Disclaimer: Antes que nada esta historia no es mía, pertenece a kurinoone yo solo la estoy traduciendo con su permiso. Todos los personajes pertenecen a J.K. Rowling.

The Darkness Within

By kurinoone

Capitulo 1

"Realmente es asombroso, lo mucho que se parece a James" pensó Lily con una pequeña sonrisa. Incluso a la edad de un año Harry, su hijo, tenía demasiadas similitudes con su padre. Su cabello era definitivamente como el de James rebelde en la en la coronilla exactamente como el. Siempre le había dicho a James que hiciera algo con su cabello, pero el siempre le daba una deslumbrante sonrisa y continuaba revolviéndose el pelo con la mano dejándoselo peor.

"Al menos tiene mis ojos" agradeció Lily mientras miraba al juguetón bebé en su regazo. El color verde esmeralda de los ojos de Harry lo hacían ver incluso más adorable. El pequeño se encontraba feliz sentado en el regazo de su madre mordiendo uno de sus juguetes al tiempo que miraba a su alrededor como si esperara encontrar a alguien.

"¿A quién estas buscando, pequeño? Susurró sosteniéndolo cerca de ella. Ella sabía perfectamente bien a quién estaba buscando Harry. Era lo mismo todas las tardes, cerca de las 7 p.m. Harry anticipaba con impaciencia el regreso de su padre del trabajo. Por supuesto que para un bebe normal de un año de edad no le era posible ser capaz de determinar el tiempo, pero Harry no era un niño normal. En realidad, tampoco lo eran los padres de Harry. Harry y sus padres eran una familia de magos. James era un sangre pura mientras que Lily era de padres muggles, aún así ella era una de las más talentosas brujas que hayan existido.

En eso llegó James por la puerta de enfrente luciendo un poco consternado pero al ver a Harry y a Lily sus ojos color avellana se iluminaron y mostró una pequeña sonrisa sobre sus labios.

"Hey¿como esta mi hombrecito?" preguntó James mientras daba grandes zancadas hacia Lily y cargaba a Harry quien gorjeaba desesperadamente para conseguir que su padre lo cargara.

"¡James! Cuantas veces tengo que decirte que es un niño no un hombre" lo reprendió Lily, James solamente se encogió de hombros y contestó:

"Niño es tan… no lo sé. Suena tan extraño, como si lo estuviera regañando. El es mi hombrecito".

Lily le sonrió a su esposo. En su opinión James solamente no quería parecer demasiado paternal ya que él tenía solo 23 años.

Lily estaba a punto de ir a preparar la cena cuando un golpeteo los interrumpió. Al instante James se puso serio. Silenciosamente le entregó el pequeño a Lily y sacó su varita mágica, se acercó a la puerta y le hizo señas a Lily para que se fuera a su cuarto con Harry. Lily cabeceó en señal de asentimiento y caminó rápidamente hacia la habitación. Por lo general ella no haría caso a una orden de quienquiera que fuese, ni siquiera una de James, pero después de la profecía las cosas habían cambiado dramáticamente. Ellos se habían mudado al Valle de Godric y solamente unos pocos conocían donde se encontraba. Lily esperó aprensivamente con su varita mágica en una mano todavía cargando a Harry. Ella oyó a James murmurar un hechizo que le permitió a él ver quién estaba en la puerta. De repente la puerta fue abierta y pudo oír las risas y voces que ella conocía muy bien. Ella no sabía cuando había contenido el aliento a si que soltó el aire que había estado conteniendo. Salio de la habitación y bajó las escaleras, bastante segura que abajo estaban los viejos amigos de su esposo: Sirius y Peter. Sirius la había molestado incesantemente en sus años en Hogwarts, siempre metiendo la pata con James y metiéndose en toda clase de problemas. Por supuesto James no era exactamente la parte inocente en las travesuras de Sirius, pero ya que Lily era ahora su esposa prefirió culpar a Sirius.

Peter era siempre tan tranquilo que Lily a veces se preguntaba que es lo que lo había hecho ser un Merodeador. Remus era el único con el que Lily podía tener una conversación inteligente. Lamentablemente Remus no estaba aquí esta noche, por que tenía su pequeño problema "peludo" como había llamado Sirius con tanta sensibilidad su condición.

