¡Aló aló! Como estan? jajaja pues la verdad, no iba a actualizar aca pero a fin de cuentas pues aqui estoy ;)... Desde hace ya un tiempo que les e dicho que viene algo de pasion y pues espero que lo que encontraran aca satisfaga su curiosidad (creo que no sono muy bien ¿verdad?)

Pues en este cap tambien hay una cancion de ''soundtrack'' jajaja y esta es... ''Make you feel my love'' de Adele, debo confesar que jamas habia escuchado esta cancion antes y me gusto mucho para este capitulo, si la han escuchado sabran porque. Pueden encontrar el link en Chica RatHale y sus fanfics en Facebook...¡OH! y recuerden que deben ponerle play cuando vean [*] - esta insignia ;)

DISCLAIMER: LA HISTORIA ES DE MI INVENSION Y LOS PERSONAJES PERTENECEN A NUESTRA QUERIDA STEPHENIE MEYER.


Mi alarma sonó y me desespérese, entre a la ducha pero cuando salí me mire al espejo busque unas tijeras y corte mi cabello, ya lo había hecho muchas veces y sinceramente siempre me quedaba justo como quería, así que ya con mi nuevo corte mire por la ventana y el día prometía estar soleado así que me puse unas bermudas de mezclilla negra, tenis claro esta y una blusa con unos botones en la parte de arriba con manga 3/4 gris, tenía un plan que debía cumplir. Baje y no había nadie, tome unas tostadas y jugo de arándano. Subí rápido para maquillarme un poco con delineador y labial en tono palo de rosa, cepille mi cabello y dientes. Tome mis llaves que tenían un pos-it

Suerte

Atte. Mamá

Decía, lo tome suplicando porque de verdad la tuviera y subí a mi auto, las calles estaban casi desiertas y no fue difícil llegar rápido a la escuela, cuando entre al estacionamiento vi solo el auto de Edward así que seguramente vendrían los dos juntos. La escuela era lo suficientemente grande como para buscarlos, así que saque mi móvil, timbro un par de veces…

-¿Alice?- contesto Edward con asombro.

-Hola, ¿Dónde están?- les pregunte entrando por la puerta principal.

-En el primer edificio- me dijo algo confundido. -¿Por qué?- me pregunto y colgué simplemente. Fui hasta allá y los vi en uno de los salones revisando un papel sobre un escritorio, me quede allí en la puerta recargada, junto a la pared había cubetas, un trapeador, escobas, trapos y diferentes tipos de jabón. Edward recargado en el otro trapeador.

-Lo que daría Elizabeth por verte con un trapeador en tus manos- murmure pensativamente mirándome las uñas.

-Alice, ¿Qué haces aquí?- me pregunto el aludido sin sorpresa en su voz, seguro lo había sabido desde hace unos minutos que le llamé.

-Por mi culpa están aquí, así que vengo a ayudar- dije sonriendo en disculpas.

-Bueno ya estás aquí, entonces primero este edificio- anuncio Jasper, busque su mirada pero evitaba encontrarse con la mía.

-¿No me vas a saludar?- murmure mirándolo con dolor.

-Hola ¿Cómo estás?- me pregunto Jasper casualmente sin mirarme aun.

-Bien- dije en un suspiro. Edward cambio de tema y nos dividimos las labores. Edward iba a acomodar y barrer, Jasper sacudiría y trapearía, y a mí me dejaron limpiar los cristales y pizarrones pero me ofrecí a trapear los laboratorios.

Comenzamos por unos cuantos salones, el primer piso quedo muy limpio. No tuve ningún incidente con los cristales pues solo rociaba y limpiaba/secaba. Al segundo piso Jasper tuvo que ir a cambiar el agua de la cubeta por 2da. Vez. Salió, y me resbale por la pared hasta quedar sentada en el piso, Edward llego y se sentó a mi lado.

-¿Crees que me perdone?- le pregunte mirando la ventana, por la cual entraban los rayos del sol.

-Dale tiempo, está pasando por una especia de Deja Vú, ya sabes lo de María, siente que le hiciste lo mismo- me explico y escondí mi rostro en mis rodillas.

