10.- Una esperada reunión.

Todo el mundo estaba allí. Harry estaba de nuevo frente al laberinto. Suspiro sabiendo las pruebas que tenia que enfrentar. Y más lo que tendría que hacer al final. Tenia que llegar el primero al traslador, salvaría a los otros dos campeones y seria usado para resucitar al señor oscuro mas temido.

Había algo que tenia que conseguir hacer en el lugar de resurrección de Voldemort; matar a Nagini y rezar por que fuera el último Horrocrux. De ahí en adelante seria todo nuevo para el. Sabia que seria casi imposible repetir todo de la misma forma. Al luchar contra Voldemort estaría cambiando lo que había sucedido.

No había querido decir nada a nadie. Incluso engaño a Amelia, Sirius y Lupin. Los tres adultos estaban, junto a algunos duendes, en el cementerio del pueblo. Solo el sabia de la existencia de dos cementerios en le pequeño pueblo el normal y el privado de la familia Riddle.

Pasara lo que pasara, estaría solo frente a su enemigo.

Miro a Susan por última vez, antes de entrar en el laberinto.

La pelirroja sintió una presión en su pecho. Algo no iba bien y lo sentía.

Ese fue el momento en el que el falso ojoloco se acerco a los chicos.

- Señora Potter, necesito que me acompañe.- Dijo el mortifago a la chica. Sus amigos se colocaron entre el y la joven.- ¿Que sucede aquí?.- pregunto extrañado.

- ¿Por que quiere que Susan valla con usted?.- pregunto Hermione.

- Es algo referente a los campeones. Ella como su esposa…- trato de decir.

- ¿Entonces por que solo Susan?.- añadió Luna.- La familia de la señorita Delacrue esta allí sentada.- señalo a los franceses. El falso profesor puso la mirada seria tratando de intimidar a los jóvenes.

- Como he dicho, no es asunto suyo.- dijo al fin.

- Prefiero que el director nos lo confirme.- Termino Susan.

- El se reunirá con nosotros después en estos momentos esta muy ocupado para…- el mortifago no termino.

- ¡No se preocupe yo, le pregunto!.- dijo luna corriendo hacia el director.- ¡Será un momento!.- el falso ojo loco saco la varita y apunto a los jóvenes.

- Que molestia.- señalo a Susan.- ¡Imperius!.

Susan se había apartado de la trayectoria de la maldición. Delante de ella Hermione y Neville ya habían convocado un par de objetos para servir de escudo a la Pelirroja. Luna lanzo unas chispas al aire antes de acercarse a sus compañeros.

El falso Ojoloco. Lanzo una nueva maldición a la chica.

- ¡Cruccio!.- fue una sorpresa para los que lo escucharon.

Hermione puso delante de la maldición una roca que había convocado.

Neville lanzo una maldición de desarme que el falso profesor tuvo dificultad para evitar.

Pero la siguiente maldición no la pudo evitar.

- ¡Expeliarmus!.- La maldición de Susan dio de lleno y el mortifago fue desarmado y lanzado varios metros hacia a tras.

Barthy Crouch Jr estaba sorprendido. Nunca se hubiera imaginado que esos chicos le plantarían cara. No solo eso habían conseguido alertar a todos y ahora varios profesores acercaban entre ellos Dumbledore y McGonagall. Sabía que no podría vencer a ninguno de los dos.

- ¿Que sucede aquí?.- Albus Dumbledore estaba junto al grupo con la varita en la mano.

- Director.- Luna fue la encargada de hablar mientras el resto permanecían alerta sin quitar ojo del falso profesor.- El profesor Mooney quería que susan fuera con el. Cuando le preguntamos por que, ataco a Susan.

- ¡Eso no es del todo cierto!. Albus.- trato de replicar el mortifago.- Creo que me he excedido un poco al comprobar el nivel de alerta de la señora Potter y sus amigos.- Miro de reojo a los chicos antes de centrarse en el director.- y me alegro de su alta eficacia.

- Alastor, ¿que pasa?, ¡de verdad!.- Dumbledore sabia que había algo más.

- Albus, ya te he dicho la razón.- dijo el mortifago.