"Podrías avisarnos que pasa, con Padfoof" comento Lily mientras entregaba a Harry a su padrino quien entusiasmado la alcanzó y abrazó tan cerca de el como podía.

"¿Dónde esta la diversión en eso?" inquirió mientras daba a Harry una de sus risas marca registrada. Harry ya agitaba sus bracitos y se reía tontamente de Sirius y sus payasadas.

"Bueno con los ataques viniendo de izquierda, derecha y el centro, no se cuanto más podemos tomar antes que todo esto se valla a pique"

James tenía una mirada triste en sus generalmente brillantes ojos avellana. James amaba ser un Auror aun cuando el había admitido que se había convertido en uno desde que fuera la carrera que Sirius eligiera pero él rápidamente se había encariñado en su papel como combatiente para el lado de la luz

Sin embargo después de la profecía hecha sobre Harry, James se ponía cada vez más y más paranoico. No le gustaba la idea de que su hijo hiciera frente a tan gran responsabilidad. Salvar el mundo. Ese era su trabajo, no el de Harry. Así que James siendo James trabajaba día y noche para eliminar las fuerzas de Voldemort. Sin embargo eso se estaba volviendo más y más estresante. Voldemort siempre parecía estar un paso delante de los Aurores.

Sirius se veía un poco abatido por la mirada que se reflejaba en la cara de su amigo. Sirius y James eran Aurores al igual que Peter, pero James era el único que veía esta guerra como una razón para vivir. James quería que la guerra acabase y con ello hacer que Harry pudiera tener una vida normal.

Lily recogió a Harry quien estaba jugando en los brazos de Sirius y suavemente lo meció, lo llevó escaleras arriba para dejarlo en su cuarto. Allí ella lo colocó suavemente en su cuna y alisó su pelo hacia abajo con la vana tentativa de hacer que su pelo pareciera algo ordenado.

"Tu crees que es gracioso ahora pero créeme que cuando seas mayor no encontraras la solución a tu cabello rebelde" Le dijo Lily al pequeño que se rió tontamente e intentaba agarrar los dedos de su madre mientras ella con ternura acariciaba su cabecita. Lily dejó suavemente al bebé en su cuna.

Ella estaba a punto de bajar las escaleras cuando de repente la atacó el presentimiento de que algo iba mal. No era algo que hubiese escuchado, de hecho era la carencia de sonido. Los tres hombres en la sala estaban demasiado tranquilos. Eso no era normal, principalmente por que Sirius estaba presente. Lily sacó rápidamente su varita mágica y suspiró. Lo que ella vio cuando entró a la habitación la atormentaría por el resto de su vida. Allí en el suelo estaba el cuerpo de James con un charco de sangre bajo su cabeza. Una botella rota de Whiskey de Fuego no estaba muy lejos de él. Sirius también estaba sobre su espalda completamente inconsciente

"¡Oh .. mi!.. ¡James .. oh James…Sirius! .. oh Merlín " Lily se precipitó hacia James olvidando completamente a la tercera persona que estaba en la habitación. Si Lily lo hubiese visto detrás de la puerta ella probablemente habría podido evitar la tragedia que estaba a punto de suceder. Como Lily fue a socorrer a James, Peter que apuntaba su varita mágica hacia Lily, fue detrás de ella y antes de que hubiera podido llegar a James él ya la había atacado.

"¡Desmaius!" rugió. Lily cayó y su mente se fue sumergiendo en la oscuridad aún antes que ella se golpeara la cabeza contra el suelo. Peter observó a sus antiguos amigos. Todos ellos yaciendo en el suelo de la casa dañados y traicionados por su "amigo". Tenía la respiración entrecortada e intentaba normalizar los latidos de su corazón. El estaba seguro que si no hubiese puesto el hechizo silenciador en la puerta, Lily hubiese escuchado su corazón que palpitaba fuertemente, incluso más que la rotura de la botella o el ataque que James y Sirius habían recibido.

