.
-No.
Ahí estaba, la verdad... se odiaba a si mismo por no poder odiarla... ¿A quien le importaba si era su madre, después de todo, le estaba echando la vida a perder y a él también... sobre todo a él, quien no tenía el valor (o la estupidez) suficiente para negarsele.
-Él es demasiado bueno, por más que finja ser malo... sé que me envidia, lo sé por que siempre los mira a ustedes de manera extraña, como deseando estar en mi lugar. Ella lo sabe. Por eso es así con él... si hubieras visto su mirada de resentimiento cuando escapé en medio de la cena de navidad... me veia como... como si lo hubiera traicionado... pero pienso volver por él, ya tengo 16 años, pronto cumpliré los 17 y seré mayor de edad y podré hacer magia fuera del colegio, entonces nos iremos a vivir a algun apartamento en Hogsmeade o aqui en valle de Godric... con el dinero que mi tío Alphard me dio, no podriamos vivir por mucho tiempo y no quiero que a él le falte nada... no lo merece...
-Sirius... –Lo apretó más fuerte dentro del abrazo, arrellanandose más en la mullida cama. –Tranquilo... ten paciencia... Regulus estará bien.
-Eso espero, Moony... eso espero... –suspiró frustrado mientras lo besaba fugazmente en los labios, siendo interrumpidos al instante.
-¡Por merlin! ¡Apenas llevan un par de semanas juntos y ya ni con una llave los separo!!!! –James se sentó a un lado de Sirius en la cama, fingiendo que se lo quitaba a Remus. -¡Este Black es mio!!! °O°
-¡Mio!!!!!!!!!!!!!!!
-Ehhh... Sirius, ¿Estas vivo todavia? –La tremula voz llegó desde el rellano de la puerta, contestada por el sonido ahogado de Sirius que intentaba salir de debajo de Remus y James.
-¡Peter! ¡Ayuda!!!!!!!
Él estará bien... Regulus estará bien...
Pues no lo estuvo.
Cuando Sirius escapó de la casa de sus padres aquella navidad de 1976, Regulus de tan solo quince años, se quedó solo, rodeado de sombras, de secretos, con la mano de hierro de su viejo padre Orión, la crueldad de la siempre insatisfecha Walburga que no lograba ver los aciertos de sus hijos, solo los errores que se encargaba mil veces de repetir...
Ese no era un ambiente adecuado para un chico de quince años que no tenía absolutamente nadie en quien confiar. Ahí, en la oscura mansión, con sus pasillos tapizados con las cabezas de los elfos viejos, los armarios hasta el tope de artilugios tenebrosos y una enorme biblioteca dedicada a las artes oscuras; no es de extrañar que al regresar de las vacaciones de navidad, su rostro nunca volviera a mostrar una sonrisa, solo la fría impasividad de quien se ha dado por vencido y entregado al horrible destino que no lo liberará jamás.
Remus recuerda. Él como único sobreviviente de aquel grupo de personas, no puede olvidar como tres años después, a la edad de 18 años, el joven... el niño Regulus Black moría en circunstancias extrañas. Sirius lo encontró, ahí afuera del viejo departamento en que vivía, su hermano había ido a despedirse de él y a jurarle que había logrado cambiar, luego de musitar algo inteligible, murió...
En un segundo su espiritú abandonó el aún cálido cuerpo, despues de entregarle a su hermano un curioso medallón con una serpiente grabada.
Ahora es que el licantropo entiende la situación. Es apenas ahora que sabe que Regulus decidió seguir su propio camino, decidió cambiar... y para eso intentó salir del grupo de los mortifagos, pero no podía; él supo que la única manera de abandonarlos era muerto y decidió darle un uso más a su vida, dandola a cambio de destruir uno de los horcruxes...
Lupin jamás olvidaría cuando llegó a casa y encontró a Sirius llorando con el cadaver de su hermano entre los brazos. Aquel llanto helado, asustado, lleno de odio y rencor que le heló la sangre al lupino.