-Pero es que… cortamos en esos días, no éramos nada, no fue un beso apasionado nada similar si quiera, no significo nada- le dije lamentándome. Puso su mano en mi hombro.

-No me lo digas a mí, díselo a él- me dijo con una voz conciliadora y comprensiva.

-Lo hare- prometí con demasiada intensidad.

-Los dejare solos para que lo hagan en cuanto puedan- me dijo y bese su mejilla con una gran sonrisa.

-Gracias- le dije y en ese momento lo escuchamos en el pasillo. Me ayudo a levantarme y fui a terminar de limpiar el pizarrón que era lo último que me faltaba hacer en esa aula.

-A la próxima vas tú- le dijo a Edward con cierta molestia, y seguramente lo era pues tenía que ir hasta la planta baja a llenar la cubeta para después volver con esta llena. Ya pasaban de las 3 cuando terminamos las aulas del segundo edificio y bajamos a comer algo del dispensador de la cafetería. Puse música de mi celular. ''Lovegame'' de Lady Gaga. Comimos unas frituras con soda y de postre pastelitos.

-Vaya, has sido de gran ayuda- me dijo Edward que se sentaba frente a mí.

-Están aquí por mi culpa así que es lo menos que puedo hacer- les dije a ambos, Jasper al escucharme apretó los puños hasta que los nudillos estaban blancos. Edward termino su último bocado de pastelillo.

-Ya vuelvo- dijo parándose y detrás de Jasper me guiño, tiro su basura y se fue por el pasillo. Un minuto de silencio y luego hizo ademán de levantarse, y rápidamente lo detuve tomando su mano.

-Jasper, tengo que hablar contigo- dije mirándolo fijamente, me devolvió la mirada.

-Alice, no sabes lo que sentí cuando dijo eso y tú lo aceptaste, todo lo que dijo sobre ti- dijo con los ojos cerrados.

-Lo sé, cometí un error y no sabes cómo me arrepiento- le dije con el corazón apenas existente, iba a continuar pero me gano la palabra.

-Me voy a Texas el próximo fin de semana- me dijo y se fue de la cafetería. Me quede allí con esa frase en la mente, pasmada ¿Cómo que se iba a Texas? ¿Por qué?... ¿Por lo que le hice?

-Alice- me llamo Edward a mi lado y me sobresalte, no lo había escuchado llegar.

-Se va a Texas- le murmure con la voz claramente dolorida, me miro confundido.

-No tenía idea- dijo pensativo.

-Pues sí, y todo por mi culpa- dijo a punto del llanto y fui al baño que estaba a la vuelta del pasillo para calmarme. Cuando ya estaba calmada y fuera de shock. Los encontré en el gimnasio y me senté en las gradas mientras ellos limpiaban el piso y acomodaban los balones. Pasaron las horas en silencio, al menos eso respecto a Jasper y a mí.

-Wow, por fin terminamos- dijo Jasper tirándose a una silla de la cafetería. Nosotros hicimos lo mismo, bueno yo me deje caer sobre la mesa.

-Sí, debo ir a llenar el reporte y dejarlo en el escritorio del director- dijo Edward levantándose y estirando los brazos. –Ustedes guarden todo y hagan el inventario, ya los alcanzo allá- nos dijo y se fue.

-Vamos- me dijo Jasper y lo mire sorprendida, pues no me había hablado después de nuestra conversación exprés en la cafetería, sacudí la cabeza y fuimos hasta el aula de intendencia, nos pusimos a acomodar las cosas.

-Jasper- le llame y me miro de reojo. –Por favor déjame explicarte- le pedí una vez más, se cruzo de brazos y suspiro pesadamente. –No fue mi intención, pensé que no volvería a verlo, no lo considere mucho de hecho no me dio tiempo. Enserio no sentí absolutamente nada- le dije rápido antes de que decidiera cambiar de opinión e irse.

-Ajá- fue todo lo que dijo y se volvió dándome la espalda. Ya no pude más y me deje llevar por lo que mi corazón quería decir.