Echó otro vistazo a sus amigos para luego abandonar torpemente el cuarto y dirigirse a la habitación de Harry repitiéndose todo el camino en voz baja "Perdóname Harry… Lo lamento James… Sirius lo lamento tanto" El no había pensado que hubiese podido llevar esto tan lejos, él había esperado que James o Sirius incluso Lily hubiesen sido capaces de detenerlo, pero ellos no esperaban ningún tipo de traición de su parte ni hablar de un ataque o secuestro de Harry, así que él había podido llevarlo a cabo. Realmente no había querido hacer esto, pero no había habido ningún otro modo de hacerlo. El Señor Oscuro era muy claro en sus instrucciones. Harry iba a encontrar su destino en las manos de Lord Voldemort.

Abrió despacio la puerta y encontró a un Harry profundamente dormido abrazado a un muñeco de peluche. Peter miro al niño y tuvo una horrible sensación de culpa. El llevaba al niño hacia su muerte. Harry solo tenía un año y todavía no había dicho su primera palabra. Peter se había sentido tan feliz con el nacimiento de Harry como el resto de los Merodeadores, pero una vez que la profecía había salido a la luz las cosas habían cambiado. Este niño iba a derrotar al Señor Oscuro, no, eso no era una posibilidad, el Señor Oscuro tenía que ganar la guerra, así Peter tendría poder mas allá de lo inimaginable. El niño tenia que irse. Convencido de que solo estaba asegurando su propio éxito, levanto con cuidado a Harry y lo llevo abajo, sin mirar los tres cuerpos en el suelo. Abrió la puerta y abandono el Valle de Godric para siempre.

Corrió hacia donde habían sido colocadas las barreras y una vez que alcanzó el final de estas se apareció en la guarida del Señor Oscuro. Con las manos temblándole coloco a Harry a los pies de Lord Voldemort. Sorprendentemente Harry todavía seguía dormido. Peter cayó de rodillas, avanzó lentamente hacia Voldemort y besó el dobladillo de sus trajes hablando con una voz temblorosa y apagada:

"Amo he hecho lo que usted me ordeno, Amo este es Harry"

Voldemort giró sus ojos hacia el dormido niño y dejó ver en su cara una sonrisa satisfecha. Era un hombre atractivo con largo cabello negro y rasgos que habían atraído en su juventud mucho interés hacia él. Lo único que mostraba el verdadero monstruo en el, eran sus diabólicos ojos rojos que parecían quemar a cualquiera que desafiara mirarlo. Desvió su mirada de Harry y observó la forma agachada que en ese momento era su mortífago espía.

"¡Levántate Wormtail! Por primera vez no has estropeado algo y en realidad, has completado una misión. Vaya, no eres tan incompetente como yo creía." Dijo, mientras miraba al hombre como si fuera una nauseabunda rata produciéndole una sacudida quien no paraba de dar gracias sin cesar y pronunciaba un discurso sobre lo amable que era su señor.

"¡Basta!" al instante Wormtail se quedó quieto

"Bella levanta al mocoso para que pueda mirarlo mejor" Bella vino casi al instante y levantó a Harry del frío piso y lo sostuvo para que el Lord lo pudiera ver. Voldemort analizó hasta el más mínimo detalle del niño. Le repugnaban los niños más que nada. No se había olvidado de como los niños se habían burlado de el y lo habían ridiculizado en aquel orfanato horrible en el que había vivido Voldemort en el pasado. Sin embargo este niño tenía una aura mágica que todo parecía cernerse a su alrededor. Él era poderoso, no había duda sobre esto y si Voldemort dejaba vivo al niño probablemente sería su caída. 'Que desperdicio de poder' pensó Voldemort. Sacó su varita mágica sintiendo como contuvieron el aliento los pocos mortífagos presentes de confianza. Rió ante esa reacción, esto iba a ser dulce e iba a disfrutar cada momento de esto.

Apuntó la varita mágica hacia la cabeza de Harry justo cuando este abría sus ojos esmeralda y miró fijamente con inocencia a Voldemort. Murmuró un conjuro y repentinamente una luz verde cegadora llenó la vista de todo el mundo. Peter cerró sus ojos justo antes de que murmuraran el hechizo, pero aún así podía sentir el verde penetrando sus párpados cerrados. 'Harry lo lamento' era todo en lo que él podría pensar mientras la luz cegadora los lanzaba a todos a la oscuridad una vez mas.