Regulus Arcturus Black, R.A.B., el "pequeño rey" (NA: eso significa Regulus) quien logró reunir el valor para plantarle cara a "su señor", finalmente había muerto aquel verano de 1980 dejando a su hermano completamente destrozado.
Sin embargo. Ahora, en el presente, no podía evitar sonreir. Harry su –también- haijado había pasado la misma tortuosa aventura de juventud que él, un amor en tiempo de guerra, con todo en contra, solo el amor de ellos de su lado.
Suspiró una vez más mientras mientras volvía a posar la mirada en el chico frente a él, quien veía a algun punto perdido con la decisión bailando en esas orbes verdes.
-Debo verlo... en este mismo instante.
Harry se levantó de la cama, comenzó a vestirse con unos pantalones negros y una camisa blanca que Hermione le habia llevado la noche anterior. Se miró al espejo rememorando una y otra vez la historia de Isla Black... no, de Isla Hitchens... dandose a si mismo el valor necesario para enfrentar a esa persona que le hacia desear que el mundo desapareciera para estar siempre juntos.
Le daba verguenza sentir esas emociones, pero más el hecho de quien le hiciera sentir eso fuera ni más ni menos que un hombre... y no cualquiera, sino su antiguo nemesis... pero la verdad es que ya estaba harto de avergonzarse de él mismo, ya era hora de quitarse el estigma que los Dursley le pusieron al hacerlo creerse "indigno" de vivir...
Harry solo deseaba ser correspondido con la misma intensidad y el mismo amor...
Por eso corría con toda su alma, hurgando en cada pasillo, investigando cada tapiz, murmurando toda contraseña, tan solo buscandolo a él...
Pero no lo encontraba.
El colegio estaba completa y absolutamente vacío, ni siquiera los fantasmas rondaban por ahí... ¿y si se había ido? ¿y si algo había sucedido? ¿es que se había quedado completamente solo?
¿Por qué?
La desesperación volvia, la esperanza de evaporaba, Harry caía poco a poco hasta tocar el suelo y sentir las cálidas lágrimas devolverlo a la realidad. Se llevó las manos al rostro, tocando casí con reverencia esas gotas saladas que salían de sus ojos.
Este no es momento para ponerse histerico, hay que pensar, es imposible que todos los alumnos del colegio se hayan evaporado sin que Remus o él se dieran cuenta... encontraría aunque sea a Peeves y lo azotaría hasta que le dijera donde estaba Draco, ¡sí señor! Eso haría, aunque... seguro... que estupidez...
El moreno no supo si saltar por la ventana o lanzarse a si mismo varios crucios... ¡Era la hora de la comida! Por supuesto que a esa jodida hora no había nadie, ¡Todos estaban comiendo!
Luego de autoflagelarse un par de segundos, reanudó su desesperada carrera, esta vez hacia el gran comedor, ignorando la voz de su cabeza que le rogaba detenerse a pensar que haría, como entraría o aunque sea pararse a tomar algo de aire.
Él solo entró, sorprendiendose de lo rápido que se hace el silencio ante algún chisme jugoso... en esta ocasión, el mismo Harry estaba a punto de convertirse en el más apetitoso cotilleo por las proximas generaciones...
¿Y que?
Suspiró, dio un paso, luego otro... uno más... ignoró olimpicamente las señas de sus amigos para que se sentara con ellos, en vez de eso cruzó el Gran Comedor hasta llegar a la mitad de "esa" mesa.
La mesa de las serpientes.
Donde un rubio lo miraba entre sorprendido, contrariado, alegre, aliviado, y enamorado. Harry sintió que sus ojos se humedecian y se odió por ser tan sentimental. Draco se levantó de su cómodo lugar y lo enfrentó. El silencio que les rodeaba era más denso que una lechuga fresca. Harry dio un paso al frente. Draco también. En un instante estaban separados por tan solo un par de centimetros, Draco miraba hacia abajo, Harry un poco hacia arriba.