-Jasper por favor, me encantaría volver el tiempo atrás y evitar lo que hice. Por favor jamás le había suplicado a alguien… por favor- le dije mirándolo al borde del llanto, me daba la espalda aún. Estaba dolido y enojado conmigo, lo entendía. Tragué el nudo en mi garganta. –Sé cómo te sientes y no te culpo, pero de verdad te amo y si decides no volver a hablarme lo comprendo perfectamente, solo no quería que lo hicieras sin haberme escuchado. No te vayas Jasper no quiero perderte, no podría resistirlo- le dije con la voz ahogada por el nudo en la garganta que se había formado a mitad de mi argumento. Me sentía la peor mujer sobre la tierra, sabía lo que le había hecho María y yo le había hecho algo similar. Al ver que no se volvía y que no diría nada, abrí la puerta del cuarto de intendencia y trague el nudo que me dolía pero no tanto como saberme perdida. Estaba por salir cuando sentí que me atrajo del brazo y choque con su pecho.

-¿Todo lo que has dicho es verdad?- me pregunto y asentí mirándolo a los ojos. –No sabes el daño que me has hecho, saber que él volvió y te confundió, que cenaste con él, que me engañaste, pensé que te habías ido con él. ¿Sabes el dolor que sentí al ver que me estabas haciendo lo mismo que María? ¿Tienes idea de el dolor que sentí ayer cuando me dijeron que te habías ido?- me regaño con dolor puro en su voz y sentí lagrimas brotar de mis ojos.

-Perdóname Jasper, no era mi intención- le pedí tomando su rostro entre mis manos desesperada, de no amarlo tanto JAMÁS me comportaría así con un hombre que no fuera mi hermano o mi papá.

-¿Crees que es fácil?- me pregunto y agache la cabeza soltando a llorar discretamente. –Dímelo, ¿Tu me perdonarías tan fácil si hubiera hecho lo que tú me hiciste a mi sabiendo que ya te lo habían hecho antes?- me reclamo y solloce, no pude hablar así que solo negué con la cabeza.

-No tan fácil, pero lo haría porque te amo, cuando el amor es tan grande una falta como esa se pasa por alto. Jasper no es como si me hubiera acostado con él, ni siquiera estábamos juntos hace dos días ¿Recuerdas?- le dije algo molesta sin mirarlo aferrándome a lo único que podría salvarme.

-Aun así, te entregue mi corazón y mi alma, no me pidas que te perdone de la nada- me dijo fingiendo dureza pero su voz alcanzo a quebrarse y me soltó dejándome sola en el cuarto de limpieza, me senté en la mesa que había allí y me deje llevar por las lagrimas y sollozos que reclamaban su libertad provocándome dolor, de saber que resistiría iría directo a mi casa para encerrarme en mi habitación y dejarme llevar por el dolor. Lo había perdido o al menos así lo sentí, era lo último que quería, sentía como si me hubieran arrancado una parte de mí, no podía perderlo era el amor de mi vida, lo amaba con el corazón y ahora mi corazón estaba en pedazos. No podía controlar las lágrimas, hacia mucho que no lloraba así… 5 meses más o menos, estaba convencida de que Jasper estaba hecho para mí y yo estaba hecha para él, cada sollozo me dolía en el corazón y el dolor era insoportable. Seguramente el ya se había ido con Edward y yo estaba aquí sola en la gran escuela, seguramente me vería patética pero no me importaba. Volví a sollozar al darme cuenta de eso. El estomago y el pecho me dolían pero el dolor en mi pecho era algo que jamás pensé sentir, nunca pensé que pudiera existir un dolor tan insoportable aunque probablemente era causa de la culpa y el arrepentimiento, había leído sobre un dolor terrible cuando se pierde al hombre que más se ama pero esto era mucho peor. Fui al baño para no sentirme tan miserable y me senté hecha un ovillo sobre el espacio junto a los lavamanos. Sentí una mano acariciando mi cabello y alce el rostro, vi a Edward y volví a soltarme a llorar.

-Edward- solloce y me abrazo más fuerte. ¿Cómo sabía dónde estaba?

-Te vi venir hacia acá. Tranquila Alice, él no lo está pasando mejor que tu hasta diría que lo está pasando mucho peor- me dijo en voz baja, pero no podía dejar de llorar y menos ahora que me decía eso, me sentía tan culpable.