- Hay algo raro con el profesor Mooney.- señalo Susan.- Desde el principio no ha dejado de acercarse a Harry y tratar de influir en el.- todos miraron a la chica y al profesor.- Harry y yo sabemos que fue el quien puso su nombre en el cáliz.- termino la chica.

- ¡Que tonteria!. ¿Por que quería yo hacer eso?.- el mortifago no se esperaba esta situación.

- Eso puede responderlo mi elfina.- respondió Susan con sarcasmo.- ¡Winky!.- Los ojos del falso profesor se abrieron de golpe. La elfina apareció ante su ama.

- ¿En que puede servir Winky a su ama?.- Al ver a la elfina el mortifago dio un paso atrás.

- ¿Sabes quien es ese mago?.- Susan señalo a su profesor de defensa. La criatura lo miro y se tenso.

- Es… el…- El mortifago la callo.

- ¡Silencio!.- el ser se callo.

- Winky, ¿por que lo obedeces?. ¿No soy yo tu ama?.- la elfina asintió al entenderlo.

- ¡Es cierto ama!. ¡Winky solo se sorprendió al reconocer al hijo de su antiguo amo!.- mas de uno miro al mago al oir a la elfina.

- ¡¿Que dice ese bicho?!.- el falso profesor sabia que tenia que huir. Pero en ese momento era imposible.- ¡Yo soy Alastor Moody!. ¡No tengo nada que ver con la familia Crounch!.

- ¡¿Como sabe que mi elfina trabajo para los Crounch?!.- pregunto Susan con tranquilidad.

- ¡Yo… la reconocí!.- trato de responder.

- ¡¿Cuando la conoció?!.- Pregunto Hermione.- ¡Que yo sepa fue vista por primera vez en la copa del mundo y usted no estaba allí!.- termino la chica.

- ¡La vi una vez con Crounch!.- dijo el mago. Fue lo último. El propio Dumbledore le aplico un hechizo que lo paralizo.

- Severus, por favor.- muchos se habían reunido alrededor del grupo. Snape se acerco y vertió Veritaserum en la garganta del mago. El ministro Fudge se unió al grupo.

- ¿Que sucede aquí?.- pregunto el ministro. El Veritaserum hizo efecto.

- He sido descubierto cuando trataba de llevarme a la puta de Potter.- respondio Ojo Loco.

- ¿Que?.- el ministro lo miro sin entenderlo.

- ¿Quien eres?.- Pregunto Susan.

- Barthy Crounch hijo.- dijo Ojo loco.

- ¡Es imposible!.- dijo el ministro.- ¡Murio en Azkaban!.

- La que murio fue mi madre. Ella se hizo pasar por mi y mi padre me oculto.- respondio el mortifago.

- ¿Usas multijugos?.- pregunto Dumbledore.

- Si.

- ¿Y el verdadero ojo loco?.- Pregunto McGonagall.

- En el baúl de mi habitación.- respondió el mortifago. Poco a poco comenzó a cambiar.

- ¡Joder, es verdad!.- dijo El ministro al ver como cambiaba ante el.

- ¿Por que estabas aquí?.- pregunto Dumbledore temiendo la respuesta. En eso hubo un destello y todos miraron al laberinto.

- Conseguir que Potter se reúna con mi señor.- el mortifago sonrió.- Y lo he conseguido.

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Harry avanzo por el laberinto y con pocos problemas se acerco al centro del laberinto. Sabia Que todo era gracias al falso ojoloco. Se apresuro a ir al encuentro del trofeo con la mayor rapidez. Tenia que conseguir que ninguno de los otros campeones sufriera algún daño.

Siendo el mismo lugar encontró el camino con rapidez y para cuando Fleur comenzó la prueba el veía de lejos la copa.

Suspiro antes de correr hacia ella y agarrarla. Sintió el tirón y desapareció del lugar. Su último pensamiento fue Susan.

Cuando aterrizo sobre el suelo no tuvo dudas de donde se encontraba. Sabía que tenía poco tiempo antes de que aparecieran Voldemort y colagusano. Vio la estatua donde lo atarían y delante de ella el gran caldero. Apunto a la copa con la varita y la lanzo cerca de la tumba con la gran estatua.

- ¡Dobby!.- llamo al elfo.

- ¡Si señor!.- dijo el elfo apareciendo.

- Ya sabes que hacer.- dijo el mirando a todas partes.