Hasta que se besaron.
Y la mitad del alumnado cayó inconsciente.
De hecho juraría que Severus Snape está levantandose del suelo y que Minerva necesitará de Pomfrey para despertar.
-¿Estás bien? –Preguntó Draco apenas rompieron el suave beso, uniendo su frente a la del morocho, sumergiendose el uno en la mirada del otro, respirando el aroma ajeno, saboreando el sabor del otro... sintiendo las miradas de los 300 estudiantes fijas en ellos.
Pero por primera vez, a ninguno pareció importarle, pues Draco, solo abrazó torpemente a Harry (tal vez x el shock de q aparezca asi enfrente de tanta gente öö) para luego reponerse un poco y ya más "Malfoy", lo apriete entre sus brazos.
Harry envuelve los brazos en el cuello de Draco, hundiendo el rostro para aspirar esa mezcla de perfume caro y menta.
El rubio no sabe que hacer.
Después de todo, él es un Malfoy y los Malfoy jamás aman, por que el amor es una debilidad... sin embargo, Draco siempre ha sido más pasional, su sangre Black ha tenido más efecto del deseado y él lo sabe...
Así como también sabe que ama al ser que yace en sus brazos. Que si alguna vez deseó ser el mundo para alguien, es ahora, que desearia que todo a su lado desapareciera para estar siempre sumergido en la devota mirada esmeralda.
-Te amo... –Draco lo vuelve a besar, sonriendo ligeramente al darse cuenta de que absolutamente todo el alumnado ha escuchado esta confesión.
¿Y qué?
Mientras cae en el hechizo de esos labios, todo lo demás pierde sentido.
Si es que alguna vez alguien importó más que él.
Por que Draco no es tonto. Él sabe que desde que cumplió once años, su vida siempre ha tenido un destino: Harry Potter.
Para bien o para mal, siempre todo es sobre Harry.
When will we be invisible/ ¿Cuando seremos invisibles?
This is the fall / Ésta es la caída.
Han pasado algunos minutos, poco a poco las charlas comenzaron a resurgir, eso sí, de cada boca (capaz de hablar) salían dos nombres: Draco Malfoy y Harry Potter. Y no es que les molestara eso, la verdad. Solo que aun había un par de asuntos por resolver, solo que para los Griffyndor las sutilezas no existen, o eres directo o te callas; por otro lado, un Slytherin es todo sutilezas, es demasiado "corriente" ser tan directo, si tu interlocutor tiene algo de cerebro te va a entender, si no, se refuerza tu convicción de que eres superior al resto.
Fue así que Harry se sirvió un poco de helado de vainilla cubierto con chocolate lanzando un suspiro satisfecho. Ahí estaba él: Draco Malfoy, el amor de su vida, la persona por la que siempre viviría... realmente esta aventura había sido muy valiosa para él, pues aprendió a darse cuenta de lo valioso que él mismo es, también se dio cuenta de que era mentira eso de que estaba solo, puesto que tenía una familia muy numerosa, sonrió mientras por su mente desfilaban los rostros de cada uno de los Weasley, Hermione, Luna, Neville, Dean, Seamus... y ahora Draco... por que (como escuchó en una pelicula muggle) "La familia no es solo con quien compartimos lazos de sangre, sino las personas por las que dariamos nuestra sangre."
Él –sin embargo- no moriría por ellos, sino que les daria su vida, procuraría matar al malnacido de Voldemort y sobrevivir, estar a su lado... por que él más que nadie sabía el peso que cargaban los que quedaban, el gusto agridulce de haber sobrevivido, la culpa por no haber podido ayudar al ser que se fue.
Harry Potter saldrá victorioso de esta guerra en agradecimiento a su enorme familia y por el inmenso amor a Draco.
Luego de estos pensamientos no pudo evitar lanzarle una dulce mirada al rubio, quien estaba a su lado tomando un helado –igual que él- solo que el suyo de chocolate con crema batida... ¿Es que siempre serían tan "polos opuestos"?... esperaba que sí.
