Disclaimer: La historia pertenece a thatwritr. Yo sólo traduzco. Los personajes son propiedad de Stephenie Meyer.

En un parpadeo

Capítulo uno

—Sí, em… sólo quería, este, discutir mi calificación.

El joven levanta la mirada. Sus ojos son de un azul claro, muy bonito, enmarcados por unas pestañas largas y oscuras. Ofrece una sonrisa cautivadora. Bella sólo responde levantando una ceja. El silencio se expande… se rompe. Incómodamente, el joven se esfuerza por llenarlo. —Me preguntaba si, usted sabe, tal vez pudiera volver a revisar las respuestas cortas y eso porque, bueno, creo que mi calificación… bueno, que es algo injusta. Digo, esta es apenas un curso introductorio, ya ve —. La sonrisa se expande aún más mientras entra furtivamente por la puerta del glorioso closet-casi-oficina de Bella. Los P.A., profesores ayudantes, no pueden esperar mucho, y Bella apenas tiene espacio para un escritorio, un archivero, y su silla.

Ignorando el intento del joven estudiante de cautivarla, Bella le extiende la mano donde él coloca el examen. Tomándolo y dándole la espalda, lo pone en su escritorio, y le da vuelta para encontrarse con las preguntas de identificación en la siguiente página. Tiene que morderse la lengua para evitar bufar.

—Bueno —, dice ella, —tal vez sería bueno empezar por tomar seriamente la parte de las instrucciones que dice "Escribe de dos a cuatro enunciados que identifiquen los términos." De dos a cuatro palabras no es intercambiable por dos a cuatro enunciados—. Cerrando de golpe el examen, se lo regresa sin ceremonia alguna. —Creo que tu calificación está más que justificada. Si aún crees que es injusta, deberás llevar el caso con el Dr. DeSanti.

El joven no toma el examen. En cambio, su sonrisa es reemplazada por un ceño fruncido, mientras se adentra más en el lugar de manera que está justo frente a ella. — ¡Es un curso introductorio! —, repite. Bella no está segura si él está tratando de intimidarla o no.

— Sí, ¿y? Estas son preguntas de un nivel introductorio.¨

— ¡Yo era uno de los mejores estudiantes cuando estaba en el bachillerato! ¡Nunca me habían presentado con este tipo de material! ¡Es difícil! ¡El profesor espera que recordemos demasiado!

— Oh. Esa debe ser la razón por la cual el promedio de la clase fue un, ah, un 78, mientras tú obtuviste un…—, mira la esquina superior derecha del examen, — 56. Por supuesto que el resto de la clase también pensó que era demasiado difícil.

Arrebatándole el examen de la mano, el joven da la media vuelta y sale con paso airado. "Perra," escucha desde el pasillo en la voz de su visitante. Por un instante, considera llamarlo, pero sólo suspira. ¿Por qué molestarse? Su tipo es muy común, jóvenes de fraternidades que no se molestan en estudiar para clases de tronco común porque piensan que son una pérdida de tiempo. Están acostumbrados a intercambiar una cara bonita por una calificación aprobatoria. Definitivamente tenía el aire encantador a todo vuelo cuando llegó a su oficina. Pero Bella Swan de Jackson, se mostraba automáticamente escéptica sobre las caras bonitas, lo había hecho desde que tenía diecisiete cuando descubrió por primera vez que las declaraciones sinceras de jóvenes bien parecidos no eran de fiar. Eso, sin embargo, era un caso cerrado. Ella sólo piensa en eso de vez en cuando estos días.

Son las 5:30 de la tarde y sus horas de oficina han acabado. Después de apagar su computadora portátil, la guarda en el bolso detrás de su silla, y finalmente le quita los frenos a ésta. Ejecutando un giro de tres maniobras perfecto, resultado de mucho tiempo de práctica, se dirige hacia el pasillo, cerrando la puerta tras de ella. Sacando su teléfono móvil con dificultad, utiliza el número uno de marcado rápido y espera a que la persona del otro lado de la línea conteste mientras se desliza por el laberinto de los departamentos de religión y filosofía hacia el pasillo principal del edificio. Necesita orinar; o por lo menos, su reloj le dice que su cuerpo debe orinar, incluso si no siente el impulso.