- ¡Dobby lo hará bien!.- respondió el pequeño ser antes de desaparecer.

Poco después noto como alguien se acercaba.

- ¡¿Quien esta ahí?!.- fingió.

- Me alegro de verte Harry.- oyó la voz del mago oscuro.- Es un placer el que te dejes caer por aquí.

- ¡Voldemort!.- dijo el chico.

Colagusano lo desarmo. Harry dejo que lo hiciera aunque en su interior sabia que le costaría poco el acabar con el traidor.

- Perdón por traerte sin avisar, pero necesito tu ayuda.- la grotesca criatura miraba al chico desde los brazos de colagusano.- Tranquilo, creo que pronto te reunirás con tu querida esposa.- El chico trato de acercarse y colagusano actuó.

- ¡Desmaillus!.- colagusano vio como el chico caia al suelo.

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El moreno despertó y reconoció sin dificultad donde se encontraba. Solo necesito unos segundos para poner su mente en orden.

Miro a su alrededor buscando sus objetivos.

Delante de el, colagusano estaba completando la poción del gran caldero.

Detrás de el, oculta a la vista, podía ver el cáliz de fuego y cerca de esta a Naginy.

El mago oscuro se fijo en que el chico estaba despierto.

- ¡Bienvenido de nuevo!.- dijo el mago oscuro tratando de ser gracioso.- Ya que nuestro invitado ha despertado, podemos comenzar colagusano. Lamento que tu querida esposa no este aquí. - añadió algo molesto Voldemort.- Pero te aseguro que estaréis junto lo mas pronto posible.

- No te acerques a ella.- gruño el chico.

El ritual comenzó y el moreno vio como el traidor echaba dentro del caldero al grotesco señor oscuro.

- Hueso del padre sin saberlo entregado.- colagusano hecho un trozo de hueso en el caldero. Todo el cuchillo y se acerco al caldero.- Carne del siervo libremente entregada.- al decirlo se corto la mano que callo en el caldero. Con visible dolor se acerco al chico que trataba de librarse. Pincho con la daga a Harry en el brazo.

- ¡AHHHH!.- grito el moreno. El mago oscuro recogió algo de la sangre en una copa y regreso junto al caldero.

- Sangre del enemigo sin su permiso tomada.- dejo caer parte de la sangre en el caldero.

El chico vio como el caldero comenzaba burbujear. Poco después comenzó a emitir una débil luz. El sabía lo que vendría.

Cuando el mago oscuro apareció colagusano le puso la capa y sonrió agradecido cuando el mago oscuro le pidió la mano. Se sorprendió cuando no recibió lo que quería.

- Tu otra mano.- dijo el señor oscuro. Después apretó la varita contra la marca oscura. Colagusano apenas contuvo un gemido de dolor.

Harry permanecía aun atrapado cuando los mortifagos comenzaron a aparecer. Voldemort lanzo a todos la charla y el chico solo rezaba para que Susan no apareciera de repente.

- ¡Dobby!.- El pequeño elfo apareció.- Suéltame y busca a Sirius y Amelia. Diles que estoy en Hogwarts.- El pequeño ser asintió y crujiendo los dedos el chico callo al suelo. Tomo su varita cuando el elfo se la tendió. Harry había visto como la serpiente de Voldemort se acercaba al pequeño elfo con la intención de acabar con el. Sin saberlo había ayudado al chico. Apunto justo a tiempo de lanzar una maldición asesina a Naginy.- ¡Avadra Kedabra!.- La serpiente recibió la maldición de lleno sin poder evitarlo. Del cadáver de la serpiente se alzo una luz verdosa y un grito que alerto a todos de lo que sucedía.- ¡Ya!.- grito el chico. Dobby desapareció para cumplir su misión.

Voldemort fue interrumpido en su discurso por un grito que hizo a todos mirar. El Mago oscuro reconoció su propia voz en el. Ver al chico libre y como un elfo domestico desaparecía, le permitió el primer vistazo del cuerpo de Naginy. Ahora estaba seguro de lo que había sido ese grito. Un trozo de su alma había sido destruido.

- ¡NOOO!- Todos miraban al mago oscuro.- ¡Matad a Potter!.- grito a sus seguidores.

