Después de no dar señales de vida por mucho tiempo, he decidido seguir el fic. He intentado que la confesión de Luffy no sea la típica de "serás la reina pirata", etc… que ya está muy visto. Bueno, sin más que decir, ¡adelante!


Que Luffy se quedara quieto, serio, sin dormirse y PENSANDO era algo que no había ocurrido nunca. En la tripulación había mil y una teorías sobre lo que le pasaba:

Sanji y Robin: Mal de amores

Usopp: Practica el budismo

Chopper: Alguna enfermedad mala malísima

Franky: Falta de cola

Brook: Necesidad de música

Zoro: Nami (así de claro)

En cambio Nami no se decidía por ninguna. Sólo le asustaba que el capitán hubiera cambiado tanto de la noche a la mañana. A decir verdad, empezaba a decantarse por la opción de Chopper.

-¡No puede ser! ¿Y si en verdad está enfermo?

Zoro, que pasaba por ahí y tonto no es, decidió aprovechar las dudas de la navegante para beneficiar a la que antes de que acabara el día, sería la pareja oficial del barco.

-Es muy probable. He hablado con Chopper, y según él, podría tratarse de una enfermedad que deja en coma…-Tonto no es, pero bruto… mucho. Al menos estaba consiguiendo que Nami se decidiera por fin a ir con Luffy.

-¡NO! ¡No puede ser! No se dejaría vencer por una enfermedad así como así.- fue hacia el pelinegro y se sentó frente a él.-¿Hola?

-H-hola Nami…- si estuvieran en un sitio oscuro, Luffy sería un gusiluz rojo.

-¿Te encuentras bien?

-No mucho, la verdad…

-¿Q-qué te pasa?

-Me duelen la cabeza y el corazón…- "Y estoy tan deprimido que no me puedo mover" Acabó en su mente. Había llegado a la estúpida conclusión de que en vez de ser el Rey de los piratas, iba a ser el Rey de la Friendzone.

Nami le seguía hablando, pero ella no sabía que Luffy no le prestaba atención.

-Y… tengo que decirte que…

-Te quiero.

-Sí, eso es lo que te quería… ¿eh? ¿Y tú cómo lo sabías?

-¿Saber qué?

-Lo que te quería decir.

-¿Y qué me querías decir?

-Lo que tú has dicho.

-…

-…

=¡DIOS, QUE LIO!

Como la mente de Nami funcionaba a más velocidad, se dio cuenta de que Luffy no hacía cara de enfermo, y mucho menos después de haber dicho eso…

=¿Iba dirigido a mí? ¿El qué? El te quiero.- que pensaran y dijeran lo mismo podía facilitar las cosas a veces.

Y ahora no había un gusiluz, sino dos.

Y como todo había quedado claro, Luffy se sintió libre de abrazar a Nami como hace un koala con un tronco.

Y como todo había quedado claro, Nami se sintió libre de probar los labios de su capitán.


Bueeeeno… no es que se haya repetido el final por error. Ha sido a propósito jajaja Pues supongo que con esto acabo Una sonrisa lo cambia todo. Se aceptan críticas (constructivas, no destructivas por favor ), comentarios, y sobre todo, sugerencias para futuros fics. Lamento que sea tan corto, pero soy incapaz de alargar un capitulo… tendré que practicar. Espero que os haya gustado. Ja ne!