-¿Ya me lo dirás? –Eso descolocó un poco al moreno quien apenas decodificaba la sutil arruga entre las perfectas cejas rubias, lo cual, si no recordaba mal, era signo inequivoco de que estaba conteniendo su enojo.
-¿Decirte que? -Mala respuesta. Draco depositó el helado en la mesa y luego lo miró a él, todo con tanta delicadeza que Harry supo que muy probablemente sus pensamientos positivos de hace unos segundos, seguro se irían al caño, pues su "rubiecito lindo" seguro lo mataba en menos de lo que dices "soy-una-enferma-adicta-al-yaoi-slash-y-todo-lo-que-se-le-parezca".
-Decirme –pronunció con suma lentitud. –¿por.que.demonios –Harry ya lo imaginaba: la cruel serpiente enroscandose con lentitud en el cuello del pequeño león antes de morderlo e inyectarle todo su letal veneno. –No.querias.VERME? –La serpiente mordió al cachorro que al instante se dio cuenta que no era "tan" letal como creía.
-Ahhhh, eso... –Celebró que aun siguiera vivo engullendo senda cucharada de helado.
-¡SÍ, ESO! ¡AHORA CONTESTA, POTTER! –Estalló nada dignamente el rubio, quien –ignorando al resto de los estudiantes y profesores que los veían, enroscó un brazo en la cintura de Harry, debatiendose entre seguir renegando o sonreír con ternura al sentir al morocho recargandose ligeramente.
-Por que sabía que estarías pensando toda clase de hechos y eventos bizarros completamente imposibles y crueles de los que luego estarias arrepentido. –aprovechando que la paz de tener a Draco tan cerca, casi lo convertía en todo un pacifico Buda, Harry miró a su rubio que tenía ahora la vista perdida en el techo estrellado del gran comedor, sonriendo ligeramente ante el sospechoso sonrojo que cubrió las pálidas mejillas del rubio. -¿O me equivoqué?
-Yo... solo me... me preguntaba si... –La verdad es que le parecía realmente tonto ahora que lo pensaba, sintiendo el cálido cuerpo del moreno firmemente abrazado, ambos sentados en medio de la mesa de Slytherin, luego de todo lo que había pasado.
-¿Qué te preguntabas?
-Si tú...
-Si yo... eres taaaaan elocuente... -Draco se cruzó de brazos, enfurruñado.
-Y tú eres taaaan inteligente... –gruñó para luego soltar lo que le inquietaba de un solo tajo. -Mepreguntabasiaunmequerias. –Y Harry sonrió. Si otro hubiera sido, no habría entendido lo que le acababa de decir, pero luego de tantos años cerca de Ron cerca de Hermione, lo habían entrenado a entender estos jeroglificos.
-Draco... –el moreno le tomó gentilmente la barbilla haciendolo voltear a mirarlo. –Yo no te quiero... ni te amo... –hubo una mirada gris dolida contra una verde soñadora. –Lo que siento por tí es más, MUCHO más de lo que esas palabras dicen...
Luego lo besó.
This is the long way down / Este es el largo camino hacia abajo
and our lives look smaller now... / Y ahora nuestras vidas lucen más pequeñas...
Remus sonrió por decimo tercer vez en lo que iba de día al recordar la escena ocurrida en el Gran Comedor, miró el reloj alzando las cejas al notar cuan tarde era; debía volver a Grimauld Place por algo sumamente importante, algo que Harry seguramente iba a necesitar...
Con una última vuelta sobre si mismo, fue lanzado por la chimenea en medio de una llamarada verde. Odiaba los polvos Flu, pero más odiaba esa casa... aunque también la amaba por todos los recuerdos que le traía.
Sirius...