Harry no se lo pensó. Salto a un lado y evito un par de rayos verdes que le lanzaron. Tenia que hacer una ultima cosa antes de desaparecer.

- ¡Accio Peter Pettigrew!.- el animago comenzó a flotar hacia el chico. La falta de su mano y el dolor, impidió que pudiera coger su varita. Pero mientras se acercaba con rapidez al moreno trato de hacerlo consiguiendo que se cayera dejándolo desarmado.

En cuanto el animago estuvo a su alcance el chico lo cogió de la túnica y con la otra mano tomo el cáliz de fuego. Sintió el tirón en su ombligo mientras desaparecía de allí.

No pudo oír el grito de rabia y frustración de Voldemort y como segundos después acababa con su seguidor más cercano.

Harry aparecio justo a la entrada del laberinto. Varios auror apuntaron al chico cuando sintieron su llegada.

- ¡Soy Harry Potter!. ¡Ayudenme!.- dijo el chico.- ¡Que no escape!.- les grito señalando a colagusano.- ¡Es un mortifago y animago ilegal!. ¡Se transforma en una rata!.- Los aurors tomaron a ambos y lanzaron chispas al aire.

Apenas un minuto después gran cantidad de gente se acercaba a ellos. Compañeros de Hogwarts, sus familiares y aurors del ministerio.

- ¡HARRY!.- Susan salto literalmente sobre el. Entre beso y beso miraba cada parte de su cuerpo asegurándose que todo estaba allí.

- Hola.- dijo el sonriendo. Como respuesta ella comenzó a golpearlo.

- ¡Cabron, loco, desgraciado!. ¡No vuelvas a hacer algo así nunca!.- comenzó a gritarle la chica entre lagrimas. El acabo abrazándola y la chica lloro sobre su pecho.

- Lo intentare.- le respondió. Ella como respuesta le dio un pequeño golpe en la barriga.

Albus estaba delante de la pareja, junto al ministro de magia. Abriéndose paso entre el publico Amelia Bones se acerco a la pareja.

- Harry, necesitamos que se explique.- pidió el director nervioso al no poder controlar nada de lo que sucedía allí.

- ¡Y rápido ante de que yo lo mate!.- añadió Amelia. Harry la miro suspirando resignado.

- Voldemort ha regresado.- se oyeron gemidos de miedo.

- ¡¿Que estupidez es esa?!.- dijo nervioso Fudge.- ¡Deja de decir locuras!.

- Si no me cree pregúntele a el.- dijo Harry señalando a cola gusano.- Peter Pettegrew ha hecho el ritual para su regreso.- todas las miradas se posaron en el asustado mago que miraba a todas partes tratando de encontrar una salida.

- ¡Morgana y toda la magia, es el!.- dijo McGonagall.- ¡Peter Pettigrew en persona!.- Varias varitas apuntaron directamente al aterrorizado mortifago.

- ¡Es imposible!. ¡El fue asesinado por…!.- el ministro no termino.

- ¡Le di clases durante siete años!.- protesto la bruja escocesa.- ¡No se atreva a insinuar que no se quien es!.- ni el ministro se atrevió a protestar a la mujer.

- Levántenle la manga y verán que es un mortifago.- añadió Harry.- El, era el guardián de mis padres. El los traiciono y los entrego a Voldemort. Después fingió su muerte para huir y mato a todos esos Muggles. Sirius Black es inocente.- término casi gritando para que todos lo oyeran.

Un auror se acerco y levanto la manga. Allí se podía ver con claridad y casi viva la marca oscura. Algunos gimieron al verlo.

- ¡Es un mortifago!.- dijo el auror.

- Pienso llegar al fondo de todo esto.- dijo Fudge.- ¡Llevadlo al ministerio!.

- ¡NO!.- grito Harry.- ¡Veritaserum aquí y ahora!.- todos lo miraron.

- No es el momento, ni el lugar Harry.- trato de convencerlo Dumbledore.

- ¡Quiero que todos sepan la verdad!.- dijo alzando la voz.- ¡Hay mortifagos en todas partes y podrían silenciarlo!. ¡Si muere misteriosamente no habrá forma de saber la verdad!.

- Que estupidez…- el ministro fue callado por la jefa del departamento de aplicación de la ley mágica.