-Soy… una… tonta….- dije entre un sollozo y otro. Me apretó aun más apoyando su mejilla sobre mi cabeza.

-Lo sé- murmuro y beso mi cabello, le di un pequeño golpe a su costado.

-¿Qué haces aquí? No deberías estar en el baño de mujeres- le dije limpiándome las lagrimas.

-Quería ver como estabas- dijo y me acaricio el cabello. –Iré a traerte un pañuelo de tela- me dijo y asentí. Me senté en el espacio donde estaba otra vez sin dejar de llorar ni un instante. Cuando me limpie las lagrimas con la manga de mi blusa, vi el pañuelo que me traía Edward frente a mí, era de seda azul y lo tome, no pare de llorar pero ahora podía secar las lagrimas sin raspar mi piel con el papel higiénico que ponían en la escuela. [*]

-Gracias Edward- le dije cuando pude articular palabra mi voz sonaba tan deprimente y miserable… el simple reflejo de mi alma en ese preciso momento.

-De nada- me dijo y me volví a verlo, me abalance a sus brazos y solloce aferrándome a él sin dejarlo escapar.

-Te amo tanto- le dije sollozando con voz apresurada y deforme.

-A mí también me duele y mucho- susurro adivinando mi sentir cosa que era muy obvia en mí en este momento, apenas y rodeaba mi cintura. Solloce otra vez al no sentir la necesidad de cercanía entre los dos como la que yo sentía.

-Por favor- suplique acercándome a él. -Te amo, te amo con todo el alma, con todo el corazón, Jasper perdóname no sabes cómo me duele esto, se que hice mal y me arrepiento muchísimo… sabes que si no te amara tanto no estaría haciendo esto- le dije sin mirarlo casi en un susurro. Alzo mi rostro descompuesto, pude ver que tenia marcas de lagrimas en sus mejillas, seguro iba a reclamarme sobre algo mas pero para mi sorpresa no, solo beso mis labios por un segundo.

-Lo sé. En verdad estas arrepentida ¿Verdad?- me pregunto con lastima y cautela, como si necesitara preguntar. Volví a sollozar dándole una respuesta que afirmaba su suposición. Me apretó en sus brazos, me sentí en casa como si fuera el lugar en donde pertenecía… sus brazos.

-No sabes cuánto- le dije con mi cabeza en el hueco de su cuello.

-Lo sé- dijo él.

-¿Me perdonas?- le pregunte mirándolo y su respuesta solo fue un simple beso.

–Si- murmuró mirándome a los ojos.

-Jasper- dije y volví a colgarme de su cuello, me abrazó fuerte contra su cuerpo. –No volveré a hacerlo, te amo, te amo, te amo- le dije y me sorprendí al darme cuenta de que esas dos palabras salían con suma naturalidad, siendo que antes se me hacia un poco raro pronunciarlas, solían pesar... seguramente era porque esas dos palabras salían desde mi corazón.

-Yo también te amo Alice- me dijo alejándose de mí un poco, las lágrimas habían cesado pero aun así había unas atascadas en mis mejillas y las quito con un beso en cada una, sonreí un poco. –Jamás vuelvas a hacerme eso- me dijo firme y asentí.

-Lo juro con mi vida, antes muerta que volver a estar lejos de ti. No querría ni siquiera vivir un día mas si no es contigo- le dije y me beso con desesperación, posesión, amor, alivio, la ansiedad de los días sin hacerlo. Tomo mi rostro entre sus manos con suavidad y me miro fijamente a los ojos.

-Hay cosas entre mis manos en este momento sin las cuales no puedo vivir- murmuro sin dudar, sonreí levemente y lagrimas de felicidad y alivio cayeron por mis mejillas liberando todo el estrés que había tenido esta semana. Nos besamos hasta que necesitamos respirar y volvimos a besarnos, ahora con un poco mas de intensidad, cerré la puerta con una mano libre y me guio hasta el espacio donde yo estaba sentada hacia unos minutos y me senté allí, lo atraje a mí con las piernas, mordí ligeramente su labio inferior, luego sus labios fueron a mi cuello y sus manos aprisionaban mi cintura pegándome aun mas a él.

