El viaje a los Ángeles había sido agotador, aunque tener a Castle cerca lo había hecho todo más ameno, como llevaba haciéndolo desde hace cinco años.

Termino de deshacer la maleta y me tumbó en la cama. No puedo dejar de darle vueltas a las últimas palabras que Royce me ha dejado escritas en la carta 'Si solo…' En mi cabeza comienzan a sonar palabras, conversaciones con Castle y, sobretodo, el 'te quiero' que me dijo en el cementerio. Empiezo a pensar en lo diferente que habría sido todo si yo no hubiese fingido una amnesia post-traumática. Quizás había llegado el momento de ser sincera con Castle y conmigo misma. Antes de que el sueño se apodere de mí, tomo una decisión.

Con paso ligero salgo del ascensor y me dirijo a mi mesa. Al llegar veo un vaso de café esperándome. Sonrío. Me quito el fular y la chaqueta y lo dejo en el respaldo de la silla y justo cuando levanto la cabeza veo llegar a Castle con Espósito. Castle sonríe al verme. Les miro sonriente a los dos, para que Espósito no haga ningún comentario jocoso.

-Ey ¿Tenemos algo?

-Sí – Dice Espósito mientras coge su chaqueta – Midtown. Ryan está esperando abajo, os esperamos en la escena del crimen.

Castle espera a que me ponga la chaqueta, mientras me sostiene el café. Él no lo sabe, pero son estos pequeños detalles los que me alegran el día.

-Castle, me gustaría hablar contigo.

-Claro, dispara.

-No. No aquí – Digo, echando un rápido vistazo alrededor. La comisaría no es un buen lugar para decirle aquello. Sinceramente, prefiero un ambiente más privado. Él me mira extrañado, con algo de preocupación en su mirada. - ¿Te parece si vamos a tomarnos algo después del trabajo?

-Claro. – Le sonrío para que vea que todo está bien. Él lo percibe y deja atrás su preocupación. Es increíble cómo me puede llegar a conocer tanto simplemente con mirarme a los ojos y yo conocerle a él de la misma manera. Nunca me había pasado algo así. Cojo mi café y nos vamos.

Cuando llegamos a la escena del crimen Espósito está agachado al lado de Lanie. El detective dice algo y ambos comienzan a reírse.

-¿Podéis compartir el chiste con el resto de la clase?

-Lo siento Castle, pero esto no se puede contar. Es privado. – Lanie le echa una mirada de complicidad a Espósito mientras este se aleja unos pasos. Es genial ver a Lanie y Espósito juntos, sobre todo por lo felices que son ambos sin darse cuenta de ello.

-¿Qué tenemos? – Pregunto, intentando centrarme en la víctima.

-Mujer joven, de unos veinticinco años. Por las marcas en el cuello, fue estrangulada, y… - dice Lanie, mostrándonos bien las marcas en el cuello de la víctima – yo diría que el asesino es un hombre, por la fuerza con la que están hechas.

-¿Hora de la muerte?

-Podré ser más precisa cuando llegue al laboratorio, pero por la temperatura corporal y el estado de descomposición, yo diría que hace dos días.

-¿Dos días? – Preguntamos Castle y yo al mismo tiempo, asombrados.

-¿Dos días y nadie la había encontrado hasta ahora?

-Es un callejón, digamos que seguramente no es muy transitado, pero ¿has visto esos cubos de basura y esa puerta trasera? Son del restaurante de la esquina, tendrían que haber visto algo al tirar la basura. – Castle tenía razón.

-Lo más probable es que hayan movido el cuerpo después.

-¿Y guardar el cuerpo dos días después de matarla?

-Cosas más raras hemos visto Castle.

Espósito se acerca a nosotros para informarnos sobre el caso.

-¿Sabemos quién es la víctima?

-Alison Pitney. Veinticuatro años. Vivía en Brooklyn según la dirección, pero no sabemos todavía a que se dedicaba. Me pondré a ello en cuanto llegue a comisaría.

-¿Habéis preguntado al restaurante de la esquina?

-Acabo de hacerlo – Ryan se acercó con una libreta en la mano – He hablado con el encargado y con todos los camareros. Ninguno había visto nada hasta que hoy, Collin, uno de los camareros, sacó la basura, como todos los días y se la encontró aquí tirada.

-¿No hay más testigos? –Ryan negó con la cabeza. – Bien, entonces tendremos que basarnos en la teoría de que su asesino trasladó su cuerpo hasta aquí dos días después de matarla.

-Sí, pero ¿por qué razón?

-No lo sé Castle, eso es lo que tenemos que averiguar.