No sabía quien estaría más loco, si él por ir a cumplir el encargo que le prometió a su desaparecido amor o él por haberselo hecho jurar. Aun lo recordaba, cuando estaban los dos ahí, sentados en aquel sillón frente a la chimenea
--------Flash Back--------
-Cuando... Harry encuentre... a, bueno, tú me entiendes...
-No te entiendo, pulgoso. ¿De que hablas?
-Cuando Harry encuentre a una chica linda a la que tú veas que ama de verdad, quiero que le des esto... –con un movimiento de varita aparecieron en sus gruesas manos un par de anillos de plata dentro de una cajita de madera. –Son los anillos de la familia Black, los de los Potter estan aun con James y Lily (NA: Digase q los enterró con los anillos puestos) y estos son de plata de elfo, por eso no te los di a ti, la plata te hace mal... Walburga (NA: su madre ¬¬) decía que serían para Regulus, su orgullo... pero él terminó muerto y pues... a final de cuentas los encontré hace poco en una vitrina... –Remus sonrió y lo besó para así terminar ese largo monologo que seguiría creciendo hasta que a Sirius se le pasara el nerviosismo o hasta que alguien lo callara.
-Está bien, Sirius, me encargaré de proteger estos anillos y recordarte que los entreguemos a Harry. –Terminó en tono conciliador, suspirando al sentirse apretado contra el pecho de su pareja. Luego miró su mano izquierda en la que resplandecía un discreto anillo de oro mágico que Sirius le entregó hacía tantos años... en 1980, un año antes de que fuera encerrado en azkaban.
-Estas uniones nuestras también son especiales ¿Sabes? –sonrió ante la mirada interrogante del lobo. –Dumbledore y Fawkes me ayudaron a ponerles un hechizo de unión... mientras tengamos estos anillos en nuestros dedos, nada ni nadie podrá separarnos. Tú vendrás a mi y yo vendré a ti.
--------Fin del Flash Back--------
Ahora Remus camina a oscuras por la casa, en su mano derecha lleva las sortijas de Harry, y en la mano izquierda acaba de colocarse el anillo que Sirius le había dado, el mismo que él se quitó para intentar superar el dolor de ya no verlo...
Lo extrañaba tanto...
Añoraba sus tonterias, sus besos, las palabras dulces que decía a veces mientras se sonrojaba, el gracioso cosquilleo de su barba siempre a medio recortar... todo en él extrañaba a su moreno...
Por eso no le extrañó que de nuevo sus ojos se humedecieran en el llanto que siempre intentaba reprimir y que esta vez dejó salir, debía comenzar a aceptar que le dolía demasiado el perder a Sirius y dejarlo salir...
Pero en eso chocó contra algo, una puerta de madera oscura con la perilla refulgiendo en la oscuridad. Esa situación le recordaba a la ocurrida hacía tantos años, aunque sería imposible que fuera la misma habitación que re aparecía para él...
¿O no?
No. Nada absolutamente nada es imposible, ya que allí se revela ante él la misma habitación oscura con el sillón negro frente a la gran chimenea. Entró con una sonrisa de añoranza en sus facciones tan acabadas, no pudiendo ni deseando evitar el tremulo llanto que parecía nunca terminar.
Fue así que se acercó al espejo, reflejandose en él... pero esta vez su reflejo era el mismo que veía cada mañana, las cicatrices de cada dolorosa transformación aun estaban en su rostro, las canas prematuras, los ojos tristes...
Solo algo cambió.
Y fue tan especial que Remus quedó pasmado.
Ahí estaba él. A su lado, en el reflejo.
Sirius Black pone su mano en el hombro de Remus quien siente un escalofrió recorrerlo... por que lo sintió.
Sintió REALMENTE esa mano apretandolo.
Desea voltear, pero le da miedo, tanto, tanto miedo que solo sea una jugarreta de su mismo cerebro que se aprovecha del dolor de su corazón...
Pero aun así lo hace.
Se da la media vuelta y es recibido por los cálidos brazos de Sirius quien lo abraza con una desesperada añoranza.
-Has vuelto... ¿como?...