La ansiedad era mutua y era palpable, sus manos iban arriba y abajo por mi espalda. Por primera vez no me importaba si esto llegaba hasta el final, hasta lo quería. Pose mis manos en su pecho sin aplicar fuerza, sus manos acariciaban mis pantorrillas subiendo hasta las trabillas de mis bermudas. Alce su camiseta y la saque por su cabeza, lo hice mucho antes de si quiera pensar en lo que hacía solo seguí aquel impulso, él fue desabotonando mi blusa de arriba abajo dejando ligeros besos a su camino, mi respiración era agitada y entrecortada, una calidez comenzó a recorrer mi cuerpo hacia una parte en especifico.

-Cásate conmigo- murmuro y volvió a mis labios después de desabotonar y lanzar mi blusa a no sé dónde. Sus labios paseaban ansiosos por mis hombros, mi cuello, y clavícula.

-Si- dije casi jadeante sin siquiera haber pensado con precisión lo que acababa de pedirme. Al ser nueva en esto hice algo similar, pues ataque su cuello y curiosamente lo hacía como si supiera lo que hacía, acariciaba su torso desnudo y escuche como respiraba pesadamente y emitía uno que otro gemido que trataba de ocultar. Aprisiono el lóbulo de mi oreja con sus labios, gruñendo por lo bajo. Volvió a besarme, la intensidad de éste era nueva, nunca habíamos llegado a este grado en el que entre los besos había algunos jadeos. Sus manos subieron lentamente por mis muslos hasta quedarse a los costados de mi cadera, se fue inclinando poco a poco sobre mí y tuve que detenerme con una mano para no perder el equilibrio a mi espalda.

-Te amo- me dijo en un jadeo haciéndome volver a sus labios.

-Te amo- le respondí casi jadeante. Sus manos fueron a mis bermudas mientras su boca atacaba mi cuello y bajaba hasta una parte de mi escote, mis manos delineando el borde de su pantalón provocando un ligero gruñido de su parte. Su mano se enredo en mi cabello y me beso con mucha más intensidad, fiereza mientras mi mano subió por su pierna. No había ningún espacio entre nosotros. Pero recordé nuestra única atadura y lo más conveniente sería parar allí, aunque más que nada esperaba tener la fuerza de voluntad para parar esto.

-Chicos- dijo Edward al otro lado de la puerta justo antes de que lo apartara de mí, nos quedamos inmóviles solo mirándonos el uno al otro con la respiración agitada. –Alice… Jasper- nos llamo a cada uno, trague saliva tratando de regular mi respiración.

-¿Qué pasa?- le pregunte con mi voz un poco recompuesta.

-¿Qué están haciendo allí adentro?- nos pregunto de forma acusadora, solté a Jasper y me paso mi blusa, me la puse lo más rápido que pude y el su camiseta. Al ponérmela la sentí mojada, seguramente había caído en un lavamanos.

-Nada- le dijo Jasper cuya voz era un poco más profunda de lo normal. Cuando nos vimos vestidos y recompuestos, una ojeada al espejo y abrimos la puerta. Edward nos analizo de pies a cabeza.

-¿Qué estaban haciendo?- nos acuso con seriedad.

-Nada- dijimos al unisonó, aunque nuestras respiraciones aun intranquilas decían lo contrario.

-Ajá linda blusa- me dijo señalando mi prenda de vestir y sentí como me sonrojaba con fuerza al ver que me salte 2 botones y me volví para arreglarlo inmediatamente. –¿En el baño de la escuela? ¿Enserio?- nos dijo incrédulo y burlón.

-Ya Edward- le dijo Jasper apenado por la situación.

-Carlisle me llamo, quiere que vayamos a tu casa. Nos invita a cenar- me dijo en tono casual pero con algo de confusión en su voz.

-Bien- dije simplemente y caminamos al estacionamiento. Disimulando el proceso de mi respiración para volver a su ritmo habitual, solo esperaba que el aire ayudara a disminuir lo acalorada que me sentía y seguramente también me veía.

-Debo suponer que ya se reconciliaron- nos dijo después de un minuto disimulando una risa burlona. Jasper y yo nos miramos.

-Si- dijo él y sonreí ampliamente.