- Estoy de acuerdo con Harry.- dijo Amelia.- ¡Aquí tengo veritaserum!.- alzo el frasco para que lo vieran.

- Amelia deberíamos…- Dumbledore fue callado por Susan.

- ¡¿Un mortifago se ha hecho pasar por un profesor y aun así dudan de que no halla mas?!.-dijo Susan sin soltar a su marido. Varios asintieron dándole la razón. Se oían voces pidiendo que se hiciera.

De poco sirvió que el ministro y Dumbledore trataran de calmar las cosas y asegurar que todo se haría correctamente. El grito de Veritaserum ya era un anime.

Amelia Bones se adelanto y abrió la boca del mortifago. Este trato de resistirse pero fue inútil estando retenido por dos grandes aurors.

La mujer vertió tres gotas del suero en su boca y al momento los ojos del mago se pusieron vidriosos demostrado que la poción había hecho efecto. La maga alzo las manos pidiendo silencio antes de comenzar el interrogatorio.

- ¡¿Cual es tu nombre?!.- Pregunto la mujer, al tiempo que apuntaba con la varita al cuello del preso.

- ¡Peter Pettigrew!.- respondió. Detrás se oyeron murmullos.

- ¡¿Quien era el guardián secreto de los Potter?!.- volvió a preguntar.

- ¡Yo!.- respondió. Mas murmullos.

- ¡¿Los traicionaste?!.

- ¡Si!.- algunos pedian que le aplicaran el veso.

- ¡¿Por que?!.- volvio a preguntar.

- ¡Me lo ordeno mi amo!.- respondio colagusano.

- ¡¿Mataste a los muggles?.- volio a preguntar amelia.

- ¡Si!.- ya eran muchas las voces que lo increpaban.

- ¡¿Es Sirus Black un mortifago?!.- pregunto Harry.

- ¡No!. ¡El es completamente fiel a James y Lily!.- respondió el mortifago.

- ¡¿Que ha sucedido esta noche?!.- pregunto Dumbledore.

- ¡He realizado un ritual para traer de vuelta a mi amo!.- respondio.

- ¡¿Ha vuelto El Innombrable?!.- Fudge hizo la pregunta más para convencerse que otra cosa pero Pettegrew respondió.

- ¡Si!.- muchos gimieron de miedo.

- Llevaoslos de aquí.- dijo Amelia.

- ¡¿Que pasa con Sirius Black?!.- pregunto Harry.- ¡Después de esto no me dirán que aun trataran de darle el beso!.- Fudge miro nervioso a todos.

- Ordenare que los dementores regresen a Azkaban.- respondió el ministro.- Pero Sirius Black aun tendrá que ser interrogado.

- ¿Que tal ahora?.- dijo Harry. Todos miraron al chico asombrados.- ¡Que todos sea aclarado ahora mismo!.- muchos gritaron en apoyo del chico.- ¡Dobby!.- el elfo apareció.- Trae a Sirius, por favor.- el pequeño ser despararecio y apareció al momento acompañado del mago mas buscado. Muchos retrocedieron al verlo y los auror le apuntaron con las varitas.

- ¡Hola a todos!. ¡Gracias por esta bienvenida!.- dijo el último Black. A su lado Colagusano no pudo contener su miedo y se orino encima. Sirius sonrió al ver esto.- Tan asqueroso como siempre.

- ¡Arréstenlo!.- dijo el ministro.- ¡Lo quiero en el ministerio ya!.- La multitud comenzó a gritarle y abuchearlo.

Los aurors dudaron un momento al ver la situación en la que estaban. Sabían que faltaba poco para tener que defenderse y defender al… ministro.

- ¡Veritaserum, ya!.- grito Harry. Detrás de el todo el mundo pidió lo mismo.

- ¡SIII!.- gritaron muchos.

- ¡Que se aclare ahora!.- gritaban otros.

Amelia no espero y se acerco con el frasco. Sirius no se resistió cuando dos aurors lo tomaron de los brazos. Al ver a Amelia sonrió y le guiñó un ojo. La bruja se sorprendió por el descaro del mago, antes de verter tres gotas de la poción en su boca.

Comenzó el interrogatorio, aun con la oposicion de Cornelius Fudge y Albus Dumbledore.