-Shhh... lo que importa es que estoy aquí. Contigo. –Murmura antes de fundirse ambos en el necesitado beso de dos almas gemelas que finalmente vuelven a reunirse. Un beso tierno, pausado, pero apasionado... una promesa de estar juntos, un par de anillos de oro refulgiendo con luz propia en la mano de cada uno.
And our lives look so small... / Y nuestras vidas lucen tan pequeñas...
Ninguno mira al espejo mágico en el que se ve el reflejo de una mujer y un hombre abrazados quienes los miran sonriendo antes de comenzar a desvanecerse en medio de un beso.
Isla Black besó a Bob Hitchens.
Harry Potter besó a Draco Malfoy.
Remus Lupin besó a Sirius Black.
Todos con la firme convicción de que cuando el amor es correspondido, también es invencible y ¿Por que no? inevitable.
--------------------------------------FIN--------------------------------------
El rincón de cerdo volador.
Y Lucero besó a su conciencia.
Y... ehhhh???? Ya se acabó????? Yeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeah!!!!!!!!!! XD
PARA DY: Esta vez la inspiración del capitulo, me llegó mientras mi mamá gritaba y renegaba en medio de una fuerte regañina vs yo öö son misteriosos los caminos de la inspiración... uú
PARA TODS: Muchas gracias por acompañarme a lo largo de este fic, sé que fue dificil por tanta irregularidad mia a la hora de actualizar, me disculpo sinceramente, sé q no lo merecen TT aun asi repito mis agradecimientos por no abandonar jamás el fic
ACLARADAS ACLARACIONES:
Bien, a ver suspiro ya q terminó, en teoria se descubrió todo el pastel, pero tal vez se me fueron las cabras y se me olvidó algo öö así q solo aclararé un par de puntos.
¿Que carajos pinta Isla Black y Bob Hitchens en el xxx fic? Ôô buena pregunta, señora conciencia uu bueno, andaba yo por eldiccionario . org buscando un familiar black lo suficientemente antiguo como para que pudiera haber recibido el espejo y que éste se hubiera perdido en el tiempo, fue así que di con Isla y su historia con Bob, segun Rowling se casaron u.u pero segun yo, los black los descubrieron y le dieron muerte al muggle y encerraron a isla en la habitación, bla bla bla XD
¿Por que la xxx habitación aparecia cada q le daba su gana? Psss por q le daba la gana! XDDDDDDDDDDDD naaaah, por que me imaginé que Isla al ser buena gente, no desearia que otro Black volviese a sufrir de un amor frustrado como ella, de ahí que apareciera para ayudarlos. conciencia preguntona: PERO no se le apareció a ningun Black (q serian drake y sirius ¿no?) sino a un Potter y a un Lupin ciertamente, pero ese Potter y ese Lupin amaban x sobre todas las cosas a ese par de Black XD y si se fijan, el espejo aparecia cuando más necesitaban amor y apoyo TT ay q me sale lo cursi ;o;
¿De donde salió Sirius+.+ (no q me moleste) En mi cochambrosa mente tenia que aprovechar mi poder de Diosa todo poderosa en el fic para poder traer de vuelta al pequeñajo este, de ahí me agarré para que Isla le ayudara a Sirius a volver y por que no volvió antes???? pero pudo ayudarle a encontrar el camino hasta que Remus se puso el anillo que lo guiaba a él O.o ... y no preguntes más q hasta ahi llegó mi razonamiento! ¬.¬
Ahora si, cualquier duda extra, ahi me la dicen en un review ok?
AHORA SI, ULTIMO CHAP, QUIERO AL MENOS UNOS 15 REVIEWS!!!!!!!!!!!!!!!! xDDDDDDD
p.d. NO HABRÁ CONTINUACIÓN, EPILOGO O SIMILARES.
p.d.2 Ls quiero:D
"Lo que nos hace sufrir es "una tontería"...puesto que nos hace sufrir."
- Amado Nervo -