Bueno, este fic lo estamos haciendo entre Derik-castle y yo.
La idea surgió por una frase que puse en Twitter, vi que Derika la siguió y a raíz de ahí empezamos a formar un "mini-fic" que hemos ido convirtiendo en mini-capítulos.

Las oraciones en NEGRITA las escribo yo (Kynu) y las de color NORMAL (Derika)

Para mí esta siendo muy divertido hacerlo, ya no solo porque solo escribimos -a excepción de una o dos conversaciones- con 140 caracteres cada una... sino que además al no saber lo que va a poner la otra se nos rompen los esquemas en más de una ocasión.

Además de no darnos pistas ninguna de por dónde van a ir los tiros con las contestaciones ni nada. Ahora lo hacemos por e-mail siguiendo el ritmo de los 140 caracteres, para que por Twitter no se descubra el fic.

Cada 1000 palabras escritas subiremos.
Esperamos que os guste

"Por las calles transeúntes nuestras miradas se cruzaron, intercambiaron lo que ambos sentimos en ese momento paralizando allí mismo el tiempo"

MIRADAS

Tienes miedo de levantar la mirada, porque él te está mirando, pero lo haces. Sus miradas chocan y es ahí cuando surge la magia.

Sientes su respiración aún en la distancia, como se aceleran nuestros corazones y la tensión que allí mismo nos atrapa explota.

Quieres esconderte, pero no puedes, no hay manera. Estas atrapada, en sus ojos. Te pierdes.

Camino despacio hacia ella, me tiene hipnotizado. Esos ojos avellana, esos labios...tan solo me separan de su boca su aprobación.

Se acerca lentamente, me tortura, ya no puedo más. Está pidiendo mi aprobación, lo sé, esos ojos me lo dicen todo y yo no hago nada.

Siento que mi mundo vuela al paraíso, es perfecta, toda ella. No aguanto más y la beso dulcemente.

Me mantengo quieta, y él reacciona. Corta los pocos centímetros que nos separan. Nuestros labios colapsan y la magia sigue creciendo.

Todo mi cuerpo entra en reacción cuando noto sus labios. Me separo y la miro a los ojos... por un segundo siento miedo.

Mis miedos se apoderan de mi, se ha separado. Nos estamos torturando ¿Para qué? No lo sé. Intento acercarme, pero él me aparta.

Me separo de ella al ver que se acerca a mí. Quiero mirarla a los ojos antes para asegurarme de que realmente esto es real.

¿Qué hago? Me alejo lentamente, no es posible, esto no tenía que haber pasado, pero mi corazón me ha traicionado.

La cojo suavemente del brazo, le quito un mechón de la cara y la acerco a mí. De nuevo junto nuestros labios perdiéndome en ella.

Siento que me detienen, no me deja huir y la verdad yo tampoco quiero, me vuelve a besar, de la misma manera que lo hizo antes.

Siento como se deja llevar por mis besos. Cojo su cintura y la acerco aún más a mi... no puedocreer que esto esté sucediendo.

Mi consciencia me reprocha, no puedo hacer esto, pero no le hago caso, no esta vez, siento que todo es un sueño lejos de la realidad.

Siento su consentimiento y eso me desboca. Necesito saber más de ella pero me tiene completamente atrapado en sus besos.

¿Por qué está sucediendo todo esto? No quiero contestar a esa pregunta, no ahora. Sus besos me hipnotizan.

Nos falta el oxígeno, será mejor que nos separemos, aunque no me importaría morir así, junto a ella... besándola. ¿Qué le ocurre?

Tengo que controlarme, no puedo permitirlo, me separo bruscamente de él. Bajo la mirada, no soy capaz de mirar esos ojos.

Cojo su barbilla, la obligo a mirarme... y veo en su mirada miedo a la vez que pasión. - Tienes unos ojos preciosos - le digo.

Me obliga a mirarlo, soy débil, me desarma con la mirada. Palabras salen de su boca y siento que mi cara adquiere un color rojizo.

Noto su sonrojez, es tan dulce...- Me llamo Rick. - digo sin poder dejar de mirarla. Cojo su mano y la beso cortés y dulcemente.

-Kate... me llamo Kate- digo nerviosamente. Es lindo, pero esto me asusta, no nos conocemos del todo bien.

Kate... se llama Kate. - No nos conocemos Kate, pero he de admitir que me has hecho prisionero de tus ojos -digo como Shakespeare.

Sabe elegir muy bien las palabras, tiene poder sobre ellas. -Tal vez necesitamos conocernos más- Doy un suspiro y sonrío.

Esa voz... - Sí, ¿quieres tomar un café? - Espero impaciente su positiva respuesta... y un deseo desgarrador por volver a besarla.

-Semidesnatada y de vainilla-Le digo, aceptando así su propuesta ¿Realmente estoy permitiendo esto? Ahora ya no me importa.

Curiosa mezcla en el café; aunque más curiosa es mi intriga por saber de ella -. Café solo para mi, por favor- le pido al camarero.

Lo miro y sigo sin creer que todo esto está realmente sucediendo, no me lo creo. Pero me siento feliz así –Gracias - le digo.

¿Por qué? - la curiosidad me posee en esos instantes. ¿Por el café? o... de repente mi mente se nubla y la siento cerca de mí.

-Por todo - le respondo. Me acerco y veo que a pesar de los minutos antes vividos se pone nervioso, y eso me encanta.

Tan solo la beso, la beso y dejo fluir lo que siento en su boca mientras acaricio su rostro y ahogando mi nerviosismo digo - a ti.

Y por tercera vez me besa, me besa de esa forma que minutos antes había descubierto, pero me separo, necesitamos hablar, tenemos que hacer las cosas como se debe.

Estoy nervioso, se que debemos hablar pero ella... ella tiene un poder sobrehumano sobre mí. - Nunca me había pasado esto...- digo tímidamente.

- ¿De qué hablas? - su comentario me ha confundido ¿Qué no le había pasado? Y una vez más esas inseguridades vuelven a mí, mis miedos.

- ¡Esto! Quedarme totalmente embaucado ante unos ojos como los tuyos... - estaba casi tartamudeando. Siento una enorme atracción y curiosidad.

¿Enserio me ha dicho eso? Este hombre consigue que mi cara se pongo de todos los colores -¿Así? - es lo único que atino a decir, me he quedado sin palabra alguna.

- Sí. Es algo muy raro pero a la vez interesante. Cuéntame algo de ti, por favor - le pido cortésmente; necesito oír esa dulce voz.

- Quiero ser abogada como mis padres - ¿Enserio, Kate? ¿Eso es lo único que se te ocurre? Estas fuera de la escuela ¿Y hablas de ello?

- ¿Abogada, eh? Entonces me quedo más tranquilo sabiendo que en el mundo pronto tendremos a la mejor abogada del mundo para protegernos - le digo.

- Gracias - y es ahí cuando bajo la mirada -. ¿Y qué me dices de ti?- la curiosidad se apodera de mi, el hambre por saber más de él.

Bueno... mi madre es actriz y yo me dedico más a la escritura. He publicado un par de novelas pero hasta hoy no había encontrado a mi musa.

Esperamos que os guste y sobre todo reviews!

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