- ¡¿Cual es tu nombre?!.- le pregunto Amelia, aplicando el hechizo al fugitivo para que todos lo oyeran.

- ¡Sirius Orion Black!.- respondió el mago con pos ojos vidriosos.

- ¡¿Traicionaste a los Potter?!.

- ¡NO!.- respondió con notable convicción.

- ¡¿Quien era el guardián secreto?!.- pregunto la bruja.

- ¡Peter Pettegrew!.- al oirlo muchos lo vitorearon.

- ¡¿Eres un mortifago?!.- pregunto Amelia.

- ¡NO!.- respondio el.

- ¡¿Como escapo de Azkaban?!.- pregunto el ministro.

- ¡Soy un animago!. ¡Me transforme y sali de la isla!.- la simplicidad de la respuesta avergonzo al ministro.

- ¡¿Como has conseguido mantenerte oculto?!.- pregunto el ministro. Harry y los demas se pusieron nerviosos.

- ¡Mi ahijado me ayudo!.- respondió el mago. Harry, Susan sonrieron nerviosos sabiendo lo que venia.

- ¡¿Quien es su ahijado?!.- pregunto El ministro. Amelia había tratado de finalizar el interrogatorio pero vio que ya no era posible.

- ¡Harry Potter!.- al decirlo todos miraron al chico que asintió sonriendo.

- ¡Chico!.- Fudge lo miro. Al moreno no le gusto esa forma de referirse a el que le recordaba a su tío Vermont.- ¿Sabes que el ocultar a un criminal buscado tendrá consecuencias?.

- ¡Si!. ¡Y no me importa, ya que era inocente!.- respondió el.

- ¡Eso tiene que demostrarse en un juicio!.- añadió el ministro.

- ¡Sirius!. ¡¿Tuviste un juicio antes de encarcelarte en azkaban?!.- pregunto Harry a su padrino.

- ¡NO!.- respondió aun bajo los efectos del veritaserum. Todos los presentes comenzaron a increpar al ministro.

- ¡Si no tuvo un juicio para mi significa que es inocente!.- respondió Harry alzando la voz.

- ¡Eso no es así!.- trato de decir el ministro.- ¡Amelia, díselo!.

- ¡Lo siento!. ¡Pero no he podido encontrar nada sobre un juicio a Sirius Black!.- respondió la bruja.- ¡Y recuerde señor ministro, que no se puede mentir bajo los efectos del veritaserum!.

Cornelius Fudge se dio cuenta de lo peligrosa de su situación. Si después de estas revelaciones condenaba a Black, o al chico, podía despedirse de su puesto.

- ¡Dadas las evidencias!. ¡Y aun con lo inusual de la situación!.- dijo alzando la voz.- ¡Creo que solo aplicaremos una pequeña multa a Harry Potter!.- se oyeron abucheos.- ¡Y se establece el perdón desde este momento a Sirius Black de todos los cargos!.- el publico comenzó a celebrarlo.

- Salvo la multa por no registrarse como animago ilegal.- añadió Amelia.

Harry y Susan se acercaron a Sirius pero otra persona lo hizo antes. La pareja junto con Amelia pudieron oír la pregunta que le hizo Albus Dumbledore.

- ¿Donde esta la casa de Harry Potter?.- en ese momento la poción dejo de hacer efecto.

- Ni bajo el veritaserum te lo diría, ¡maldito viejo manipulador!- respondio el mago con cara de asco. El anciano se giro para ver al chico y supo que de nuevo había conseguido distanciarse aun mas de el, sin conseguir nada.

Apenas hubo celebraciones la cantidad de revelaciones hechas hizo que más de la mitad de los presentes regresaran preocupados a sus casas. Informarían a sus conocidos de lo oído y se prepararía para los tiempos oscuros por venir.

La revelación del retorno del temido mago oscuro era mucho más preocupante que cualquier otra cosa.

Luna fue la ultima en entrar en el castillo. Antes de hacerlo saco un hilo dorado con el que sujetaba un extraño escarabajo.

- Creo que tiene una historia increíble señorita Skeeter.- dijo la rubia.- Ahora la soltare, pero si vuelve a publicar algo parecido a su basura habitual… creo que tengo un hermoso tarro que le encantaría como vivienda definitiva.- dicho esto soltó el hilo y el escarabajo salio volando con rapidez.