—Ey, preciosa—, una vocecita sale del Bluetooth que está sujetado a su oreja.

—Ey, guapo.

—¿Ya terminaste tu día?

—Sip. Necesito hacer una pequeña parada técnica y después me voy a la estación de autobús. Llego a casa como a las cinco.

—Te veré entonces. Estoy haciendo camarones fritos a la Szechuan.

Él sabe que ella adora los camarones. También sabe que detesta cocinar después de haber cocinado para un padre u otro la mayor parte de su juventud.

—Me malacostumbras.

—Mereces ser mimada, nena.

Ella se ríe. —Te veré pronto, cariño.

—Pronto, amor.

Corta la comunicación, acercándose al sanitario de mujeres, luego mueve su silla hacia atrás, contra la pared, para poder alcanzar la perilla y realizar el complicado proceso de jalar-y-girar para abrirla al mismo tiempo que detiene las ruedas de su silla. Después procede a aventarla con fuerza suficiente para que tenga tiempo de entrar. "Acceso para incapacitados" generalmente no es tan accesible, se ha dado cuenta, y piensa que los arquitectos que van a diseñar uno deberían pasar primero 48 horas en una silla de ruedas. Eso prevendría estupideces como puertas pesadas, vueltas en L demasiado cerradas, o esos malditos rollos industriales de papel higiénico colocados tan cerca del suelo que no puede ALCANZARLOS. Tiene que tomar papel higiénico antes de salir de su silla. Erase una vez, cosas como esas la hubieran sometido a un ataque de ira donde sus puños se hubieran impactado con las paredes de aluminio mientras gritaba. Estos días, lo toma con calma.

Es un proceso complicado pero ha tenido mucha práctica, y su cuerpo ha sido entrenado para evacuar incluso si no puede sentir los músculos. Presiona su abdomen hasta que escucha el siseo de orina cayendo al agua. Se llama maniobra de evacuación de Credé, mucho mejor, ella piensa, que la cateterización intermitente o permanente. Este es el lado no romántico de la paraplejía. Ella es una LME D12/L1. Las buenas noticias es que ella es sólo una LME D12/L1. Si la lesión hubiera sido más arriba, ella tendría que preocuparse por más que control de la vejiga e intestinos.

Terminada, se asea y regresa a su silla para salir del edificio. En el horizonte, el sol se está poniendo y su luz dorada brilla en las hojas de los árboles, en los ricos colores rosados de los maples de azúcar y los amarillos de las hayas y los álamos. Los robles no han empezado a secarse, pero lo harán pronto los pimienteros brasileños que se ven viajando por la carretera interestatal 75 hacia Atlanta, pasando por Helen o Cherokee, o Ashland, y al final en Blue Ridge por el norte. El clima está hermoso, tan fresco que ni siquiera está sudando cuando llega a la estación de autobuses. Tiene que esperar cinco minutos, y puede sacar un libro para matar el tiempo, pero el cielo tiene un tono de cuarzo demasiado perfecto, y dos ardillas zorro están teniendo una disputa territorial. Ella observa mientras aúllen y parlotean y se persiguen a toda velocidad sobre el césped del campus, las bancas vacías, y finalmente sobre un par de árboles donde se posan sobre ramas opuestas para reñir de nuevo. La hacen reír.

El estruendo y siseo del autobús que llega llama su atención y saluda al conductor, que le ha abierto la puerta central de acceso para inválidos y le ha bajado la rampa. Sube sobre ésta, la cual la levanta mientras las puertas se cierran con otro siseo.

—¡Hola, Bella! —, la llama el conductor.

—Hola, Ben—, responde.

—¿Tuviste un buen día?

—Gran parte, ¿tú?