-Claro sino porque habrían hecho sabe qué cosa allí dentro- dijo como si fuera obvio y me sonroje. Llegamos a nuestros autos. –Alice antes de que lo olvide, arréglate el cabello- me dijo Edward sofocando una carcajada.

-Estás bien- me dijo Jasper al oído, tomando mi mano y suspire mirando mal a Edward, pero aun así sentí como peinaba mi cabello de atrás. -¿Lo cortaste?- me pregunto y asentí sonriente. Jasper venia conmigo, a mi auto.

-No, no. Tú vienes conmigo, tenemos que hablar- le dijo a Jasper deteniéndolo del brazo con un tono más serio de lo normal.

-Edward- le dije y me guiño el ojo, le saque la lengua. Jasper volvió y me beso rápido.

-Espera- le dije a Jasper tomándolo de la mano, como extrañaba ese tacto.

-¿Si?- me pregunto.

-¿Escuche bien cuando me pediste que me casara contigo?- le pregunte recordando su propuesta en medio de nuestra reconciliación. Sonrió y me beso por un buen rato. Después de eso cada quien subió a su auto y fuimos directo a mi casa, dejándome con la incógnita, aunque para ser sincera no necesitaba pensar la respuesta. Al llegar me puse un poco del perfume que traía en la guantera de mi auto que por suerte no me había puesto perfume por la mañana, lo había olvidado convenientemente.

-Hola chicos- nos saludo mi papá en la puerta. –Síganme- nos pidió y así lo hicimos, nos llevo a su estudio y allí encontramos a nuestros amigos siendo vigilados por Esme. Bella estaba al rojo vivo y Rose y Emmett con una cara de vergüenza que era difícil de ver comúnmente. –Siéntense- nos dijo mi papá que ahora parecía más el Dr. McCar… Oh no.

-¿Qué pasa papá?- le pregunte, le guiño a mi mamá y ella salió cerrando la puerta. Él se recargo en su escritorio con los brazos cruzados.

-Pude ver los resultados de una de ustedes- nos dijo a las mujeres. –Y por eso mismo quiero tener una pequeña charla con todos ya que todos tienen pareja- nos dijo y todos nos miramos, en especial entre mi hermano y yo.

-¡No!- gritamos ambos al mismo tiempo. El rió un poco.

-Podría ir a su escuela y hacer esta charla general si así lo desean- nos dijo como si nada.

-¡No!- gritamos Emmett y yo al mismo tiempo; el solo se rio por lo bajo otra vez, tal y como lo conocíamos era capaz de hacernos presentes en su plática.

-Todos saben la historia de la abejita y la flor- nos dio ese ejemplo. –Pero quiero que tengan en claro que tanto la abejita como la flor deben de protegerse para no tener un, un… capullo- nos dijo con metáfora, bueno esto no sería tan vergonzoso como pensaba, aunque me sentía como una puberta a la que le dan esa ''charla'' por primera vez, de ser solo mi hermano y yo nos habríamos reído por su ejemplo de la abejita y la flor, pero no, nuestras parejas estaban en la misma habitación.

-Carlisle- le dijo Edward con la intención de callarlo. Bella estaba con las mejillas rojas como jitomate encogida en su asiento, si de por si la pobre se sonrojaba de todo.

-Chicos, les tengo confianza y sé que son responsables- nos dijo mirándonos a cada uno. –Pero esos resultados me pusieron a pensar en que tal vez se dejen llevar demasiado- dijo y saco una cajita de su escritorio, la abrió y saco el contenido. –Hay muchas maneras de protegerse chicos. Esta el condón- dijo sacando uno de un empaque metálico mostrándolo. –Masculino y femenino- dijo sacando otro, el femenino. Me cubrí el rostro de vergüenza. Me sentía como si me estuvieran diciendo eso especialmente a mi después de lo que paso en la escuela.

-Carlisle ya sabemos eso, por favor- le pidió Edward tan incomodo como todos allí presentes, pero mi papá lo ignoro. Hacia unos años Anthony le había pedido a mi papá que le diera una pequeña charla sobre sexualidad a mi primo, él apenas tenía 13 años.