Harry estaba tumbado en una cama de la enfermería a su lado y sujetándole la mano estaba Susan. Sirius Black se mantenía cerca de la pareja para protegerlos, junto a el Remus Lupin miraba a la pareja, feliz.

Amelia tuvo que ir con el ministro y los prisioneros a organizar el caos del ministerio y prepararse para lo que vendría.

La enfermera le dio una poción al joven mago y lo miro con su habitual cara seria.

Albus Dumbledore entro por la puerta tratando de congraciarse con el grupo.

- Harry me alegro de que…- no termino la frase.

- ¡Largo vieja cabra!.- dijo Sirius.

- Sirius creo que…- de nuevo fue callado.

- No recuerdo haberle permitido hablarme con esa familiaridad. ¡Le recuerdo que yo soy el señor de la noble y antigua casa Black!. Exijo el respeto que mi posición requiere!.- el viejo mago se puso serio.

- Ruego me perdone señor Black.- se corrigió el anciano. Sirius asintió serio.- Pero mi presencia aquí es perfectamente lógica ya que es uno de mis alumnos es el que esta en esa cama.

- Ya veremos por cuanto tiempo.- dijo Sirius. Dumbledore lo miro sorprendido.

- Harry. Se que lo sucedido no admite discusión. Pero no me parece prudente abandonar la seguridad que ofrece Hogwarts.- le hablo al moreno.

- Despues de lo sucedido y hablar con mi padrino.- dijo el chico con tranquilidad.- Varias preguntas sin respuesta me mantienen en la idea de no hacerle caso director.

- ¿Preguntas?.- de nuevo el moreno demostraba como había conseguido engañarlo. Ya no tenía dudas de que Harry Potter era mucho más de lo que aparentaba ser.

- ¿Por que no pidió que se realizara un juicio a mi padrino?. ¿Por que no respeto la voluntad de mis padres?. Ellos nunca quisieron que yo viviera con los Dursley. ¿Por que me mando allí?.- lo miro tranquilo.- Esas, de entrada, son las primeras que se me ocurren.

- Harry, hay una serie de factores que no me permiten responderte como quisiera.- dijo el anciano mago.- Pero te aseguro, que todo se ha hecho con la mejor intención hacia tus intereses. Te puedo asegurar que en cuanto me sea posible, todas tus preguntas serán respondidas. Confía en mí. Todo lo que hecho ha sido por tu bien y el bien común.- el chico comenzó a reírse y a su lado Susan dejo escapar un bufido molesta.

- ¡Entonces actuare de igual forma con usted!. ¡Director!. Por lo que, debido a una serie de factores, me es imposible confiar en usted. De lo cual puedo asegurarle que no esta en mis planes. ¡Ni en los de mi esposa!.- dijo besando la mano de la pelirroja.- El confiar en nadie relacionado con el apellido Dumbledore.- el viejo mago se quedo paralizado.- Por eso y asegurándole que todo lo hacemos con la mejor intención, le rogaría que se dirigiera a mi como corresponde. Siendo como soy el jefe de la noble y antigua familia Potter, le pido que se dirija a mí como debería. ¡Y eso no admite discusión!.- dijo sonriendo.- Confié en mi palabra, todo lo hago pensando en el bien común de mi familia y amigos.

- Harry…- Dumbledore se corrigió.- Señor Potter, creo que todo esto es un malentendido y deberíamos…- el chico negó.

- Perdón director. Pero a menos que sea un tema relacionado con mis estudios, o los de mí esposa. Le agradecería que nos dejara ya que lo sucedido hoy me ha dejado sin ganas de escuchar mas… discursos sin sentido.

Detrás McGonagall veía la discusión y sentía cierto placer en que el chico respondiera de esa forma al director. No se podía creer que el poderoso Albus Dumbledore no hubiera solicitado algo tan simple como un juicio siendo como era el jefe del Wizengamot. Además, había puesto al chico con sus odiosos familiares aunque ella fue la primera en oponerse.

Albus Dumbledore salio de la sala sin terminar de entender como había conseguido Harry Potter enganarlo de esa forma. Y no solo el, tambien su esposa y … sus amigos. Una idea nacio en su mente y corrio a realizarla. Necesitaria la ayuda de Severus Snape.