—Muy bueno, muy bueno—, contesta asintiendo con su cabeza ya gris con canas mientras se adentra en el tráfico. Él ha manejado en esta ruta desde Bella y Mark se mudaron a la ciudad y empezaron a trabajar en sus estudios de postgrado en la exclusiva universidad de artes liberales en el norte de Georgia. En ciudades más grandes, los conductores de autobús a veces pretenden no ver a los pasajeros inválidos, pasándose las paradas porque no quieren molestarse. Bella recuerda Jacksonville muy bien, y Atlanta era aún peor. Pero en una ciudad pequeña como esta no está tan mal. Ben incluso la espera uno o dos minutos si no está ahí cuando él espera que lo esté. Ella se ha asegurado de llamar a la oficina de transporte público para elogiarlo y así permitir que se quede en su ruta.

El camino del campus universitario a su departamento no es largo, pero en Dawsonville, ningún lugar está muy lejos de otro. Se despide de Ben y sigue por la acera hacia el complejo de edificios donde se encuentra su departamento.

Sabe que algo está mal antes de pasar el primero edificio. En la distancia, se ven luces de patrullas y se escuchan sirenas de emergencia. Con el corazón en la garganta, mueve las ruedas de su silla más rápido, repitiéndose que no tiene de qué preocuparse. Después de todo, ¿cuánta gente vive en este complejo? Además, incluso si el lugar ofrece servicio a inválidos, hay más inválidos de más de 60 que menores de 30.

Pero entre más se acerca al departamento que comparte con Mark, su corazón late con más fuerza. Las sirenas están muy cerca, demasiado cerca. Gira en la última esquina, las ruedas casi volando sobre el concreto. Está haciendo ya sonidos que son casi gemidos y apenas y se da cuenta…

… y oh, Dios, oh, Dios, la ambulancia y el camión de bomberos están justo enfrente de su edificio, justo en frente del pasillo de acceso de su departamento, y ve al personal con chaquetas fluorescentes entrando y saliendo de su departamento.

Bella grita. Es una respuesta instintiva y llena de pánico. Se detiene en la acera con las manos cubriéndose el rostro, y grita y grita.

Notas de la traductora: Bueno, aquí está el primer capítulo. Es mi primera traducción de una historia de Twilight, o Crepúsculo (aun no puedo acostumbrarme al nombre en español), y también la primera historia que me ha causado muchos problemas. Pero problemas de los buenos, creo yo, y es que es algo muy diferente a lo que suelo traducir. La autora, claramente, ha dedicado mucho tiempo a investigar términos y condiciones médicas, términos literarios y filosóficos, etc. para hacer una historia mucho más realista. Y esta fue la razón por la que elegí esta para traducir, porque todo es mucho más real e interesante, y sinceramente es una de mis historias favoritas, y no sólo de Twilight. Ahora, no se me asusten. No necesitan saber de qué estoy hablando para entenderlo, ni tampoco se requiere que estudien nada de esto para entender la historia. La historia se desarrolla muy bien por sí sola, y es lo que me fascina de ella. Sin embargo, no quería que la traducción se quedara corta de todo el esfuerzo que la autora en inglés le ha puesto, así que ahora estoy aprendiendo sobre paraplejías, árboles, medicina, filosofía en español. Créanme, no es un trabajo sencillo, pero es satisfactorio al final XD De verdad, me siento orgullosa del resultado. Si alguien está estudiando medicina, u otra materia relacionada con lo que estoy traduciendo y ve algún error, por favor dígame, que me gusta corregir mis errores.

Los Cullen entrarán pronto en la historia, no se desesperen. Intentaré traducir un capítulo por semana, pero mi horario en la universidad a veces es un poco pesado, así que no puedo decirles qué días exactamente. Pero por lo pronto, el capítulo dos está ya empezado y en cuanto esté terminado lo publicaré.

Por favor, dejen reviews, que son muy apreciados por mí y por la autora.

¡Gracias por leer!

XD