-Para ustedes chicas hay muchas opciones, el condón, las pastillas, el parche- dijo al tiempo que sacaba sus ejemplos. –También hay dispositivos internos e inyecciones- nos dijo sacando una jeringa y un pomito con una dosis, nos ilustro sobre cómo se ponía o la instrucción de cada cosa y como pasaba, por más que me cubría el rostro mi papá me hacia prestar atención así que solo me quedaba hundirme en la silla. –Si lo desean podría suministrarles una dosis, solo díganme para sacarles una cita- nos ofreció de una forma muy profesional.

-¡No!- gritamos las 3 a la vez y sonrió negando con la cabeza.

-Bien aunque me dejaría muy tranquilo si lo hicieran- dijo pero aun así nos negamos rotundamente, no era mala idea, pero jamás iríamos con mi padre -¿Chicos saben cómo ponerse un preservativo?- les pregunto a los hombres abriendo uno de los empaque metálicos.

-Papá- se quejo Emmett como niño pequeño y me reí.

-Solo quiero prevenir- le explico y saco uno. –Chicas también deberían saber cómo se coloca- nos dijo, yo escondí el rostro en el brazo de mi hermano. Nos hizo poner atención y nos mostro como era que se ponía… eso en… eso. –Deben tirarlo después del acto y no usarlo 2 veces, eso propicia a que se rompa por la fricción a la hora de la relación sexual- nos explico, gemí de vergüenza deseando que el piso se abriera y me tragara.

-Papá- refunfuñe encogida en mi asiento. -¿Ya podemos irnos?- le pregunte y negó con la cabeza.

-Estas cosas no solo les previene de un embarazo no deseado- dijo mirando a Rosalie que desvió la mirada incómoda. –Sino que también les protege de enfermedades de transmisión sexual. Les recomiendo que si tienen una vida sexual activa se revisen de vez en cuando solo para asegurarse de que no han contraído algún virus- nos comento de forma muy casual. –Chicos una de las preguntas más frecuentes en los jóvenes es sobre el tamaño, y pues el tamaño no importa ¿O si chicas?- dijo con un rastro de humor, mi hermano se estiro hacia atrás con exasperación, Edward se paso la mano por el cabello y Jasper se cubrió el rostro, mis dos amigas se sonrojaron y se hicieron las inadvertidas, yo al no saber de eso solo me hizo sentir incomoda su pregunta, gracias al cielo soy inocente, me reí con ganas al recordar las manos pequeñas de mi primo. Mire a Carlisle que lo estaba disfrutando sin duda alguna. Suspiro. –Bien por último, quiero darles esto- nos dijo y nos dio un empaque metálico a cada uno, todos lo tomamos y entonces me di cuenta de que era.

-¡¿Qué?!- grite de la sorpresa. –Yo no necesito esto aún, soy virgen- dije rápido negando con la cabeza, mirándolo con severidad.

-Me alegra escucharlo, pero me dejas más tranquilo- me explico, iba a discutir pero me miro con suplica y no pude negarme, mire a otro lado derrotada y pude notar como Edward se reía de mi y sabia el por qué, le mire mal, salimos de allí todos con una vergüenza horrible y pude notar como mi papá miraba con desaprobación como Jasper se lo daba a Edward. –Alice, Jasper- nos reprimió, cuando vio que lo deje, nos volvimos y nos llamó, entramos y nos tendió 2 paquetes metálicos de la misma clase.

-Carlisle, no necesito eso, mis intenciones con Alice no son esas. La quiero y la respeto mucho- le dijo Jasper con seriedad, sonreí ligeramente al escucharlo.

-Me complace y me tranquiliza mucho escucharlo, pero aun así, aunque no me agrade no me gustaría que pasara algo que no tenían planeado, con el susto de los resultados tuve para no dormir creyendo que podrían ser de Alice. Por favor- nos dijo al final. Yo quería que se abriera la tierra y me tragara otra vez, mi papá dándonos a mi novio y a mi preservativos, cierta culpabilidad me invadió en esos momentos. Aunque sinceramente, si hubiéramos tenido esto hace una hora todo habría sido diferente y qué bueno que no lo teníamos, que mi primera vez fuera en el baño de la escuela no, no sería un buen recuerdo, si Rose y Bella se hacen burla por los lugares en donde fueron las suyas no imagino cómo me iría a mí. De mala gana los tomamos, al fin y al cabo podría dárselo a Emmett, el si lo necesitaba.