McGonagall se acerco satisfecha.

- Me alegro de que alguien ponga en su lugar a esa…- miro a Sirius.- vieja cabra.- todos la miraron.- Señor Potter pido disculpas por todo el mal que Hogwarts ha podido causarle a usted y a su esposa. Además me alegro de que se halla demostrado la inocencia del señor Black.

- Querida Minerva.- dijo Sirius en su habitual cara de truhán.- No tengo valor suficiente para negarle a usted el derecho a poder llamarme Sirius.- sonrió.- ¡Mas aun después de todas las veces que nos hemos reunido en su despacho!, cuando era alumno de esta institución.- la mujer lo miro seria.

- Si. Debo admitir, que el no poder corregirlo lo sigo considerando como una mancha en mi espediente.- todos se rieron por lo dicho.

- Profesora. Le aseguro que es una de las pocas personas en este castillo que cuenta con nuestro aprecio.- dijo harry.

- Me alegra oírlo señor Potter.- miro a Susan.- Si me disculpan.- Dicho esto salio de la enfermería.

- Aun no termina de aceptar que durmamos juntos.- añadió Susan.

- ¿Importa?.- pregunto el moreno. Como respuesta ella sonrió y le dio un beso.

Sirius decidió intervenir.

- Aun queda el pequeño detalle de hadarnos a otro cementerio.- le dijo a su sobrino. El puso su mejor cara de inocencia.

- ¡Te aseguro que no sabia que había dos!.- respondio Harry. El ultimo Black lo miraba pensativo.

- Tendrás que ponerle mas ganas si quieres engañar a Amelia.- respondió el ultimo varón Black.- Cuando Dobby apareció se puso como loca.- Lupin se sentó frente a la pareja.- Si no llega a ser por Dobby hubiera entrado entre los mortifagos lanzando hechizos sin parar.- Harry suspiro.

- Y como no me guste la explicación no descarto hacerlo.- dijo la mujer entrando en la enfermería. Remus se aparto para evitar verse entre ambos.- ¡Maldito loco!. ¿En que pensabas?.

- En salvaros la vida.- respondió el.- había mas de veinte mortifagos junto a Voldemort. Tres personas habrían eliminado algunos pero…- miro a la bruja serio.- Solo hubierais acabado divirtiendo al resto mientras os mataban.- por muy molesta que estuviera sabia que era cierto.- Señora Bones, haría lo que fuera por no darle a mi esposa esa noticia.

- ¿Nos lo explicaras ahora?.- dijo Lupin tratando de calmar a todos.

- ¿Que tal si vamos a Gringotts?.- dijo incorporándose.- Se de un par de duendes que estarán muy interesados.

- Harry, no podemos.- trato de pararlo Susan.

- El curso ha terminado.- respondió el.- Y quiero salir de aquí antes de que a cierta cabra loca.- todos sonrrieron.- Se le ocurran ideas locas.

- Avisaremos a Hermione y al resto.- al decirlo susan Los dos se miraron.- ¡Oh joder!.

- ¡Dobby!, ¡Winky!.- Los llamo Harry. Los elfos aparecieron.

- ¡Dobby esta encantado de servir a Harry Potter y su Susan!.- dijo un feliz elfo.

- ¡¿Como puede Winky servir a su familia?!.- en su cara se podia ver otra gran sonrisa.

- ¡Buscad a Nuestros amigos, creo que Dumbledore tratara de hablar con ellos!.- Harry termino de hablar con cierta seriedad.- ¡Por favor, daos prisa!. ¡Decidles que no tomen nada y no hablen con nadie!.

- ¡Si les preguntas que digan que estan bajo la proteccion de las casas de Potter y Black!.- añadio Sirius.

- ¡Buena idea!.- termino amelia.

Los elfos desaparecieron a cumplir sus órdenes.

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Lo siento por tardar tanto en actualizar.

En mi trabajo, con las fiestas navideñas y las… rebajas, apenas tengo tiempo de hacer nada.

Espero que al menos el cap. os gustara.

A los RR gracias a todos los que han dejado su opinión y puedo asegurar que mi intención es terminar las historias que tengo abiertas y las que aun no he publicado. Pero puede que tarde algo.

Hasta el próximo y perdón por la espera.