-Ya voy- le murmure a Jasper y me volví a mi Carlisle que me miraba expectante. -Me la debes- le susurre a mi papá que solo sonrió negando con la cabeza.

-Alice eres mi hija y te conozco demasiado. Confió en los principios que te hemos dado tu madre y yo como para que no cometas un error. Entiendo que comprendes el significado de hacer el amor, de entregarte a la persona que mas amas… es solo que viendo la intensidad de tu relación con Jasper, queremos que estés bien segura y que mas quisiéramos tu madre y yo que sea en tu noche de bodas después de la ceremonia, pero no son los tiempos de antes y lo entendemos, tenemos que… ambos son responsables y maduros y confiamos en ambos, Jasper no parece ser como esa clase de chicos y no nos preocupa en lo absoluto. De verdad Alice ten la confianza de decirme si necesitas cualquiera de estas cosas- me dijo señalando los métodos que nos había mostrado y no pude evitar sonreír y abrazarlo.

-Gracias papá, te quiero mucho- le dije y me abrazo de vuelta.

-Yo también te quiero mi princesa- me dijo para después besar mi cabello, le di un beso en la mejilla y salí mucho más tranquila debo decir. Bajamos y cenamos todos en silencio, mi mamá le lanzaba miradas a mi papá de complicidad ¡Eran el colmo! Aunque ahora sabía de dónde habíamos sacado ese lado humorístico y malicioso mi hermano y yo. Cuando fuimos a la sala Jasper le dio su empaque metálico a mi primo, pero él lo miro con severidad, aún así lo guardo en su bolsillo.

-Que conveniente no Alice- comento Edward en voz baja y lo aniquile con la mirada.

-Calla- le dije en voz baja y soltó a reír.

-¿Por qué?- le pregunto el entrometido de mi hermano.

-Nada- dijimos los 3 a la vez. Me senté en el sillón en medio de Edward y Jasper, Bella al lado de Edward.

-Hablando enserio, deberían quedárselo. Aunque no se volverá a repetir- me susurro Edward al oído, me volví a mirarlo y en verdad estaba serio. Debía admitir que tenía razón tomando en cuenta lo que había pasado, pero no entendí lo ultimo ya investigaría después… Asentí apenas perceptible, pero sin quitar la severidad en mi mirada. Edward miro a la cocina verificando que mis padres no vinieran. Miro de forma muy significativa a Bella.

-Si- dijo ella con una sonrisa. La abrazo y suspiro mirándola, se ven tan lindos juntos.

-Nos vamos a casar- declaro en voz y justo cuando iba a gritar de la emoción una mano me cubrió la boca, tuve que sofocar mi emoción, mire a Jasper y con eso basto para que dejara de cubrir mi boca.

-¿Cómo? ¿Cuándo?- les pregunto mi hermano.

-Solo ustedes lo van a saber- dijo Bella con una gran sonrisa… si hay una pareja que me encanta ver, es a Edward y Bella son el uno para el otro.


...So, nos encontramos de nuevo jaja... y diganme ¿que les parecio la reconciliacion? ¿Si cubrio sus expectativas sobre la pasion que hacia mucho no veiamos? jijiji espero que si, la verdad ;) ... ¿Como ven la platica del Dr. McCarthy? que horror, aca entre nos, a una amiga le paso pero en la escuela jajajaja; una cosa si... a que no se esperaban esa declaracion de parte de Edward y Bella! o si?...

...Mil gracias por su apoyo a este pequeño drama adolescente jajaja. Espero que les haya gustado y me encantaria que me lo hicieran saber ;)

...Espero hayan tenido un gran dia de San Valentin :D

..Cuidense mucho! gracias! xoxo...

PD:: pueden encontrar links, outfits, juegos, etc... en mi pagina en Facebook, la cual pueden encontrar como:: Chica RatHale y sus Fanfics

PD2:: podremos llegar a los 40 reviews en este cap? :)